
SOLUCIÓN A UNA CUBIERTA DE ZINC EN MAL ESTADO
ANTES DE DISPONERSE A REPARAR EN UNA CUBIERTA DE ZINC, SEA DE LA GRAVEDAD QUE SEA, HAY QUE ESTUDIAR RIGUROSAMENTE LA PATOLOGÍA QUE OBLIGA A LA REPARACIÓN Y PLANIFICAR UNA INTERVENCIÓN , SI ES QUE LA HAY, ACORDE CON LA NECESIDAD PRESENTE O FUTURA. NUNCA, JAMÁS SE DEBERÍA PREMITIR REPARAR UNA CUBIERTA DE CHAPA DE ZINC CON TELAS, MASILLAS O PINTURAS SEAN DE LA CALIDAD QUE SEAN. CASI SIEMPRE ESTE ES EL PRINCIPIO DEL FIN DE LAS CUBIERTAS DE ZINC.
Es cada vez más frecuente ver cubiertas de zinc que con pocos años de vida manifiesten degradaciones, de las que nos damos cuenta cuando vemos humedad dentro de la edificación o persisten humedades que presuntamente ya se habían controlado . la primera pregunta sería ¿ por qué se degrada la cubierta ? pero, ¿Tienen remedio, se pueden reparar?.
El primer episodio es que nos salta la alarma cuando vemos humedad en el interior del edificio, generalmente en los techos, humedad que se puede manifestar de formas muy diversas, manchas amarillentas que se van tornando en marrones para pasar a negro. En las paredes se presentan en forma de lágrimas que se van extendiendo hacia el suelo, todo acompañado de un olor desagradable a moho. Muy diferente es cuando se produce la gotera, en este caso veríamos directamente una sucesión de gotas de agua que se desprende del techo o chorretones que bajan por la pared. A menos que se trate de una circunstancia extraordinaria, siempre precederá la mancha de humedad a la gotera. las manchas negras significan la descomposición o putrefacción de elementos de construcción, al principio, se originan después de entradas de humedad cíclicas muy tenues que, quedando custodiadas por los materiales de fábrica los irán descomponiendo o corroyendo, emergiendo así como múltiples puntos de moho polvorientas una vez secas, en las habitaciones suele reinar un olor característico a humedad y descomposición de vegetales. (Es de tener en cuenta las consecuencias negativas para la salud que puede acarrear la humedad en las habitaciones) En medida que las humedades van avanzando, si no se ha puesto remedio, la superficie de las manchas aumentan considerablemente llegando a cubrir casi en totalidad techos o paredes , incluso se puede manifestar en el suelo, al igual que las otras, también corresponden a entradas de agua cíclicas pero en mayor cantidad, en este caso, la humedad llega a verse muy pronto, pero una vez que cesa la filtración, parte del agua queda custodiada en los elementos por donde pasa, termina vaporizándose y se condensará entre el raseado y la pintura u otros materiales de acabado, al descomponerse estos elementos se originan esas manchas del color negro ya citado.
Se presenten como se presenten las manchas, lo cierto es que son de humedad y ella tienen que venir de algún sitio y es así cuando llegamos a desconfiar de que algo puede estar pasando en la cubierta.
Lo peor en una cubierta de zinc es cuando se empiezan a producir esas filtraciones ínfimas, que ni nos imaginamos. Aquí es cuando entra en juego la función de los complementos, Ya sabemos que se suelen recomendar láminas con una falsa seguridad. Pues si por algún motivo dejase de funcionar la cubierta, ahí está la lámina que, entre otras cosas va actuar como una “segunda cubierta”. Falso, todo falso, la lámina puede sacar de algún apuro pero nunca, nunca actuar como un cubierta de perpetuo.
Tenemos que quedarnos con este dato; si fuésemos capaces de ver cuando la cubierta permite filtraciones por el motivo que sea, el elemento impermeable existente sería perfecto ya que puede evacuar el agua ¿hasta donde?, el caso es que la desplazará del punto de origen hasta otro punto cualquiera, sirviendo de relativo remedio hasta que se pueda acometer la reparación.
la triquiñuela está en que, las láminas bajo la chapa de zinc nos van a privar de conocer que la cubierta da problemas hasta que ellas mismas los den o los haya originado y esto hay que explicarlo bien: Una cubierta de chapa de zinc es fiable, por tanto sobran los complementos impermeabilizantes. la chapa de zinc unida a una instalación eficaz tiene que rendir. Eso de poner algo “por si acaso” ya genera alguna duda, se está concibiendo de antemano que el zinc puede fallar. Es como si nos compramos una gabardina de última moda, y como complemento nos ponemos un impermeable antes de la gabardina por si cala esta última, no tiene sentido. Tampoco estamos en contra de que se ponga algún complemento, eso sí, ¡Ojo con lo que se hace! ya que esos complementos pueden ser los que destruyan el zinc. Está comprobado y sentenciado, que en muchos casos, por no decir la inmensa mayoría, los complementos son los que arruinan la chapa de zinc.
