una Pirámide hexadecagonal de 4.50 metros de altura inscrita en un círculo sobre el que se asienta su esbelta estructura de madera perfectamente estudiada para descansar sobre ella una mimada cobertura de zinc natural realizada de forma artesanal . 166 piezas de zinc natural, ninguna igual, todas ellas cubren cada uno de los 16 lados que embellecen la torre que como un «minarete» adosada a la mansión se eleva desde el suelo hasta alcanzar los 25 metros de altura. Si el diseño de la instalación del zinc es totalmente singular, no menos merito tiene el ornamento de remate que la corona. Para este remate se utilizo el mismo zinc y se diseño sobre la marcha sin tener en cuenta ningún referente, por eso se puede presumir de que es único . La torre ya contaba con cubierta de zinc desde su origen que se data en 1884, algunas reparaciones se habían efectuado, pero las maderas estructurales no soportaron más tiempo las cíclicas entradas de humedad que transmitían los múltiples clavos que fijaban el zinc.
El deterioro era tal que hubo que reponer íntegramente todas las piezas de madera estructurales reconstruyendo de nuevo la torre. Eso permitió diseñar una forma de instalación diferente, destacando con aristas los 16 lados que la forman, logrando así un preciso relieve perceptible desde cualquier ángulo y longitud que se la mire. ¡¡UNA AUTÉNTICA JOYA!! De la que presumimos haber diseñado y realizado siempre con el beneplácito de su propietaria Myríam , directora de decoración Marta y personal de ayuda. Cambiado totalmente el estilo original, la torre se debería de llamar ahora TORRE DE MYRIAM, pues si la construcción de la edificación se circunscribe al capricho de un Cónsul, no menos interés emocional tiene el empeño de restauración de la nueva propietaria . Si uno la hizo para lugar de descanso, la nueva propietaria la restauró en honor a su padre. Eso me movió a darle singularidad.
Hasta la capital de la comarca de la Cerdaña habrá que desplazarse para contemplar directamente la mansión que allá por 1884 mando construir D. Germán Schirbech, Cónsul de Dinamarca en Barcelona. Entusiasmado el Cónsul de la Villa de la Cerdaña , para sus veraneos, encargó el proyecto de una mansión al arquitecto Salvador Viñals, actuando como constructor el maestro de casas Enric Aleu. la casa quedo bautizada como «RO DE RIGOLISA» En Danés RO significa reposo. El palacete se Construye en un altozano de la villa. destaca un torreón de planta circular con 8 miradores en su última planta desde los que se puede admirar toda la villa y lejanías, aunque para ello haya que salvar 35 escalones engullidos en forma de caracol que parten dese la última planta de la vivienda hasta la planta observatorio. La torre poligonal se cubrió con plancha de zinc que disimulaba el polígono haciendo intuir un cono. El deterioro era extremo y de ahí la reconstrución plena de la obra.
Una obra Singular para la historia que se ve por necesidad desde la mayor parte de la ciudad y alrededores lejanos.
Nuestro trabajo nos permite ir acumulando experiencia, aún no lo sabemos todo. Son unos cuantos años paseando por toda la geografía visitando, desmontando y realizando cubiertas de todas la variedades. En las que visitamos nos fijamos en su estado, en las que desmontamos analizamos minuciosamente las causas de su ruina y en las que realizamos ponemos en práctica los conocimientos adquiridos no descuidándonos de observarlas periódicamente.
En cualquier edificación la cubierta es parte fundamental y no se debería descuidar, requiere de revisiones periódicas y en muchos casos de algún mantenimiento.
Hay algunos países en los que es de obligado cumplimiento el mantenimiento periódico de las cubiertas. Nos solemos acordar de la cubierta cuando vemos humedades en el interior del edificio. ( es como lo de Santa Bárbara, nos acordamos de Ella cuando truena y si no encontramos la cruz devocional nos sirve hacerla con los dedos con tal de que pare de tronar). Es entonces cuando a la desesperada buscamos a quien nos solucione el problema y casi siempre es en esas circunstancias cuando empieza el verdadero problema.
Existe un sector especializado en sacar provecho de la desesperación, que se atreven a todo lo que caiga, lo suelen resolver todo a base de masillas, láminas asfálticas o lo que cuadre con tal de tapar provisionalmente el agujero. Juegan además con la ventaja de que subir a la cubierta para comprobar el trabajo efectuado resulta complicado y no todo mundo se atreve.
