Cubiertas de pizarra
La pizarra tiene el principal mérito de ser un producto indiscutiblemente natural. Es una roca generosa a la hora de dejarse trabajar, permite ser exfoliada en finas láminas, ser cortada con cierta facilidad y perforada sin quiebros más allá del propio orificio.
La belleza que ofrece la pizarra en una cubierta es inigualable en relación con otros materiales de cobertura al uso.
Cuando se presentan otros productos destinados a la cubrición, se suelen acompañar de un amplio dosier con sus características y composiciones etc,etc, todo el adorno a propósito de infundir y lograr la máxima confianza del posible consumidor dependiendo del producto de que se trate. La pizarra no necesita más que el nombre a secas.
No vamos a generalizar dejando de lado que hay diferentes calidades, colores, grosores, medidas, formatos y a consecuencia diferentes precios. Es lógico que en la elaboración se aproveche la roca al máximo siempre con un resultado servible. Conviene tener en cuenta que cada edificación por diversos motivos va a requerir de un tamaño, grosor o calidad de pizarra diferentes. Cumpliendo el requisito de saber emplear la pizarra adecuada tendríamos garantiza su estabilidad y funcionalidad en el tiempo. Una precisión: Si visitamos cualquier almacenamiento de pizarra, veremos que se acopia a la intemperie, esto ya nos dice bastante, Pocos otros materiales de cobertura se almacenan así y no digamos de los metálicos. En mi trayectoria de instalador de cubiertas, raras veces me he encontrado con cubiertas que estén inservibles por descomposición de la pizarra, si ha sucedido alguna vez, pero los años que distan desde su instalación a la fecha de retirada superan con mucho a otros materiales.
Cuando hemos tenido que retirar cubiertas de pizarra o hacer reparaciones, siempre o casi siempre ha sido por causas ajenas al propio material, es más, en ocasiones se ha aprovechado el materia original, utilizándose el nuevo como de reposición.
El bombardeo de empresas comercializadoras de otros productos, han hecho desviar la atención de los proyectistas a por ejemplo metales que permiten adaptarse a cualquier tipo de diseño. La pizarra si obliga a que el diseño la permita, no nos olvidemos de que se trata de piezas independientes de tamaños reducidos y que van a conducir el agua unas sobre otras sin permitir que se desvíe hacia el interior, la permisión de entrada de agua solo va a suceder cuando una pieza se rompe, tiene poco solape, poca pendiente o fallan los materiales adyacentes ( de esto hablaremos en otra entrega) Por lo demás, un instalador, artesano y con oficio puede hacer que cualquier cubierta de pizarra ofrezca una singular belleza a parte de gratificarnos con su máxima durabilidad.
CUMALSA, S.L
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