Muy importante; Veamos: generalmente, cuando la chapa de zinc permite la filtración es más bien por leves roturas, por algún desajuste o por picaduras localizadas. Cuando por cualquier de estas causas se inician filtraciones , empiezan siendo muy ínfimas, se traducen en leves gotas de agua que muchas veces ni se separan de la cara interior de la chapa, evaporándose contra la misma dejando un pequeño residuo de hidróxido. Claro, es imposible que esto se sepa, ya que no hay ninguna alarma que nos los indique ni ningún indicio de dominio profano por el que se pueda deducir que algo está pasando. (Me paro aquí para decir que; cuando se producen roturas, o picaduras, suele ser mayormente porque la cubierta ya nació viciada, y está interaccionando desde el primer día con elementos incompatibles, por tanto, me permito decir que es muy recomendable que un experto en cubiertas audite la cubierta no más allá de pasados los dos primeros años de vida, el experto, por su ciencia empírica ha de saber si la cubierta presenta algún síntoma )


Precisamente, esas pequeñas grietas, o picaduras que comienzan siendo casi microscópicas van a ir aumentando a consecuencia de las corrosiones que en ellas mismas van a ir generando, esos pequeños residuos de hidróxido que he mencionado, van aumentando y quedando atrapados entre la cara interior del zinc y las láminas, empezándose generar una masa de carbonato que ella misma interacciona de forma electrolítica con la chapa llevándola a la destrucción total hasta el punto de hacerla desaparecer.
Explicado por encima uno de los principales episodios que pueden ocurrir en una cubierta, llega la pregunta. ¿EXISTEN SOLUCIONES ? Si se acude a tiempo, hay muchos casos en los que se puede dar solución. Aunque aquí también tengo que mencionar que muchas veces acudiendo a tiempo, más que solucionar se agrava el problema. Me refiero a que cuando se detecta algún problema en la cubierta de zinc, ha de ser un profesional quien estudie debidamente la solución y trabaje con los materiales adecuados, es decir ZINC Y ESTAÑO.
POR MUCHAS EXCELENCIAS QUE SE LE ATRIBUYAN AL ZINC, ES SUSCEPTIBLE DE ALTERACIONES COMO CUALQUIER OTRO ELEMENTO. HEMOS DE SER CONSCIENTES QUE SE TRATA DE UN METAL Y POR TANTO SOMETIDO A REACCIONES PROPIAS CONOCIDAS. POR AÑADIDURA, LA CHAPA QUE SE EMPLEA ES DE POCO GROSOR, CUALQUIER MERMA QUE TENGA, SI NO ES RECOMPENSADA POR MATERIAS PROPIAS QUE GENERA EL ZINC, PUEDE GENERAR ALTERACIONES IRREVERSIBLES.
En aquellos casos que con un estudio minucioso se pudo planificar una solución ideal, acude el atrevido el alquimista con sus productos fantásticos ( telas, pinturas, amalgamas ) y a la porra la cubierta, lo peor es que se llevan una pasta por hacer un mal trabajo. (veamos unas imágenes en la que en un conjunto de cubiertas, dos se pueden mantener, sin embargo a una no se llego a tiempo, precisamente por haber utilizado productos inadecuados)


Pese a quien le pese, Una cubierta de zinc no se puede reparar en ningún caso con telas, con pinturas ni con masillas. Una cubierta de zinc se repara con zinc y estaño. Bien se sabe que reparando con MATERIALES INADECUADOS los problemas se van sucediendo años tras año, hasta que se llega a la desesperación y es entonces cuando el agraviado entra en desesperación y empieza a documentarse. En la mayoría de los casos, el único remedio es la retirada total de la cubierta asumiendo íntegramente los costes, con pocas posibilidades de reclamación.
Manuel Álvarez