El caso es que si las reparaciones no se hacen de forma definitiva y empleando los mismos materiales, la cubierta quedará condenada, así el daño se irá sucediendo hasta terminar teniendo que retirar toda la cubierta que es lo que viene sucediendo.
Lo peor es, que por lo que venimos observando, se cambia la cubierta asumiendo que lo hay que hacer porqué el vecino también lo hace o porque se entiende que ha llegado a su límite.
Es curioso, pero en muchos de los casos se podría reutilizar la mayoría de la pizarra que se retira. Entonces ¿Por qué hay que retirar la cubierta cuando presumimos de que una cubierta de pizarra es de las más duraderas? este autor mantiene que la pizarra supera con creces la duración de cualquier otro material exceptuando el cobre o el plomo.
De siempre hemos presumido y con razón, de que la pizarra es el material más duradero a excepción de los ya dichos. Se trata simple y llanamente de algo natural, de una piedra sin más. Sabiendo cuidar su instalación ofrece una belleza inigualable. Es llamativo, en España se produce y se destina a todo el mundo, sin embargo, aquí, en España las cubiertas de pizarra llevan años decayendo en favor de las de zinc por ejemplo. y si cerramos un poco el círculo, en donde más cubiertas se retiran es precisamente en las zonas próximas o aledañas a las de fabricación.
detalle de una reparación mal efectuada
VEAMOS DOS COMPORTAMIENTOS:
PRIMERO; a la vista de una gotera, humedad o algún defecto que observamos en el tejado, lo ponemos en conocimiento de quien que realizo el trabajo, si lo encontramos.
SEGUNDO; lo ponemos en conocimiento de otro profesional que no tenga nada que ver con el primero.
Las respuestas serán totalmente contrarias, en el primer caso el profesional autor, buscará todas las justificaciones posibles para convencer al sufridor de que siga teniendo confianza y que solo se trata de algo casual. En el segundo caso ocurrirá todo lo contrario, el profesional aprovechando el momento de desesperación intentará desprestigiar al que realizó la cubierta para garantizarse él la confianza y que le terminen confiando la reparación, adornando su discurso con la exposición de otras intervenciones, promocionando productos mágicos todo inclinado a que a costa de lo que sea le dispensen confianza. Tienen algunos tal habilidad que nada se le opone, da lo mismo que la cubierta sea de pizarra, de zinc, de cobre, de teja, de plomo o de lo que sea. los productos milagroso sirve para todo. Hemos visto auténticas barbaridades. ¿ cómo se puede reparar una cubierta de pizarra con telas asfálticas pegadas sobre las pizarras, una cubierta de cobre, de zinc o de plomo con masillas, con telas o pinturas milagrosas.? Esto significa no tener ni puñetera idea de lo que se está haciendo. Sin embargo seguimos viendo tejados mal reparados con estas artes. ¿ por qué será? lo peor es que se le dice al sufridor que eso no está bien y te mira como diciendo que le quieres engañar cuando lo que tratas es de decirle cual es el verdadero alcance del problema.
No es el primer caso en que se empieza por una minúscula gotera y se termina levantando toda la cubierta al paso de poco tiempo. Solo un detalle. ¿Cuándo se hace una reparación, alguien garantizan el trabajo por algún tiempo o hay que volver al año siguiente,o antes, porque no hay forma de reparar definitivamente? .
Cayó no hace mucho en mis manos un artículo fascinante. Vengo defendiendo desde hace muchos años mis discrepancias sobre milagros que se le atribuyen a las espumas de poliuretano proyectado. Sí, a ese producto que se aplica en construcción de color amarillo, que va en unos bidones y creo que se le aplica una dosis de emulsionante y después se proyecta . Yo empecé a conocer este producto allá por el año 85 más o menos y a pesar de los escasos conocimientos ya me ofrecía varias sospechas. La primera y más principal: que no es impermeabilizante no, pero se vendió como tal además de ser aislante. Alguien con gran sentido del humor coincide con mi teoría. El caso es que aún se sigue vendiendo como material impermeabilizante y de hecho se sigue proyectando en el interior de algunas cubiertas incluso en el exterior, se acude a este remedio para rellenar huecos y así preservarlos de la humedad. Alguien ha dado en llamarles a los profesionales que utilizan este producto «alquimistas de las goteras» Hemos llegado a ver tejados de pizarra reparados con este material , incluso se ha empleado para sujetar pizarras sueltas.
