corrosiones alarmantes en la chapa de zinc
las siguientes imágenes se han tomado en la inspección realizada a la cubierta de una vivienda unifamiliar.
las siguientes imágenes se han tomado en la inspección realizada a la cubierta de una vivienda unifamiliar.
ANTES DE DISPONERSE A REPARAR EN UNA CUBIERTA DE ZINC, SEA DE LA GRAVEDAD QUE SEA, HAY QUE ESTUDIAR RIGUROSAMENTE LA PATOLOGÍA QUE OBLIGA A LA REPARACIÓN Y PLANIFICAR UNA INTERVENCIÓN , SI ES QUE LA HAY, ACORDE CON LA NECESIDAD PRESENTE O FUTURA.
NUNCA, JAMÁS SE DEBERÍA PREMITIR REPARAR UNA CUBIERTA DE CHAPA DE ZINC CON TELAS, MASILLAS O PINTURAS SEAN DE LA CALIDAD QUE SEAN. CASI SIEMPRE ESTE ES EL PRINCIPIO DEL FIN DE LAS CUBIERTAS DE ZINC.
Es cada vez más frecuente ver cubiertas de zinc que con pocos años de vida manifiesten degradaciones, de las que nos damos cuenta cuando vemos humedad dentro de la edificación o persisten humedades que presuntamente ya se habían controlado. Se dan casos en los que se ven esparcidos por el suelo pequeños trozos de zinc . la primera pregunta sería ¿ por qué se degrada la cubierta ? la segunda , ¿Tienen remedio, se pueden reparar las cubiertas de zinc de forma eficaz?.
El primer episodio es que nos salta la alarma cuando vemos humedad en el interior del edificio, generalmente en los techos, humedad que se puede manifestar de formas muy diversas, manchas amarillentas que se van tornando en marrones para pasar a negro. En las paredes se presentan en forma de lágrimas que se van extendiendo hacia el suelo, todo acompañado de un olor desagradable a moho.
Muy diferente es cuando se produce la gotera, en este caso veríamos directamente una sucesión de gotas de agua que se desprende del techo o chorretones que bajan por la pared.
A menos que se trate de una circunstancia extraordinaria, siempre precederá la mancha de humedad a la gotera. las manchas negras significan la descomposición o putrefacción de elementos de construcción, al principio, se originan después de entradas de humedad cíclicas muy tenues que, quedando custodiadas por los materiales de fábrica los irán descomponiendo o corroyendo, emergiendo así como múltiples manchas de moho polvorientas una vez secas, en las habitaciones suele reinar un olor característico a humedad y descomposición de vegetales.
(Es de tener en cuenta las consecuencias negativas para la salud que puede acarrear la humedad en las habitaciones)
En medida que las humedades van avanzando , si no se ha puesto remedio, la superficie de las manchas aumenta considerablemente, pudiendo llegar a cubrir buena parte de techos o paredes, incluso se puede manifestar en el suelo. Una vez cesan las filtraciones, aún produciéndose gotera, parte del agua, sino toda, quedará custodiada en los elementos de construcción, terminará vaporizándose lentamente y se condensará entre los elementos, Al descomponerse los elementos se originan esas manchas del color característico ya citado.
Se presenten como se presenten las manchas, lo cierto es que son de humedad y ella tienen que venir de algún sitio y es así cuando llegamos a darnos cuenta de que algo puede estar pasando en la cubierta.
Lo peor en una cubierta de zinc es cuando se empiezan a producir esas filtraciones ínfimas, que ni vemos ni nos imaginamos. Aquí es cuando entra en juego la función de los complementos, las láminas, los tableros u otros elementos que se suelen poner para por si acaso. Bien, pues llegado el caso del por si acaso, resulta que los elementos son los que sufren, los que se degradan, los que ocultan y los que pueden terminar destruyendo la cubierta.
Ya sabemos que se suelen recomendar láminas con una falsa seguridad. Pues si por algún motivo dejase de funcionar la cubierta, ahí está la lámina que, entre otras cosas va actuar como una “segunda cubierta”. Falso, todo falso, la lámina puede sacar de algún apuro pero nunca, nunca actuar como un cubierta de perpetuo.
Tenemos que quedarnos con este dato; si fuésemos capaces de ver cuando la cubierta permite filtraciones por el motivo que sea, el elemento impermeable existente sería perfecto ya que puede evacuar el agua ¿hasta donde?, el caso es que la desplazará del punto de origen hasta otro punto cualquiera. Lo de que cuando se producen filtraciones el agua llegue hasta los canalones o fuera de zonas de riesgo, se antoja casi, por no decir imposible imposible. Claro que las láminas pueden servir de remedio en tanto no se acomete la reparación, pero el inconveniente está en que no sabemos si hay filtraciones ya que las láminas ocultan, reciben esos pequeñas cantidades de agua que nos hacen creer que la conducen hasta los canalones y no es cierto. Son, al principio, cantidades muy pequeñas que se pueden quedar en la periferia del punto de entrada. Cuando se produce un desajuste en la cubierta, el inicio de filtraciones puede llegar a ser microscópico e irá avanzando a lo macroscópico, las entradas de agua serán cada vez más caudalosas y transitando por las láminas, antes de llegar a los canalones, desembocaran en multitud de puntos en los que las láminas están perforadas por las grapas de fijación y es ahí en sonde se empieza a producir la oculta ruina que la veremos cuando nos salte la alarma de ver las humedades en el interior.
la triquiñuela está en que, las láminas bajo la chapa de zinc nos van a privar de conocer que la cubierta da problemas hasta que ellas mismas los den o los haya originado y esto hay que explicarlo bien.
Una cubierta de chapa de zinc es fiable, por tanto sobran los complementos impermeabilizantes. la chapa de zinc unida a una instalación eficaz tiene que rendir. Eso de poner algo “por si acaso” ya genera alguna duda, se está concibiendo de antemano que el zinc puede fallar. Es como si nos compramos una gabardina de última moda, y como complemento nos ponemos un impermeable antes de la gabardina por si cala esta última, no tiene sentido. Tampoco estamos en contra de que se ponga algún complemento, eso sí, ¡Ojo con lo que se hace! ya que esos complementos pueden ser los que destruyan el zinc u otros elementos de soporte.
Está comprobado y sentenciado, que en muchos casos, por no decir la inmensa mayoría, los complementos son los que degradan los soportes y arruinan la chapa de zinc.
Muy importante; veamos: generalmente, cuando la chapa de zinc permite la filtración es más bien por leves roturas, por algún desajuste o por picaduras localizadas. Cuando por cualquier de estas causas se inician filtraciones , empiezan siendo muy ínfimas, se traducen en leves gotas de agua que muchas veces ni se separan de la cara interior de la chapa, evaporándose contra la misma dejando un pequeño residuo de hidróxido. Claro, es imposible que esto se sepa, ya que no hay ninguna alarma que nos los indique ni ningún indicio de dominio profano por el que se pueda deducir que algo está pasando. (Me paro aquí para decir que; cuando se producen roturas, o picaduras, suele ser mayormente porque la cubierta ya nació viciada, y está interaccionando desde el primer día con elementos incompatibles, por tanto, me permito decir que es muy recomendable que un experto en cubiertas audite la cubierta no más allá de pasados los dos primeros años de vida, el experto, por su ciencia empírica ha de saber si la cubierta presenta algún síntoma )
Precisamente, esas pequeñas grietas, o picaduras que comienzan siendo casi microscópicas van a ir aumentando a consecuencia de las corrosiones que en ellas mismas van a ir generando, esos pequeños residuos de hidróxido que he mencionado, van aumentando y quedando atrapados entre la cara interior del zinc y las láminas, empezándose generar una masa de carbonato que ella misma interacciona de forma electrolítica con la chapa llevándola a la destrucción total hasta el punto de hacerla desaparecer.
Explicado por encima uno de los principales episodios que pueden ocurrir en una cubierta, llega la pregunta. ¿EXISTEN SOLUCIONES ? Si se acude a tiempo, hay muchos casos en los que se puede dar solución. Aunque aquí también tengo que mencionar que muchas veces acudiendo a tiempo, si no interviene un experto, más que solucionar se puede agravar el problema.
cuando se detecta algún desajuste en la cubierta de zinc, ha de ser un profesional quien estudie debidamente la solución y trabaje con los materiales adecuados, es decir ZINC Y ESTAÑO.
POR MUCHAS EXCELENCIAS QUE SE LE ATRIBUYAN AL ZINC, ES SUSCEPTIBLE DE ALTERACIONES COMO CUALQUIER OTRO ELEMENTO. HEMOS DE SER CONSCIENTES QUE SE TRATA DE UN METAL Y POR TANTO SOMETIDO A REACCIONES PROPIAS CONOCIDAS. POR AÑADIDURA, LA CHAPA QUE SE EMPLEA ES DE POCO GROSOR, CUALQUIER MERMA QUE TENGA, SI NO ES RECOMPENSADA POR MATERIAS PROPIAS QUE GENERA EL ZINC, PUEDE GENERAR ALTERACIONES IRREVERSIBLES.
En aquellos casos que con un estudio minucioso se pudo planificar una solución ideal, acude el atrevido el alquimista con sus productos fantásticos ( telas, pinturas, amalgamas ) y a la porra la cubierta, lo peor es que se llevan una pasta por hacer un mal trabajo. (veamos unas imágenes en la que en un conjunto de cubiertas, dos se pueden mantener, sin embargo a una no se llego a tiempo, precisamente por haber utilizado productos inadecuados)
Pese a quien le pese, Una cubierta de zinc no se puede reparar en ningún caso con telas, con pinturas ni con masillas. Una cubierta de zinc se repara con zinc y estaño. Bien se sabe que reparando con MATERIALES INADECUADOS los problemas se van sucediendo años tras año, hasta que se llega a la desesperación y es entonces cuando el agraviado entra en desesperación y empieza a documentarse. En la mayoría de los casos, el único remedio es la retirada total de la cubierta asumiendo íntegramente los costes, con pocas posibilidades de reclamación.