Otro producto muy empleado y mágico, las famosas pinturas que una vez aplicadas terminan convertidas en casi caucho. llega el mago con el bote con la brocha y ala aplicar que seque la pintura y todo solucionado, da lo mismo un canalón, que una bandeja de zinc, pizarra, cobre o lo que sea, sirve para todo, realmente fascinante. Sin duda que, si algún fabricante de estos productos viese este artículo se asombraría y nos haría muchas preguntas. Pero si llega a sus manos que nadie se ofenda ya que defendemos todos los productos como inmejorables, pues cada cual tiene sus características pero son para lo que son, eso sí, como con los medicamentos, se debería leer primero el prospecto y aplicarlo donde proceda por sus características y no en cualquier parte en la que se nos antoje para salir de los apuros, además, para el buen empleo hay que seguir la pautas marcadas e incluso aplicando tratamientos previos al acabado. Estos productos junto con las láminas asfálticas, y siliconas, masillas y hasta incluso chicles son los más empleados en las reparaciones de cubiertas y canalones,que por otra parte son los que las terminan arruinando. Pues estas no son reparaciones, son eventuales que pareciendo efectivas se van sucediendo y llega un momento de tal aglomeración que ya no hay remedio que no sea la retirada de la cubierta ¡que gracia¡.
reparación mal efectuada
Nosotros vamos a la antigua usanza, somos de los que reparamos reemplazando los materiales inservibles por otros nuevos de las mismas características. Una pizarra rota no se puede reparar ya que se volverá a romper, hay que sustituirla por otra nueva y que sea de las mismas dimensiones. Una perforación en una chapa de zinc no se puede cubrir con masilla o pintura, hay que estañar o sustituirla si es necesario, pasa lo mismo con una rotura o perforación en una chapa de cobre o plomo.
Hemos visto canalones interiores de zinc y de cobre a los que les han reventado las soldaduras y se han intentado reparar pegando una tela y al año siguiente, o antes, otra vez y así sucesivamente. igualmente que hay multitud de cubiertas de chapa de zinc de cobre y de pizarra a las que le van poniendo capas de lámina asfáltica cada vez que aparecen humedades.
Las cubiertas tienen la gran desventaja de ser poco accesibles y ello juega a favor de los «alquimistas de las goteras» aunque si se les puede ver cuando bajan o suben a realizar los trabajos de reparación, esta observación casi nos llegaría para intuir lo que se estuvo haciendo. A un tejado de pizarra, disponiéndose a una reparación, se sube con pizarra, martillo y clavos y se baja siempre con escombro y no poco. Al de zinc se sube con soplete, estaño y chapa de zinc, aquí siempre si hay desechos no se preocupen que se baja, la chatarra está muy bien pagada. Al de cobre y plomo se sube igualmente que al de zinc, cambiando los materiales claro. Posiblemente algún «profesional» pondrá pegas pero siempre habrá quien lo haga.
No cabe duda de que el zinc va cobrando cada vez más relevancia en las cubiertas. la generosidad que ofrece de dejarse trabajar, de poderlo moldear a cualquier superficie permiten al buen artesano instalador perfeccionar un «traje a medida» para cualquier tipo de superficie que se quiera cubrir, pudiéndose conseguir cubiertas de singular belleza.
A diferencia de otros materiales, tiene el zinc, de color natural, esa propiedad de ir cambiando de entonaciones que invita a contemplarlo identificándolo siempre con lo que es sin imitaciones.
Son muchos los artículos en los que, desde cumalsa, nos referimos al funcionamiento del zinc, a los malos resultados que termina ofreciendo en pocos años, pero nunca hemos achacado directamente al zinc o a su calidad, aunque conviene mencionar que no todos los tipos de zinc se comportan igual. Siempre razonamos que los resultados ruinógenos del zinc, hasta ahora, nuestros estudios nos permiten decir que deben a instalaciones deficientes o a soportes inadecuados sin más. Muchas cubiertas se cambian asumiendo que han llegado a su límite por edad y se vuelven hacer siguiendo las mismas pautas primitivas. Sin embargo, otras cubiertas realizadas con los mismos materiales, vecinas a las que se cambian, siguen durando ¿ y eso por qué? la respuesta es sencilla, no se han instalado igual ya que el material es el mismo. Cuando una cubierta no funciona, por los motivos que sea, el tener que retirarla siempre supone además de un gasto un riesgo decidirse por qué material utilizar finalmente. Generalmente, el perjudicado con un cargamento de dudas suele acudir a algún profesional que le pueda asesorar y ahí está la clave. La clave está en saber buscar el material que enriquezca la transición, que permita conseguir belleza y singularidad y ahí puede encajar EL ZINC.