Manuel Álvarez
Ha tenido que suceder.
Vaya por delante que lamento lo sucedido en Valencia.
Una desgracia abre los ojos y pone en movimiento a los responsables de la construcción, facultativos, técnicos, fabricantes, comerciales, Colegios profesionales, docentes de arquitectura etc, etc.
Estamos mentalizados de eso que se llama eficiencia energética. Se recomienda, casi se obliga y no sé si hasta se llega a financiar. Para lograrla contribuyen eficazmente los aislamientos. Hay que envolver los edificios, aislarlos al máximo y las empresas que están alerta pronto inundan el mercado con productos que a base de marketing introducen de forma masiva. Barreras de vapor, láminas, impermeabilizantes y aislamientos que lo pueden todo hasta incluso le tribuyen ser impermeables. ¿ y eso de las fachadas ventiladas qué? . Hay que envolver , hermetizar al máximo para conseguir el mayor ahorro de energía, y no hay quien se dé cuenta de que se pueden conseguir auténticos hornos si ocurre un imprevisto.
¿Cómo los estudios científicos de materiales de construcción no prevén resultados a posteriori, cómo no son capaces de adelantarse al resultado del laboratorio natural? resultados tan graves como que llegue a arder en tiempo record todo el envolvente de un edificio o varios sumados por ser inflamables los materiales empleados. Eso sí, cuando suceden las desgracias no falta quienes opinen y den consejos. ¿en dónde estaban o están esos que se pronuncian cuando se emplean los materiales, nadie se dio cuenta, nadie se atreve a pronunciarse? Tenemos sobrados medios para adelantarnos a los resultados de los materiales, incluso nos serviría la lógica o el sentido común.
Cuando ocurre la desgracia que se podría repetir despierta la pregunta ¿Y a partir de ahora qué?
Pues a partir de ahora es cuando entran en juego los famosos “expertos” deambulado por los medios, lucubrando y repartiendo razonamientos. Es decir, qué hasta ahora nadie se ha dado cuenta de la vulnerabilidad y peligro de esos y otros materiales. Que pena de docentes, científicos, técnicos y estudiosos, que incluso algún catedrático de arquitectura se atreva a salir en los medios opinando sobre algo tan grave que se ha estado recomendando como eficiente, cuando lo que tenían que haber hecho era investigar el material en el momento que se puso en el mercado, analizando o simplemente tirando de lógica. ¡ LOS MATERIALES INFLAMABLES ARDEN, SON VOLATILES Y SIN EMBARGO SE HA PERMITIDO PONER MILES Y MILES DE METROS CUADRADOS EN CERRAMIENTOS Y FACHADAS!! ¿ Y AHORA QUÉ? Sería muy apropiado que se pronunciasen esos que editan los documentos DIT por ejemplo. Esos que tanto se preocupan por la eficiencia energética que no se han dado cuenta de que envolver las edificaciones con esos ciertos materiales supone más de un peligro. Ahora que saltó la liebre se ponen a buscar que hacer, que puede suceder con las edificaciones envueltas con materiales inflamables. No se han vuelto inflamables con el tiempo, no, son altamente inflamables desde su fabricación , pues a la vista está.
¿Y ahora qué ? hay que ser rigurosos, lo que ha sucedido puede volver a suceder, solo hace falta el iniciador, el combustible sigue estando ahí.
Manuel Álvarez
UNA VERDADERA ODISEA , DECIDIRSE POR UN ACABADO U OTRO EN LA CHAPA DE ZINC
Hay que empezar por decir que los fabricantes nos tienen absolutamente confundidos con su interminable paleta de colores (acabados en la chapa de zinc). Es tal la propaganda de unos y otros que hasta hacen creer que la calidad del zinc va en sintonía con el nombre propagandístico, puro marketing, con el que identifican las tonalidades. Ejemplo: Muchos creen que en el zinc al cuarzo, otros en el zinc al grafito, etc, etc, uno por ser de color gris y otro de color negro, ya no digamos de otros nombres, que no se entienden de donde pueden salir ni que significan, al final todo una pantomima. Es preciso saber que solo se trata de una tonalidad superficial que dependiendo del pigmento se logra un color u otro. Sí, por muchas vueltas que les den, es una aplicación superficial aplicada una vez el zinc laminado, vamos que como si de pintar la chapa de un coche se tratase, aunque con otras características. Solo hay que preguntar si está garantizada la tonalidad del zinc en el tiempo, nos van a decir que si, pero no nos lo va a certificar, es que ni tan siquiera aseguran una igualdad de tonalidad si se piden partidas diferentes.
Nos hemos encontrado con casos en los que pasados unos, pocos años, zinc de color negro en origen se ha tornado en gris, con el de color gris no hay que decir nada ya que el zinc natural va a adquirir ese color final, con otros coloridos ya lo explicamos en adelante.
Científicamente está demostrado que el zinc, a la intemperie, torna a adquirir su tonalidad característica, es decir, la que adquiere si se utiliza chapa simple, el de siempre, sin ningún tipo de acabado superficial. El caso es que el zinc, se ponga como se ponga es zinc y la pintura lo único que hace es satisfacer la vista, bueno y hacer aflojar los bolsillos. No hay que perder de vista que el precio final del zinc, por eso de resultar más atractivo, resulta también mucho más caro por ir pintado. Un dato importante. la mayoría de nuestros peritajes surgen en cubiertas de zinc “pre patinado”, ¿por qué será?
Casi siempre que nos disponemos a realizar una cubierta de zinc, se nos hace la misma pregunta. ¿cómo va a ir variando el color del zinc ?. ¿Cuánto tiempo va a durar ese color natural característico blanco agrisado con viso azulado y lustre metálico intenso? Respuestas inconcretas pueden conducirnos a la elección de un zinc prepatinado para salvar esa transición obligada que va a ir sufriendo el zinc. Sin duda, el zinc “pre-patinado” ofrece una apariencia visual totalmente diferente, más homogénea. Llega a obra provisto de un film, que no con poco trabajo una vez instalado se retira, ofreciendo un aspecto espectacular que casi justifica el elevado precio.
El que el zinc sea “pre-patinado” no garantiza la perpetuidad ni tan siquiera la homogeneidad del color, ni exime al metal de ulteriores reacciones por mucho que nos lo aseguren, pues los resultados que vamos viendo en nuestras investigaciones nos confirman las preocupantes alteraciones que podemos razonar. Pero el objetivo de este artículo es el explicar como se va tornando el color de la chapa en el tiempo, y.
HE AQUÍ LA RESPUESTA
Ese color brillante va a permanecer muy poco tiempo, en algunas atmósferas pude cambiar el color en horas coincidiendo con la noche, así se puede entender de que el proceso sea más o menos largo va a depender de la atmósfera reinante y de los contaminantes reactivos que porte, en cualquier caso es más cuestión de días, que de meses o años como algunos aseveran.
Entre muchas otras, tiene esa propiedad el zinc de que en contacto con el aire seco él conserva su color y brillo a la temperatura ordinaria; en el aire húmedo se cubre de una película gris, que preserva a las capas inferiores de ulterior oxidación. Esta película está formada por una mezcla de hidróxido y metal; al cavo de algún tiempo toma color blanco por la acción del ácido carbónico, formándose carbonato bárico hidratado, este se adhiere bien pero es soluble en el agua que contenga anhídrido carbónico y amoniaco. La oxidación del zinc es tanto mayor cuanto más grosera es su estructura cristalina.
Como producto secundario se forma peróxido de hidrógeno. El aire en movimiento oxida más el zinc que el aire en reposo. Según la proporción de gas carbónico que contenga, el aire húmedo actúa con distinta intensidad; la acción es más enérgica en presencia de gas sulfuroso.
Curiosamente ya W.H. Seamón investigo sobre este proceso de transformación dictaminando que el mismo zinc resulta protegido por la capa que en él se forma por la acción del aire, parece que esta capa hace al zinc muy resistente aún para el agua que contenga 0,5 gr. de anhídrido sulfuroso o de anhídrido carbónico por litro.
En atmósferas contaminadas, el hidróxido de zinc formado inicialmente reacciona con los contaminantes para formar sales básicas. Estas sales se van formando por zonas y aumentando progresivamente hasta unirse todas ellas dando lugar a esa capa protectora que protegerá la chapa.
En las dos imágenes anteriores vemos la primera que se corresponde a zinc natural, la siguiente a zinc pre-patinado.
Podemos deducir que el proceso de cambio de color en la chapa es relativamente corto. En algunas zonas geográficas el cambio de tonalidad se puede producir en un par de días siempre que se coincida con la atmósfera adecuada. En cualquier caso el zinc natural va a dejar su brillo en tiempo muy breve.
En las imágenes siguientes podemos ver, además de otros fenómenos, como cambia radicalmente el color de la chapa de zinc. La imagen de la derecha nos muestra una chapa que en origen era de color negro, color que aún sigue conservando en su parte interior, todo lo contrario a la exterior que no se diferencia si en origen fue natural o de color negro. Resultado más llamativo vemos en la imagen de la izquierda, en este caso la chapa era de color rojo, de manera, a primera vista, inexplicable se va desprendiendo del pigmento dejándose ver el color natural. Se da la circunstancia de que en la cubierta que se puso chapa con este acabado rojo o granate, se hizo una secuencia de coloridos diferentes con otras chapas de tonalidad gris, verde y alguna más. Curiosamente, todas las chapas presentan el mismo estado de decoloración y no solo eso, lo más lamentable, la cubierta requiere de su recogida.
Parece que este zinc nadie lo fabricó y ningún técnico da explicaciones de como pueden suceder tales cosas. Nosotros si sabemos y así lo hemos explicado, porqué hubo esas pérdidas de color y llega el zinc incluso a la corrosión.
Para evitar este proceso visual de cambio de tonalidad se suele acudir a la elección de chapa pre-patinada de nombres comerciales conocidos, a priori no tienen más que un color diferente desde el inicio, a parte del precio significativamente mayor, el color ,similar al que la chapa de color natural va a adquirir en breve plazo de tiempo. Nos referimos siempre a pre-patinados que se asemejan al color final del zinc natural, las demás ofertas de colores tienen otro comportamiento si bien la tendencia hasta ahora es la de ir perdiendo el pigmento, así lo podemos observar en la imagen siguiente.
Podemos observar otra imagen, un zinc pigmentado del que es difícil deducir el color se intuye que fue de tono rojizo. Lo que si sabemos que no es natural. Han pasado a penas 10 años y vemos claramente como va desapareciendo parcialmente el pigmento dejándose ver el color natural . De esta forma, el zinc empieza con su proceso natural e ira manifestando chorretones blancos sobre la chapa, terminando por presentar una tonalidad más bien desagradable, es decir, no teniendo nada que ver con esa tonalidad perpetua que se le presumía cuando se instaló. Por otra parte, estas alteraciones pueden acarrear algunas consecuencias más graves que la simple perdida de color. En algún otro artículo hablamos de las patologías que pueden devenir a consecuencia de la pérdida deshomogeneizada del pigmento.
la siguiente imagen corresponde a la misma cubierta de la que se extrajo la muestra de la imagen anterior. En esta última se ve claramente la diferencia de tonalidades cuando va desapareciendo el pigmento.
MAGNÍFICA EXPERIENCIA.
El pasado día 28 de octubre tuve la magnífica experiencia de impartir una clase sobre el comportamiento de las cubiertas de zinc, cobre y plomo a un alumnado de excepción. 35 alumnos arquitectos, arquitectos técnicos, restauradora, constructor y lo más relevante DOÑA MARÍA LUISA GIL, INMARCESIBLE, PREMIADA ARQUITECTA, que a iniciativa propia quiso escuchar 5 horas a este humilde profesor. A la par asistió el también premiado y director, arquitecto DON ÁNGEL PANERO PARDO.
Tengo que destacar la participación del fabricante ELZINC, siempre en disposición de colaborar poniendo a disposición su material sin reservas
La clase de contenido basado en la ciencia empírica, en la que los alumnos pudieron conocer las excelencias de los metales y su comportamiento en el tiempo, así como obtener datos inéditos de ingeniería forense aplicada a los metales para poder anticiparse a sus resultados adversos cuando a ellos se les condenan por impericias.
Todo un éxito. A buen seguro, lo aprendido, servirá a los asistentes, como a los de otros años, a realizar cubiertas con acierto y duraderas. De esa forma los materiales ofrecerán perpetuamente la belleza que portan sin verse enturbiados.
Manuel Álvarez
TORRE DEL CÓNSUL EN PUIGCERDÁ.
una Pirámide hexadecagonal de 4.50 metros de altura inscrita en un círculo sobre el que se asienta su esbelta estructura de madera perfectamente estudiada para descansar sobre ella una mimada cobertura de zinc natural realizada de forma artesanal .
166 piezas de zinc natural, ninguna igual, todas ellas cubren cada uno de los 16 lados que embellecen la torre que como un “minarete” adosada a la mansión se eleva desde el suelo hasta alcanzar los 25 metros de altura.
Si el diseño de la instalación del zinc es totalmente singular, no menos merito tiene el ornamento de remate que la corona. Para este remate se utilizo el mismo zinc y se diseño sobre la marcha sin tener en cuenta ningún referente, por eso se puede presumir de que es único .
La torre ya contaba con cubierta de zinc desde su origen que se data en 1884, algunas reparaciones se habían efectuado, pero las maderas estructurales no soportaron más tiempo las cíclicas entradas de humedad que transmitían los múltiples clavos que fijaban el zinc.
El deterioro era tal que hubo que reponer íntegramente todas las piezas de madera estructurales reconstruyendo de nuevo la torre. Eso permitió diseñar una forma de instalación diferente, destacando con aristas los 16 lados que la forman, logrando así un preciso relieve perceptible desde cualquier ángulo y longitud que se la mire.
¡¡UNA AUTÉNTICA JOYA!! De la que presumimos haber diseñado y realizado siempre con el beneplácito de su propietaria Myríam , directora de decoración Marta y personal de ayuda.
Cambiado totalmente el estilo original, la torre se debería de llamar ahora TORRE DE MYRIAM, pues si la construcción de la edificación se circunscribe al capricho de un Cónsul, no menos interés emocional tiene el empeño de restauración de la nueva propietaria . Si uno la hizo para lugar de descanso, la nueva propietaria la restauró en honor a su padre. Eso me movió a darle singularidad.
Hasta la capital de la comarca de la Cerdaña habrá que desplazarse para contemplar directamente la mansión que allá por 1884 mando construir D. Germán Schirbech, Cónsul de Dinamarca en Barcelona. Entusiasmado el Cónsul de la Villa de la Cerdaña , para sus veraneos, encargó el proyecto de una mansión al arquitecto Salvador Viñals, actuando como constructor el maestro de casas Enric Aleu. la casa quedo bautizada como “RO DE RIGOLISA” En Danés RO significa reposo.
El palacete se Construye en un altozano de la villa. destaca un torreón de planta circular con 8 miradores en su última planta desde los que se puede admirar toda la villa y lejanías, aunque para ello haya que salvar 35 escalones engullidos en forma de caracol que parten dese la última planta de la vivienda hasta la planta observatorio.
La torre poligonal se cubrió con plancha de zinc que disimulaba el polígono haciendo intuir un cono. El deterioro era extremo y de ahí la reconstrución plena de la obra.
Una obra Singular para la historia que se ve por necesidad desde la mayor parte de la ciudad y alrededores lejanos.
Manuel Álvarez
No cabe duda de que el zinc va cobrando cada vez más relevancia en las cubiertas. la generosidad que ofrece de dejarse trabajar, de poderlo moldear a cualquier superficie permiten al buen artesano instalador perfeccionar un “traje a medida” para cualquier tipo de superficie que se quiera cubrir, pudiéndose conseguir cubiertas de singular belleza.
A diferencia de otros materiales, tiene el zinc, de color natural, esa propiedad de ir cambiando de entonaciones que invita a contemplarlo identificándolo siempre con lo que es sin imitaciones.
Son muchos los artículos en los que, desde cumalsa, nos referimos al funcionamiento del zinc, a los malos resultados que termina ofreciendo en pocos años, pero nunca hemos achacado directamente al zinc o a su calidad, aunque conviene mencionar que no todos los tipos de zinc se comportan igual. Siempre razonamos que los resultados ruinógenos del zinc, hasta ahora, nuestros estudios nos permiten decir que deben a instalaciones deficientes o a soportes inadecuados sin más.
Muchas cubiertas se cambian asumiendo que han llegado a su límite por edad y se vuelven hacer siguiendo las mismas pautas primitivas. Sin embargo, otras cubiertas realizadas con los mismos materiales, vecinas a las que se cambian, siguen durando ¿ y eso por qué? la respuesta es sencilla, no se han instalado igual ya que el material es el mismo.
Cuando una cubierta no funciona, por los motivos que sea, el tener que retirarla siempre supone además de un gasto un riesgo decidirse por qué material utilizar finalmente.
Generalmente, el perjudicado con un cargamento de dudas suele acudir a algún profesional que le pueda asesorar y ahí está la clave. La clave está en saber buscar el material que enriquezca la transición, que permita conseguir belleza y singularidad y ahí puede encajar EL ZINC.
En este caso hemos actuado en una edificación encuadrada dentro de un entorno plenamente rural diseñada en su día para cubierta de teja y cubierta con teja estuvo varios años . Adaptarla para cubrirla con zinc no deja de ser arriesgado, no se trata de un ensayo, de una prueba, se trata de cambiar definitivamente la cubierta para verla de perpetuo totalmente diferente.
El zinc da muchas ventajas, la calidad del material puede estar asegurada, la singularidad no ofrece ninguna duda, solo hace falta mimo, buenos conocimientos y no poca profesionalidad para alcanzar el objetivo de conseguir esas prestaciones estéticas y funcionales tan valiosas del metal.
Cada cubierta es diferente, hay que saber buscar el motivo que las haga destacar, bien sea en remates, en formas de instalación, en combinaciones. Como si de una buena sastrería se tratase, a cada cliente o clienta hay que hacerle traje a su medida y si es de buen paño, de calidad, más lucirá.
Manuel Álvarez
INCOMPATIBILIDADES DE LA CHAPA DE ZINC CON OTROS MEDIOS.
Si pedimos asesoramiento sobre el funcionamiento o comportamiento de la chapa de zinc, muy poco, poco o nada nos van a decir sobre las contrariedades y para mas inri los facultativos, en su mayoría, tienen la única información que les llega desde dossieres partidistas enmascarados en algún caso con eso del D.I.T. (documento de idoneidad técnica)
Cuando demandamos información sobre el comportamiento del zinc, Más bien nos van a hablar de lo excelente que es el material, de que sumándole algunos adyacentes, de parte, contaremos con una cubierta eterna. Ya,ya.
¿Por qué fracasan las cubiertas de zinc hechas en unas condiciones determinadas que se conocen?
Es curioso, pero se ha llegado a convencer de tal forma a facultativos que algunos son capaces de proyectar cubiertas con escasa pendiente, atreviéndose a aseverar que cubriendo con chapa de zinc se asegura su impermeabilización, para eso también se atreven a decir que se deben de hacer las chapas de una sola longitud sea la que sea y para ello se basan en que algunos folletos expresan que las chapas se pueden hacer hasta de 12 metros de longitud y para asegurar aún mas se las debe de dotal de una lámina que va a cumplir dos misiones, la de “procurar una cámara de ventilación y a las vez servir como impermeable en el caso de que haya filtraciones. Tratándose de personas de recursos, se supone que de conocimientos de física van sobrados, pero aún siendo limitados en la materia, la simple lógica les podría aunque solo fuese disuadir de que es un error instalar chapas de más de entre 5 y siete metros. Pero bueno, siempre queda el recurso de la lámina, que “tambien es impermeabilizante” el caso es que si no llega la anchura de la carretera pues vamos por el arcén hasta “pegar la leche”. Este no es un artículo científico, por eso me voy ahorrar vocabulario al respecto. Solamente decir que chapas de 7 metros de longitud en adelante corren serios riesgos de roturas y está demostrado, sí, la información es veraz.
Si una estructura de cubierta no tiene pendiente suficiente, pues no se pone zinc y asunto concluido, que el zinc no lo puede todo.
Cada fabricante tiene estudiada su mejor fórmula para conseguir el objetivo que es que su producto sea el más demandado. Hablan de cubiertas frías, cubiertas calientes, zinc de diferentes características. Un amplio surtido de variedades que no deja margen a la indecisión. Es decir, que toda la información está maquinada para hacernos convencer de que siguiendo escrupulosamente las recomendaciones vamos a obtener magníficos resultados. La realidad es muy distinta.
No hay prácticamente límites para realizar cualquier tipo de cubierta con chapa de zinc, existen soluciones para todo, el caso es que la cubierta lleve zinc y a poder ser de la marca interesada. La chapa de zinc para comercio, para cubiertas, se fabrica en unas condiciones y normas determinadas pero, cada fabricante parece ser que le da su toque particular y el de su casa siempre supera a los demás. En definitiva, que nunca nos van a decir que el zinc puede resultar ruinoso en breve periodo de tiempo, que puede corroerse, romperse, degradarse etc, etc.
No puede decir este autor que el zinc no sea material apto para su utilización en cubiertas, es más, lo defiendo como optimo y de muy buenas prestaciones. Pero siendo perfectamente servible, realizándose trabajos al dictado y consejos de fabricantes ¿ por qué llegan a arruinarse muchas las cubiertas, por qué acusan diversidad de patologías que desembocan en imposibilidad de arreglo definitivo?
Tenemos la magnífica oportunidad de comprobar resultados muy adversos que llegan incluso a la ruina total de la cubierta, es decir, sin ninguna posibilidad de poder ser arreglados. Nuestras investigaciones nos llevan a la certeza del origen de las patologías que venimos encontrando. Por absurdo que parezca, tras una cubierta ruinosa, yo sigo la chapa de zinc para arreglar la misma cubierta. Con esto queda despejada nuestra confianza, por el momento, en la chapa de zinc y su empleo en cubiertas.
Al hilo de los resultados adversos; se da la circunstancia de que a la hora de pedir explicaciones sobre ciertos comportamientos adversos, nadie sabe dar las convincentes explicaciones. Pongámonos en el caso: Una cubierta presenta cualquier anomalía, lo inmediato es una reparación exenta de la más mínima explicación. Reparaciones que por sistema se realizan sin darle la menor importancia y así se utilizan mayormente engrudos de masillas, siliconas o cualquier cosa que pueda pegarse a fin de tapar la grieta. Es decir, no se analiza el porqué se produjo la grieta, por tanto no se puede predecir el alcance final.
El deslumbramiento de tener una cubierta de zinc como algo de incuestionable calidad, ya que así nos lo han vendido, conlleva a la comodidad, muchas veces confusa, de pesar que tenemos algo inmaculado que de ningún modo nos va a acarrear problemas, no siempre es así. La confianza nos descuida de hacer cualquier tipo de exploración o visualización de mantenimiento hasta que llega la sorpresa.
La chapa de zinc únicamente va a acusar defectos derivados de una mala ejecución, de incompatibilidades con los adyacentes y los menos causados por elementos que pueda portar la atmósfera y así definimos: mala ejecución como falta de oficio o incuria a la hora de ejecutar los trabajos. Incompatibilidades como contacto de la chapa de zinc con elementos que van a provocar interacciones o formación de pilas en las que el zinc actúa como ánodo, elementos que pueda portar la atmósfera como ácidos volátiles orgánicos que depositados sobre la chapa interaccionen con ella provocando la corrosión.
Las consecuencias de los defectos mencionados son siempre la perdida, por zonas, de la impermeabilidad de la cubierta. En cualquiera de los casos, las patologías son de avance muy lento y comienzan por microscópicas fisuras, picaduras roturas que van a permitir tímidas filtraciones de agua que se suelen quedar custodiadas en las láminas que nos suelen recomendar, es decir, que no nos preocupan ya que ni las conocemos. Estas micro patologías van a iniciar un proceso de desgaste en la chapa progresando en aumento permitiendo cada vez más paso de agua, la que llega a vislumbrarse en el interior de las habitaciones. Sucediendo esto comienza el calvario de las reparaciones, que se irán sucediendo hasta terminar asumiendo la retirada de la cubierta ya que nadie sabe o quiere decir que pasó. El instalador que si el Arquitecto, el Arquitecto que si el fabricante, el fabricante que si el instalador, la atmósfera, el arquitecto o la providencia divina con tal de no asumir que se hizo una mala planificación y se realizó la cubierta de forma inadecuada . En la mayoría de los casos se tiene que cargar con el daño el mismo que lo sufre, es decir, la propiedad.
la chapa de zinc reúne todas las características de servivilidad si se instala siguiendo las recomendaciones de quien lo vende o instala ¿qué motivos le llevan a la ruina? si existe el daño existe la causa, por tanto se tiene que conocer y darla a conocer a riesgo de lo que ello conlleve.
Por los datos que tenemos, contamos con la certeza de la incompatibilidad de las chapa de zinc con algunos elementos muy utilizados en las cubiertas. Tengamos en cuenta del escaso grosor de la hoja de zinc, se vienen empleando grosores mayormente de 0,65 mm. Cualquier merma de masa que se provoque en la chapa, debilita sustancialmente su resistencia. Si hablamos de corrosiones, hablamos de mordeduras que con su solo inicio, por el escaso grosor de la hoja, pueden ser suficientes para originar una pequeña perforación. Evidente que a más grosor más tardanza en la perforación, entendiendo así que el grosor no exime de las incompatibilidades, en cualquier caso en raras veces se va a llegar a un grosor máximo de 0,8 mm.
Entre las más destacadas patologías nos encontramos las corrosiones. Hemos escrito multitud de artículos en la línea de las corrosiones en la chapa de zinc y porque se producen. Cierto es que los orígenes de las corrosiones pueden ser distintos pero siempre prima la incompatibilidad.
Hay algo que llama la atención: se recomienda que el zinc ha de tener una cámara de aire interior que se procurará con las más variopintas láminas, llama igualmente la atención que se promocionen las láminas adornándolas de majestuosidades, bueno que si no llevase lámina no pasaría nada, ya que existe zinc acabado por su parte interior con film que aseguran con absolutas garantías. A todo esto se las llama cubiertas frías, calientes y no sé si estarán en marcha las templadas. El caso, y ya lo comente, es que para el que lo vende, el zinc no tiene límites. Si no se pone la lámina, que vale una pasta, hay que poner el zinc con film interior que también vale una pasta. Todo esto se traduce, a mínima reflexión, que en la parte interior del zinc, en la cámara oculta, algún fenómeno puede haber oculto que si no se protege adecuadamente la chapa se arruina y claro, proteger adecuadamente la chapa aporta muy buenos beneficios económicos a quienes la venden , ya que sus láminas son las mejores y al instalador le reportan un buen repunte. ¿y si dijésemos que otrora no se conocían las láminas, que hacían cubiertas desde la absoluta austeridad, sin sofisticados artilugios y que las cubiertas duraban más que ahora? Ellos, nuestros predecesores, instalaban zinc natural sin más y ahí están aún sus obras, eso sí, procuraban un buen soporte, un soporte compatible y se cuidaban de hacer excelentes soldaduras de estaño ya que no conocían las masillas, masillas hasta tal punto empleadas que forman parte del atuendo de muchos instaladores que han cambiado el soplete de estañar por la máquina de aplicar masillas.
El zinc, demostrado está que es incompatible con los ácidos, también con las bases y ahí está una de las claves.
Manuel Álvarez
CREYENDO HACERLO BIEN SALE MAL.
No vasta con solo con copiar detalles y poner empeño, los conocimientos son imprescindibles para saber si lo que se copia es o no de aplicación a lo que queremos hacer. Quien sabe el resultado del original es quien lo ideó a posteriori.
(nº1 plano de cubierta) sobre la que vamos a tratar.
la estructura de cubierta parte de un forjado plano de hormigón que figura como techo de la última planta. ( nº 11) Tal estructura se configura, para dar una mínima pendiente, a base de tabiques de ladrillo y correas de hierro, en sentido perpendicular a las mismas se asienta un entablado de madera, separadas las tablas entre sí y fijadas directamente a las correas mediante elementos mecánicos roscantes tal como se señala en la siguiente imagen.
(nº 2, entablado de madera directamente, tabla directamente sobre los perfiles)
posteriormente se instala la chapa de zinc directamente sobre el entablado . Toda la cubierta vierte a una sola agua desembocando en un canalón que se señala con una línea roja, ( nº1, plano de cubierta) .
-En un buen hacer , se hizo un corte trasversal a las chapas, (se marca con línea negra, (nº 1 plano de cubierta) . Tal corte viene a consecuencia de aligerar la dilatación individual de las chapas ya que de hacerlas en una sola pieza serían excesivamente largas, conllevando el consiguiente riesgo de roturas que pueden significar las dilataciones. Pero , este encuentro trasversal requiere resolverse de forma eficaz ya que primero, la cubierta tiene muy poca pendiente y segundo, supone un punto crítico ya que actúa como línea de fuga del gas (vapor) que se almacene en el espacio interior, también puede actuar como línea de succión, haciendo llegar a la dicha cámara aire húmedo del exterior. Tal remate trasversal se ha resuelto como se observa en la imagen nº 3 ilustrada en el detalle nº 1. Tajantemente, el remate trasversal está técnicamente mal realizado y con agravantes que acarrean serios perjuicios.
(nº 3. )
(detalle nº1)
-No hizo falta una visualización exhaustiva ni minuciosa para ver el daño ruinogeno que presenta la cubierta ya que es macroscópico y se ciñe, en primer estudio, a una corrosión avanzada en toda la longitud de la línea de corte trasversal (línea negra del plano de cubierta ) . La ruina, se localizo hace algunos años y se trato de reparar mediante pinturas y apósitos visibles que se pueden ver localizados en las siguientes imágenes.
(nº 4 y 5, reparaciones con telas adhesivas )
A parte; se visualizan otra serie de indicios genéricos que probablemente terminen perforando las chapas, algún punto ya paso del indicio a ser visible la perforación según se observa en la siguiente imagen nº 6.
(nº 6)
(nº 7 )
(nº 8 )
(nº 9
se señalan con círculos rojos los puntos de contacto de los tornillos con el zinc, tales tornillos se ven en la imagen nº 3 en rojo ).
Independientemente de esas anomalías genéricas que presenta la cubierta , que obedecen a motivos fáciles de entender ya que se trata de una falta de cuidado a la hora de fijar las tablas que para más inri se fijan directamente contra la estructura de hierro. Aunque no puedo confirmar si es en toda la superficie, si puedo asegurar que la mayoría del clavazón sobresale de la superficie de la tabla, a consecuencia roza la chapa y así se visualiza en aumento sobre una buena parte de la superficie de la chapa (ver imagen nº 3 círculos en rojo, 7, 8 y 9). Ya en por si no pueden sobresalir las cabezas de los clavos sobre la superficie de la tabla, si a ello le sumamos que van unidos a una estructura metálica supone automáticamente una interacción galvánica que condena al metal de menos potencial a su oxidación en beneficio del que entra en reducción. En este caso, es el zinc el perjudicado.
Sin embargo, la ruina de la cubierta, de momento, se presenta en esa zona lineal de encuentro trasversal de las chapas, ruina que se identifica como una corrosión de carácter electrolítico avanzada de la chapa de zinc que desemboca en su total destrucción. A esa consecuencia, para evitar la entrada directa de agua, se ha cubierto esa superficie dañada con láminas adhesivas.
No me es desconocida la patología definida como corrosión de carácter electrolítico, la podría parangonear con otras muchas conocidas que se producen en el mismo punto de encuentro, pero se da la circunstancia de que en este caso, la chapa de zinc, independientemente de descuidos, incurias o falta de conocimiento, está instalada sobre el soporte más idóneo. Desde esa perspectiva, es difícil entender que se pueda producir el fenómeno de la corrosión. Merece por tanto de un análisis detallado, ya que este caso concreto se disocia de otros similares, si bien la corrosión se produce por los mismos principios ,la causas origen pueden diferir unas de otras aún para llegar al mismo fin.
El solo hecho de cortar las chapas para favorecer las dilataciones indica que quienes planificaron la cubierta gozan de meridianos conocimientos sobre el comportamiento del zinc o sencillamente copiaron algún detalle que es lo más probable. Sin embargo, esa presumible sapiencia no va en concordancia con las siguientes fases de la instalación. No hay homogeneidad en las secuencias de instalación, no van en el mismo orden de sabiduría, es más, denotan una absoluta ignorancia (ser legos en la materia) , que no concuerda para nada con el presumible conocimiento inicial. llama la atención que se hayan claveteado las chapas en las zonas más críticas, pues si se cortan las chapas para que puedan moverse y luego se clavan, no hace falta acudir a la física para reconocer que se agrava el problema y que hubiesen quedado mejor sin cortar. Lo más paradójico es clavar las chapas con puntas de hierro. (imagen nº 3, círculos negros. imagen 10 ) , y detalle nº 2.
Sabido es que el zinc no puede entrar en contacto con el hierro ya que termina siendo destruido por corrosión galvánica. Esto sería suficiente para concluir este informe, es bastante este extremo para terminar arruinando la cubierta, no solo por corrosión también las chapas son susceptibles de sufrir roturas por tensión ya que en estos puntos se entorpecen sus movimientos obligados por dilatación o contracción.
Con todo, hay que pararse a conocer el porqué la chapa se corroe inicialmente en la zona especificada , coincidiendo en toda la longitud de la junta trasversal, insisto que no me es desconocida la patología ya que es la que más se repite, pero en este caso merece de un estudio diferente por estar el zinc instalado sobre un soporte recomendable.
Sirvan las siguientes ilustración hecha a este propósito de explicar el fenómeno enemigo de la cubierta.
(nº 11)
(nº 12)
Hemos de centrarnos en el encuentro trasversal para desgranar en origen del fenómeno de la corrosión. Si regresamos a la imagen nº 3 y detalle nº 1 (imagen que se corresponde al momento de realizar los trabajos, veremos que se ha puesto una pletina longitudinal soldada que sirve de enganche para la siguiente chapa que irá remontada (detalle nº1) , tal remonte o solapado de las chapas se hace a propósito de asegurarse que el agua, en regreso, no rebase es final de la chapa inferior. Parémonos aquí ¿ de qué sirve que las chapas se remonten en amplitud si tenemos una pletina longitudinalmente de unos 9 cm de ancho y soldada? Ni que decir tiene que el resto de la chapa hacia atrás queda sin servicio. (ver imagen nº 13)
Esa parte de chapa que queda sin servicio es precisamente la que esta claveteada y además queda próxima o pegada a la superior. Es decir, el verdadero detonante del daño.
En el siguiente detalle, nº 13, se indica como vapor del que se encuentra en la cámara interior, muy probablemente enrarecido con diversas miasmas, con gases químicos volátiles orgánicos, tiende a salir entre las dos chapas, la pletina soldada le supone un obstáculo y en tanto no ejerza presión que le permita ir saliendo, ese vapor quedará custodiado entre las chapas, un obstáculo más a su salida le supone la presión exterior. El vapor que pueda quedar atrapado al irse saturando dejara depositadas pequeñas gotas de agua pegadas a las chapas, sin contar con lo que se pueda destilar, en este proceso de humectación intervendrá la acción de los clavos de hierro ante lo que el zinc reaccionará, al principio con una tímida corrosión, una vez iniciada la corrosión el avance es rápido para terminar en la destrucción total de la chapa que es justo lo que ahora demuestra.
(nº 13, detalle)
Con todo lo expuesto, queda explicado el origen de la corrosión , en este caso, en el punto de encuentro de las chapas. que se traduce a: Una cámara de aire reducida entre la chapa y el forjado, a dicha cámara llega aire húmedo y vapor probablemente enrarecido por elementos químicos volátiles orgánicos que por presión osmótica llega desde el interior del edificio. Dicho vapor, siempre moviéndose en sentido ascendente, físicamente tiende a ocupar cualquier espacio, entre esos espacios se encuentra a mitad de camino y en toda la longitud el remate trasversal de las chapas muy propicio para la salida del vapor y ahí, en parte, se quedará atrapado, encontrándose a la vez con una temperatura inferior que le provocara la destilación, así, la humedad que se produzca sirve de electrolito provocando la pila entre los clavos y el zinc a la vez que, por ser la molécula del agua mono polar, puede provocar la interacción entre las dos chapas del mismo material zinc. En cualquier caso, basta con que se inicie la corrosión para que desemboque en una ruina generalizada.
Manuel Álvarez.
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CUBIERTAS DE CHAPA DE ZINC.
INVITAMOS A NUESTROS LECTORES DISPUESTOS A CONSUMIR UNA CUBIERTA DE ZINC, A QUE ANTES DE DISPONERSE A HACERLA REPASEN ALGUNOS DE NUESTROS ARTÍCULOS RELACIONADOS CON EL COMPORTAMIENTO DE LA CHAPA DE ZINC EN CUBIERTAS, O SE SURTAN DE INFORMACIÓN AL RESPECTO. (SON MUCHAS, DEMASIADAS LAS CUBIERTAS DE ZINC QUE PRESENTAN RESULTADOS NEGATIVOS QUE SE PUEDEN ATRIBUIR MAYORMENTE A LAXITUD EN LA NECESARIA PLANIFICACIÓN)
El zinc se utiliza en construcción como material de cubrición desde hace muchos años, si bien en las últimas décadas su empleo ha sido masivo al menos en nuestro país, aunque en la actualidad está mermando su empleo . El zinc de comercio, llamado natural, que se emplea para cubiertas , tiene un color blanco agrisado con viso azulado y lustre metálico intenso, color que una vez instalado pronto desaparecerá. (ver cambio de color en la chapa de zinc)
Antaño se empleaba la chapa de zinc para la cubrición de edificios muy singulares y ornamentaciones destacadas, curiosamente se observa más en ciudades portuarias quizá por las facilidades del transporte y la importación de otras culturas.
La instalación antiguamente era muy artesanal, las ornamentaciones eran de serie, estampados idénticos que se repetían en la mayoría de los ornamentos. Fuera de nuestras fronteras,en diversos países, se pueden contemplar remates estampados procedentes de una misma fábrica. Diferentes culturas arquitectónicas han utilizado mucho el zinc en sus edificios emblemáticos, tanto para cubrirlos como para adornarlos con majestuosas cúpulas, linternas y chapiteles. Podemos contemplar algunas edificaciones muy antiguas cubiertas con “tejas de zinc” romboidales o de pico, que en la actualidad están casi intactas, lo que viene a significar que el zinc es metal fiable.
En España a diferencia de otros países con más cultura en la instalación, el trabajo de colocar el zinc se reservaba a los hojalateros, por aquello de que sabían estañar y contaban en sus talleres con herramientas con las que podían manufacturar las chapas, generalmente alguna plegadora. El empleo principal dela chapa de zinc era en canalones, bajantes y escasas cubiertas de chapiteles, miradores, fachadas o algún que otro palco ornamentado en plazas públicas. Todas las instalaciones estaban lejanas de los sistemas que se siguen en la actualidad. Todo lo que nos encontramos de antaño esta realizado con juntas en lo que media una pieza longitudinal de madera de pinus, se le suele llamar junta belga, también junta de listón. Para darle más ímpetu,nos orientan hacia un listón de forma trapezoidal, curiosamente no hay concordancia en como se instala, unos dicen que apoyado por la base mayor, otros que por la menor, Nuestros antecesores se limitaban a un rastrel cuadrado o rectangular sin más.
A diferencia de España, En otros países si podemos ver edificios muy antiguos cubiertos totalmente con zinc. Curiosamente aquí , hasta hace unos años hemos contado con una importante fabrica de zinc, concretamente en Lugones (Asturias) , la que se llamó Asturiana de zinc, allí se laminaba también zinc para construcción y se servía generalmente en chapas de 200×100 cm. las que conocíamos para su empleo en cubiertas se sellaban con los números 10,12 y 14. Ello no ha significado que el zinc se emplease como material principal de cubrición en nuestro geografía, pues le superaban la pizarra y la teja. Más bien se utilizaba para ornamentaciones, cúpulas, chapiteles, algunas cubiertas de edificios muy singulares y en zonas muy determinadas. Si ha tenido una presencia muy activa en todas las cubriciones de pizarra, toda la rematería se realizaba con chapa de zinc, en contadas ocasiones con plomo y una mínima presencia de cobre; lo mismo sucedía en las cubriciones de teja. Era de tal importancia económica la repercusión de los “forrados metálicos” así se los llamaba, que una cubierta que llevase pocos remates no interesaba, hasta el punto de que cuando se empezó a implantar el zinc como material principal, los precios que suben y los avispados que se dan cuenta , de un acelerón descubren el aluminio lacado en negro o la chapa lacada que como es negra también y conjuga con la pizarra, ala, el zinc ya no es tan bueno, para hacer cubiertas si, pero para los remates no y eso solo porque el sustituyente es de color negro. (Conscientes del interés de nuestros lectores, de estos cambios interesados de costumbres hablamos en nuestro apartado técnico)
El bum de construcción que hemos vivido trajo consigo el empleo masivo de materiales que apenas antes se empleaban. El Zinc, sin lugar a dudas, se adapta a cualquier tipo de construcción y aunque sea cosa discutible no deja de aportar cierta identidad asociada con la calidad. A la vez que se promocionaba el empleo de zinc en cubiertas empezaron a aparecer máquinas, herramientas más diferentes para realizar los trabajos de manufacturación, también diferentes ofertas de acabados y accesorios que los mismos vendedores facilitaban a los espontáneos instaladores. La falta de oficio y escasa cultura en el conocimiento del comportamiento del metal, no tardo en dejarse notar con resultados muy negativos incluso la ruina de muchas cubiertas.
A la hora de planificar una cubierta de chapa de zinc, es primordial tener en cuenta algunos factores, por ejemplo: la ubicación de la edificación, su complejidad y muy importante el soporte, entendiendo este último como elemento sobre el que la chapa va a descansar y a estar en contacto permanente de por vida. Igualmente es importante el definir bien los diversos remates y el modo de resolverlos. Partiremos de la base de que la chapa de zinc tiene muy poco grosor, tiene un coeficiente de dilatación muy alto (2,9 mm. a 100°), La dilatabilidad del zinc cambia a diferentes temperaturas. Se debería tener un escueto conocimiento físico químico del comportamiento del zinc antes de acometer cualquier trabajo. Comparando con el cobre otro metal muy empleado y para el que se siguen protocolos de instalación similares, el zinc es ligeramente más blando y aunque se trabajan de forma similar requiere minuciosos cuidados. Su maleabilidad es mucho menor que la del hierro. Se trabaja mejor en caliente, hasta 15°, pero a 200° es más quebradizo que a temperatura ordinaria. Téngase en cuenta que entre 80 y 90° el zinc se ablanda marcadamente, por encima de 90° se va endureciendo con rapidez, de modo que el metal a 110° se comporta como a 30º. Fuera de que es más quebradizo, de 110° en adelante el zinc va ablandándose ligeramente al subir la temperatura hasta 200° y probablemente hasta 250°. Estos factores han de tenerse en cuenta a la hora de perfilar, plegar o golpear la chapa, sobre todo en épocas de frío. Con temperatura muy baja el zinc rompe con mucha facilidad, para evitarlo algunas veces se acude al calentado de la chapa de forma descontrolada y se puede conseguir lo mismo o peor que si se trabajase en frío. Lo mismo sucede cuando se estaña en uniones que requieren de soldadura,( tema del que hablaremos en otro apartado)
Kalischer encontró que la densidad del zinc a 0° era 7,1812 ascendiendo después de calentar a 320 hasta 330° a 7,1841. otros investigadores tales como Kuhlbaum, Rot, y siedler encontraron otras densidades para el zinc en diferentes estados, textos al alcance sitúan la densidad en 7,14. Es de potencial negativo (-0,76) con respecto al hidrógeno, por tanto tendente a ceder electrones y quedando a la postre con carga positiva, por otra parte su coeficiente de dilatación lineal por el calor es muy alto 0,00002905 y el cúbico entre 0 y 100° 0,000089. Por calefacción es el material más dilatable algo más que el plomo y dos veces y media más que el hierro forjado.
Se debe atender especialmente a procurar que las chapas de zinc en su instalación gocen de libertad para moverse y su soporte sea compatible. A diferencia de lo que se suele recomendar como una cámara de ventilación efectiva, si tenemos en cuenta algunos resultados, la cámara de ventilación es de dudosa necesidad o al menos utilizando materiales compatibles, no la consideramos estrictamente necesaria. Volvemos a insistir que es más importante que el soporte no ofrezca dudas. También se debe huir de hacer chapas demasiado largas, más recomendable es hacerlas cortas, no más allá de los 5 metros cuidándose de que las fijaciones garanticen la movilidad. Por supuesto, los encuentros y remates, si no se pueden garantizar con pliegues hay que utilizar estaño al 50%, huir de emplear estaño al 30% y jamás resolver con masillas o siliconas. A ser posible, la estructura ha de tener suficiente pendiente para que al menos no haya posibilidad de que quede agua estancada, pues en las zonas de estancamiento se suelen acumular residuos sólidos, estos pueden portar ácidos orgánicos, a la vez que terminan siendo altamente higroscópicos y pueden provocar corrosiones en la chapa. En cubiertas que por necesidad tengan poca pendiente se debe procurar alguna limpieza máxime si hay vegetación arbórea cercana.
La chapa de zinc, en la actualidad, se sirve mayormente en bobinas de diferentes tonelajes, también de diferentes grosores y acabados. Con esto tenemos suficiente para proyectar el tipo de cubierta de que se nos antoje. Importante tener en cuenta que los diferentes acabados son solo superficiales de la chapa que en teoría se van a ir degradando en el tiempo, si bien ofrecen, a priori, una acabado diferente. Si tomamos como base la chapa de zinc de acabado natural, nos referimos a metal de color plateado muy brillante, que se va a ir transformando en su parte vista. Ya lo dictamino W.H. Seamón que el zinc mismo resulta protegido por la capa que el se forma por la acción del aire, él mismo decía que parecía ser que dicha capa hace al zinc muy resistente aún para el agua que contenga 0,5 gr, de anhídrido sulfuroso o de anhídrido carbónico por litro. A consecuencia de la combinación con el aire húmedo de la atmósfera renovada va a ir creando una capa de carbonato básico e hidróxido, lo que tradicionalmente se llama pátina, ella va a proteger la chapa, su color termina en un gris mate, entendiéndolo como oscuro y sombrío.
Si tenemos en cuenta que la reacción del zinc estando a la intemperie es inevitable y a la vez necesaria, pues el recubrimiento de la capa de carbonato va a ser homogénea protegiendo toda la superficie y así a evitar las posibles agresiones atmosféricas u otras. Es de entender que la degradación de las chapas que se sirven provistas de diversos acabados a la hora de irse degradando tales acabados, las degradaciones no van a ser ni excesivas ni homogéneas, entendiendo que más bien van a ser puntuales, por tanto nos sería fácil deducir que en aquellos puntos en los que vaya quedando el zinc sin la previa capa, se van a producir la típica reacción soltando a la vez hidróxido, pero el punto que reacciona no se va a ver favorecido por otras aportaciones próximas, lo que significa que se va a ir perdiendo materia sin compensación y ello podría provocar alguna picadura, aunque esto no esté científicamente comprobado, si vemos que los pre-patinados son más proclives a reacciones dudosas.
SOPORTE PARA CUBIERTA DE CHAPA DE ZINC
Mención destacada merece este apartado. El soporte, más allá de los cuidados a tener en cuenta en el momento de la instalación, tiene una importancia vital para la ulterior vida del zinc, se vienen manteniendo una serie de teorías respecto al comportamiento interior de la chapa de zinc y se da como solución más fiable la de procurar una mal llamada cámara de ventilación, se suele aconsejar una lámina alveolar, la mal llamada lámina de ventilación. Entenderíamos mejor si precisásemos diciendo por ejemplo que es una lámina de polietileno de nódulos intercalados ( erosiones) elementos que permiten cierta circulación de aire entre la lámina y la chapa. No todas llevan como componente único el polietileno, Eso si, el nombre comercial en muy importante, pues parece ser que no todas las láminas tienen las mismas prestaciones . Ha surgido un gran dilema de si unas son mejores que otras, todo a consecuencia de que se están manifestando corrosiones importantes en las hojas de zinc, no falta algún alquimista que atribuye a las corrosiones como causa algunas marcas de la dichosa lámina, si bien tienen la solución recomendando otras como majestuosas que para darle más ímpetu y credibilidad las etiquetan con unos precios desorbitados. El caso que los vendedores les atribuyen resultados magistrales a cada cual venden. Cuando surge este tipo de debates se llega a la conclusión de que algo de turbio hay, ¿ si unas son mejores que otras y de ellas puede depender en cierto modo la durabilidad del zinc, Si entendemos la cubierta de zinc como duradera, que pasa con las que ya tienen puesta esa lámina “mala ” o no tan buena? . Los diversos estudios, las numerosas pruebas y ensayos, la numerosa información que llevo contrastando me van haciendo llegar a ciertas conclusiones que en otros textos voy desgranando, como avance puedo decir que igual los que hablan de la lámina como posible elemento causante de las corrosiones, sin tener en cuenta lo que se entiende como corrosión polimérica, carecen de razón, aunque sí, algo puede tener que ver la lámina, pero no tanto como los ayunos creen. Si desgranamos teniendo en cuenta diversos factores químicos y físicos muy complicados, que no son desconocidos, puede que encontremos alguna reacción entre la lámina y el zinc, pero vamos a ser claros y decir que la verdadera misión de la lámina es separar el zinc del soporte y eso es lo que debe mantener, mantenerse inalterable para conseguir en el tiempo un perpetuo aislamiento entre los elementos madera, tableros u otros incompatibles y zinc. En el contraste de información me he encontrado algunas empresas se atreven a promulgar que la cámara de ventilación es imprescindible sin dar el más mínimo razonamiento, aportando como aval científico el de la auto alabanza de decir que se llevan “x” años el sector. No tengo ningún reparo en decir que en un principio he aconsejado lo de que la cámara de ventilación era absolutamente necesaria, como igualmente era absolutamente profano en el conocimiento del zinc, seguía las indicaciones de vendedores de reconocidas firmas alentado a la vez por providencia divina, bien es cierto que siempre realice, inconscientemente, cubiertas sobre maderas que al final me he dado cuenta que son compatibles, eso sí, sin tener idea. Después de diversos estudios, prácticas y años de investigación, se llega a la conclusión de que los que aconsejaban no tenían ni puñetera idea y si la tenía la ocultaban. Era más importante adornar el producto zinc,, del que la madre Marketing cada poco paria una novedad más novedosa, asistiéndole de las infalibles herramientas, las máquinas y los adyacentes homologados, todo homologado y con ello se conseguiría una cubierta inigualable, Permítase una expresión muy utilizada en las redes sociales, ” ja,ja y muchos jas” ¿ y cuando el zinc se corroe que?, nadie se atreve a difundir conclusiones mínimamente concretas, puede que la lámina, agentes atmosféricos instalaciones deficientes o algún espíritu toca narices sean los causantes.
Lo de que el zinc es un material apto para cubiertas jamás lo vamos a poner en duda, ni vamos a entrar en este apartado en el organismo del mismo para destripar todos sus componentes, aburrirían sabiendo que estamos ante un metal de calidad y eso encierra suficiente como para fiarse de él. Claro, si se ven resultados negativos hay que averiguar el porqué y dignamente informar, pese lo que pese y a quien le pese. Igual si los fabricantes se dedicasen a vender zinc informando debidamente y dejarse de aconsejar hasta casi imponer complementos mágicos sin contrastar en el tiempo, quien sabe, posiblemente los resultados podían ser otros. Ya desde 1805 en que Jean–Jacques Dony Daniel, estableció el sistema belga de producción, investigadores de prestigio dan como óptima la hoja de zinc para su empleo en cubiertas advirtiendo que no debía sujetarse con clavos a las maderas pues resultaría pronto corroído por los ácidos de esta última. si bien daban como buenas las pináceas. Aquellos de la época no eran muy claros a la hora de dar detalles, sabido es cómo se lleva esto de las investigaciones y cómo actúa cada investigador a la hora de dar a conocer sus tesis, pero no estaban ayunos de razón ya que es verídica la repercusión negativa de algunas maderas hacia el zinc. Por otra parte, podemos asegurar que lo de ser imprescindible la cámara de ventilación en sentido genérico es rigurosamente falso, pues tenemos datos de cubierta sometida a humedad constante durante años suficientes para poder asegurar que no a tenido la más mínima repercusión negativa, Igualmente tenemos datos de cubiertas realizadas hace más de 30 años estando el zinc instalado sobre cartón sin ninguna cámara de aire intermedia, sin embargo si tenemos datos que con la majestuosa cámara de ventilación en corto periodo de tiempo el zinc terminó corroído en diversas zonas. y otros de igual o peor resultado en zinc instalado directamente sobre láminas lisas. Por el simple hecho de dotar la parte interior de esta lámina parece ser que queda todo resuelto, pero la realidad es en muchos casos bien distinta, pues vamos encontrando cubiertas con corrosiones importantes y en su mayoría están dotadas de este sistema de lámina intermedia. Nuestra opinión es que estas láminas sirven únicamente para separar la chapa del soporte que generalmente suele ser tablero aglomerado. Pues es bien sabido que la mayoría de los tableros portan un PH muy alto en acidez por debajo de 5 y ello termina repercutiendo en la chapa si hay algún tipo de comunicación acuosa, pues ella terminará haciendo de electrolito y se formara una pila entre el tablero y la chapa, cediendo electrones el zinc y quedando con carga positiva, a la postre corrosión garantizada. Si atendemos a las indicaciones de antiguos investigadores, no hay conclusión definitiva si de no existir solución acuosa puede incluso repercutir la negatividad.
Nuestras recomendación es procurar un soporte a base de tablas de madera de pino, sabido es, por estar así demostrado, que la madera de pino está con un PH entre 5 y 7, por ello es perfectamente compatible y se puede poner el zinc directamente sobre ella, si conviene que la tabla este un poco separada para favorecer el paso de aire. Se está observando que aunque se produzcan condensaciones no afectan negativamente al zinc. Sin duda que el soporte de tabla puede resultar un poco más costoso que el tablero, pero el resultado justifica con creces la diferencia de precio que pueda haber. La formula más recomendable es instalar rastreles de madera en el mimo sentido de las pendientes, estos rastreles de 40 x 30 mm. fijados al soporte estructural, bien sea hormigón, o incluso tableros tipo sándwich, llevarán una separación entre 35 y 50 cm. Posteriormente y en sentido perpendicular se realizará el entablado con tablas de no más de 15 cm. de ancho por 22 mm. de grueso, clavadas convenientemente de tal forma que las cabezas de las puntas queden incrustadas y separadas las tablas entre si no más de 20 mm. De esta forma quedara garantida una cámara de aire. Se debe de tener en cuenta, que el zinc no debe de estar en contacto con otros metales, ejemplo el hierro y a ser posible se debe de evitar que reciba aguas procedentes de otros metales, pues ellas pueden transportar iones y repercutir negativamente en la chapa.
LA INSTALACIÓN
Elegiremos un grosor de chapa no exagerado, pero si abundante, se suele comercializar en muchos espesores, podemos citar 0,5, 0,65, 0,7, 0,8, 1 mm. …. 0,7 mm. puede servirnos. De aquí podemos calcular el peso por m/2 que se despejara multiplicando el espesor por la densidad. A ello le añadiremos un porcentaje dependiendo de la complejidad de la cubierta, generalmente se viene aplicando un 25%. Si es junta de listón se puede incrementar un 5%..La chapa de zinc para cubiertas viene regularizada, pueden conducirnos a engaño algunos añadidos tales como “aleado al cobre titanio”. Lo que muchos dan en llamarlo zinc titanio, la realidad es que estos aportes en la fundición son ínfimos y lo vemos más como una cuestión de marketing. Si nos hemos percatado que no todos los fabricantes presentan la chapa con la misma textura de la misma forma que el comportamiento a la hora de irse creando la pátina no es igual en todos. Aunque en términos generales podríamos confiar en que el zinc que está en el mercado es perfectamente apto.
Los sistemas de instalación se mueven entra la junta alzada o la junta de listón. En raras y especiales ocasiones se utiliza también la junta plana. Ofrece cada una de ellas un aspecto muy diferenciado. Tengamos en cuenta que la junta de listón va a presentar un volumen de unos 6 cm. aproximadamente y la junta alzada 2. La junta plana se eleva 1 cm. por la anchura que se le quiera dar.
La junta alzada, es la más extendida, la chapa se manufactura en máquinas especiales que por un sistema de rodillos la van moldeando a ambos lados de tal forma que posteriormente se pueden ir uniendo unas chapas con otras para terminar “engatillandolas” las fijaciones se hacen con grapas que pueden ser fijas o móviles, las móviles permiten el movimiento de las chapas. Este tipo de instalación es mucho más cómoda rápida, a la vez conlleva menos material que la otra citada. Se debe tener especial cuidado a la hora de perfilar, la máquina debe de estar bien ajustada para que la chapa no sufra al irse doblando a la vez también hay que procurar que haya una temperatura más bien elevada , el mismo cuidado, en cuanto a la temperatura habrá que tener cuando se trabaje la instalación y sobre todo cuando nos dispongamos a hacer los engatillados, una temperatura baja puede facilitar la rotura del zinc. El factor temperatura, se debe de tener en cuenta sea cual sea el tipo de instalación. En épocas de invierno, cuando es necesario hacer pliegues, se suele ir calentando previamente la chapa.
La junta plana se suele utilizar para cubriciones muy especificas, de muros, aleros, techos u otras en las que no conlleven mucho o ningún riesgo, pues no son tan seguras como cualquiera de las otras.
Ni que decir tiene que en cualquier tipo de instalación que dispongamos hacer, se debe procurar que las chapas gocen de plena libertad para moverse, no han de estar en contacto con otros elementos metálicos o propios de construcción, se debe aportar algún separador. Laminas de zinc, aplicadas directamente sobe ladrillos que contengan al menos 1,4% de sales solubles en tiempo húmedo inmediatamente se corroen.
Los remates han de resolverse mediante pliegues, engafetados u otros que garanticen la estanqueidad y por supuesto no ofrezcan riesgo de resquebrajarse. Ante la duda se puede acudir al estañado de uniones. Nunca se acudirá a resolver uniones mediante remaches, masillas o siliconas. Cualquier oficial ha de gozar de destreza y habilidad suficiente para resolver los remates debidamente con el propio material, para ello hay herramientas especiales que permiten hacer cualquier tipo de trabajo complicado con las máximas garantías.
LOS CANALONES
Especial importancia tienen los canalones en una cubierta. Creemos que por motivos estéticos, se tiende a proyectar canalones interiores, lo que lleva implícito asumir un importante riesgo, pues cualquier fuga va a repercutir directamente en el interior y se termina sabiendo cuando el agua se hace visible y a traspasado todo el soporte, muchas veces las fugas son ínfimas y cuando se ve la humedad ya ocasionado el gran desastre en el soporte,. Por eso hay que poner especial empeño a la hora de instalar canalones máxime si son interiores o de pesebre como vulgarmente se les suele llamar.
El soporte del canalón ha de ser exactamente igual al que lleve el resto de la cubierta y a poder ser dotarlo de algún elemento aislante, pues se suelen producir fuertes condensaciones. La base debería de ser semicircular y siempre con pendientes suficientes hacia las bajantes. Las bajantes que han de calcularse con respecto a la superficie de cubierta, entre ellas hay que hacer juntas de dilatación, si puede ser no más lejanas de 6 metros. Por comodidad, se han empleado y aún se emplean juntas de dilatación de neopreno, que consisten en una banda que embebe a ambos lados una chapa de zinc que posteriormente se suelda a las chapas de canalón, esta banda permite los movimientos de las chapas, pero hemos comprobado que no son eficaces, pues terminan rompiéndose, de modo que lo mejor es acudir al sistema tradicional que consiste en: soldar los cabezales de la chapa de canalón, dejarlos separados y cubrirlos con una posterior capota, para esto ha de haber pendiente suficiente para que el agua no se estanque. Pero de poco sirve todo esto si no atendemos a dejar holgura suficiente para que se pueda mover la chapa y a la vez no fijamos debidamente de tal forma que las chapas puedan moverse con absoluta libertad. No es raro ver canalones clavados en vez de estañados, remachados en las uniones y con una capa de silicona.
Las uniones han de estañarse siempre con estaño al 50%.. Solemos recomendar que se hagan unos aliviaderos, que servirán para en caso de obstrucción de las bajantes el agua pueda salir libremente al exterior, pues de lo contrario entraría hacia el interior.
CANALONES COLGADOS
Respecto a los canalones colgados, pueden ser de sección redonda o cuadrada de desarrollo variables, no deberíande exceder de 35 cm. Generalmente son más estables los de sección redonda, pues no acusan tanto las deformaciones y conducen mejor el agua hasta las bajantes.
Se suelen servir en piezas de 2 y tres metros que se irán uniendo con estaño, aunque no es raro verlos unidos con silicona, lo cual nunca se debería hacer. Hay que procurar suficientes juntas de dilatación, que se distribuirán entre bajantes . Las juntas de deben resolver de la misma forma descrita para los canalones de pesebre. los canalones colgados van soportados por unas palomillas que describen la misma figura del canalón y van fijadas al alero, han de ser suficiente rígidas y no quedar demasiado distanciadas, 50 cm. sería lo ideal. En algunos casos, dependiendo de la zona geográfica se suelen reforzar con tirantes superiores para que aguanten las sobrecargas. Para resolver las esquinas, juntas de dilatación, y bajantes, existen piezas normalizadas que evitan las soldaduras en obra permitiendo así mayor agilidad en la instalación, respecto a las conexiones de bajantes, igualmente existen embocaduras especiales que evitan tener que soldar los tubos directamente contra el canalón a la vez de que permiten una mejor evacuación.
BAJANTES
Las bajantes vienen normalizadas de fábrica, de sección redonda o cuadrada, se sirven en piezas de dos o tres metros , unidas longitudinalmente mediante engatillado o electrosoldadura, son diferentes secciones, las más empleadas son de 80 o 100 mm. han de ir acordes con la sección del canalón que empleemos. Es recomendable en la parte más cercana al canalón poner una cazoleta que a parte de ser un elemento decorativo, sirve mayormente para que en caso de atascamiento el agua se despeje por ella. En la instalación, las bajantes se embocan unas en otras y se fijan fijar a los paramentos verticales mediante abrazaderas. Es conveniente no apretarlas demasiado para que puedan moverse en caso de dilataciones.
REPARACIONES
¿Cuál es la causa que obliga a las reparaciones?
En teoría, una cubierta de zinc no tendría que acusar ningún problema y por tanto no requerir de reparaciones, pero la realidad es bien distinta. Nadie se supone a priori, que una cubierta de chapa de zinc llegue a permitir filtraciones de agua suponiéndola como funcional en el tiempo.
Concebimos el material como de larga durabilidad, que además da un aspecto singular y de carácter a cualquier edificación. Por otra parte, hay una variada oferta de acabados que, se amoldan a las necesidades estéticas más exigentes imaginables por cualquier facultativo de la construcción que quiera dar una nota añadida de singularidad a sus obras. ¿ pero, que está ocurriendo?.
Con el paso del tiempo, vamos asistiendo a ritmos cada vez más agigantados a la vista de cubiertas que están dando serios problemas mayormente presentan agrietamientos y corrosiones, ello requiere de un análisis en profundidad para averiguar las principales causas y así poder llegar a remedios eficaces. Lamentablemente muchas veces se llega tarde y la solución conlleva únicamente al desmontaje integral de la cubierta y a la vez su soporte.
El zinc laminado está perfectamente concebido para su utilización como material de cubrición y así lo demuestran infinidad de obras realizadas por todo el mundo. Son conocidas cubiertas muy longevas y sin acusar más defectos que los típicos de cualquier cubierta de semejante calidad, quizá que por falta de mantenimiento haya engroses de elementos sólidos sobre la cubierta o en los canalones, algún ínfimo fallo en remates complicados o incluso podría manifestarse alguna rotura causa de fatiga en remates o pliegues excesivamente complicados.
Tenemos que diferenciar esos resultados negativos provenientes de causas típicas de otros más preocupantes como pueden ser las corrosiones, que manifiestan de interior a exterior. Sin duda que algo muy negativo tiene que suceder en esa parte oculta para que sucedan tales ruinas.
Aún en la actualidad, durante la instalación, se están resolviendo algunos remates con siliconas o masillas , sabido es que eso no funciona en el tiempo. Los remates han de hacerse con plegados o soldándolos con estaño al 50%, atendiendo siempre a las posibles dilataciones, realizándolos oficio experimentado garante de pericia y si cabe moralidad, pues para este oficio de instalador de cubiertas de zinc que a su vez en ocasiones le tocará reparar, no vale con que el operador se suponga poseedor de arte y ciencia competente. no, ha de demostrarla. sería menester exigir del operario que se dedique al oficio una formación especial, de carácter marcadamente centrado en la materia.
Vemos con frecuencia Canalones unidos con elementos sintéticos como los que representamos en las imágenes anteriores, al igual que juntas de dilatación resueltas con materiales de caucho o neopreno. Estos, por lo que hemos visto en algunas zonas tienen una vida limitada no más allá de los 6 años, parecido ocurre con las juntas resueltas con sellados. Aunque también nos encontramos con soldaduras de estaño reventadas. En el primer caso, ya sabemos que las soluciones con elementos sintéticos no son las óptimas ni van acordes con la durabilidad de la chapa de zinc. En el segundo caso, cuando el estaño revienta es causa de déficit en la aplicación.
Cuando se acomete una reparación de esos elementos que no funcionan hay que recurrir a tratarlos como si fuese de origen, es decir, eliminar los elementos que no funcionan o se sabe que causan el daño, sanear las zonas afectadas y empezar de nuevo con plegados o estañados cueste lo que cueste. Lo que nunca se debería de hacer es parchear sobre lo hecho, pues así lo único que conseguimos es agravar el problema. Pongamos un ejemplo acompañado de imágenes. Si en un canalón no funcionan las juntas selladas, eliminamos los sellados, limpiamos y soldamos debidamente y así tendremos el problema resuelto. No se debe acudir a otros elementos y claro que si se puede estañar, de no poder hacerlo se sustituye la parte afectada y se hace de nuevo. Lo mismo ocurre con los agrietamientos en las chapas. Hartos estamos de ver como se cubren con telas o pinturas, no estamos en desacuerdo con estos materiales, pero sirven para lo que sirven, no para solucionar definitivamente problemas sobre la superficie de la chapa de zinc.
Mención muy distinta merecen las corrosiones de la chapa. Este asunto nos trae de cabeza, pues para entendernos, se trata de que la chapa de zinc se va descomponiendo. No vemos que muchos se atrevan a hablar de este fenómeno tan frecuente. Asistimos en diferentes puntos de nuestra geografía a demasiadas cubiertas que acusan esta patología. La corrosión de la chapa de zinc es el principal problema de ruina de muchas cubiertas. Ya lo hemos comentado al principio, la chapa de zinc no debería dar ni el más mínimo problema, eso sí, hay que trabajarla en condiciones determinadas.
Cuando ocurre este fenómeno, ya demasiado extendido, nadie se pone de acuerdo en cual es la causa, pero la hay, claro que la hay. Lo llamativo es que la mayoría de las corrosiones, al menos las que nosotros hemos observado, son de interior a exterior. lo queramos asumir o no, si la corrosión se produce en el interior la causa es de un soporte inadecuado. Esto no debería suceder cuando multitud de instaladores han seguido a pies juntos las recomendaciones de vendedores directos de fafricantes, los que auguraban que con unas láminas no se iniciaría la corrosión. Claro que sí, intermediando una lámina magistral entre tableros y chapa no habría problemas, pero el resultado es exageradamente distinto y eso se ve. ¿Cual es pues la causa? Y por otro lado ¿cabe solución a estos problemas?. La causa podría ser ya sobradamente conocida, soluciones desgraciadamente no las encontramos en todos los casos que se nos presentan, la mayoría de las veces llegamos demasiado tarde y no podemos recomendar más allá de lo que menos nos gusta hacer que es desmontar la cubierta.
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