Cubierta de tejaCubierta de teja desmontadaForjado limpioSoporte de entablado de maderaInstalación
En este caso hemos actuado en una edificación encuadrada dentro de un entorno plenamente rural diseñada en su día para cubierta de teja y cubierta con teja estuvo varios años . Adaptarla para cubrirla con zinc no deja de ser arriesgado, no se trata de un ensayo, de una prueba, se trata de cambiar definitivamente la cubierta para verla de perpetuo totalmente diferente. El zinc da muchas ventajas, la calidad del material puede estar asegurada, la singularidad no ofrece ninguna duda, solo hace falta mimo, buenos conocimientos y no poca profesionalidad para alcanzar el objetivo de conseguir esas prestaciones estéticas y funcionales tan valiosas del metal.
Cubierta de chapa de zincColocación al tresbolillo en chapas de 4 metros
Cada cubierta es diferente, hay que saber buscar el motivo que las haga destacar, bien sea en remates, en formas de instalación, en combinaciones. Como si de una buena sastrería se tratase, a cada cliente o clienta hay que hacerle traje a su medida y si es de buen paño, de calidad, más lucirá.
Si pedimos asesoramiento sobre el funcionamiento de la chapa de zinc, muy poco, poco o nada nos van a decir sobre las contrariedades y para mas inri los facultativos, en su mayoría, tienen la única información que les llega desde dossieres partidistas enmascarados en algún caso con eso del D.I.T. Cuando demandamos información sobre el comportamiento del zinc, Más bien nos van a hablar de lo excelente que es el material, de que sumándole algunos adyacentes, de parte, contaremos con una cubierta eterna. Ya, ya. ¿Por qué fracasan las cubiertas de zinc hechas en unas condiciones determinadas que se conocen? Es curioso, pero se ha llegado a convencer de tal forma a facultativos que algunos son capaces de proyectar cubiertas con escasa pendiente, atreviéndose a aseverar que cubriendo con chapa de zinc se asegura su impermeabilización, para eso también se atreven a decir que se deben de hacer las chapas de una sola longitud sea la que sea y para ello se basan en que algunos folletos expresan que las chapas se pueden hacer hasta de 12 metros de longitud. Tratándose de personas de recursos, se supone que de conocimientos de física van sobrados, pero aún siendo limitados en la materia, la simple lógica les podría aunque solo fuese disuadir de que es un error instalar chapas de más de entre 5 y siete metros. Pero bueno, siempre queda el recurso de la lámina, que «tambien es impermeabilizante» el caso es que si no llega la anchura de la carretera pues vamos por el arcén hasta «pegar la leche». Este no es un artículo científico, por eso me voy ahorrar vocabulario al respecto. Solamente decir que chapas de 7 metros de longitud en adelante corren serios riesgos de roturas y está demostrado, sí, la información es veraz.
Si una estructura de cubierta no tiene pendiente suficiente, pues no se pone zinc y asunto concluido, que el zinc no lo puede todo.
Cada fabricante tiene estudiada su mejor fórmula para conseguir el objetivo que es que su producto sea el más demandado. Hablan de cubiertas frías, cubiertas calientes, zinc de diferentes peculiaridades. Un amplio surtido de variedades que no deja margen a la indecisión. Es decir, que toda la información está maquinada para hacernos convencer de que siguiendo escrupulosamente las recomendaciones vamos a obtener magníficos resultados. No hay prácticamente límites para realizar cualquier tipo de cubierta con chapa de zinc, existen soluciones para todo, el caso es que la cubierta lleve zinc y a poder ser de la marca interesada. El caso es que la chapa de zinc para comercio, para cubiertas, se fabrica en unas condiciones y normas determinadas pero, cada fabricante parece ser que le da su toque particular y el de su casa siempre supera a los demás. En definitiva, que nunca nos van a decir que el zinc puede resultar ruinoso en breve periodo de tiempo, que puede corroerse, romperse, degradarse etc, etc. No puede decir este autor que el zinc no sea material apto para su utilización en cubiertas, es más, lo defiendo como optimo y de muy buenas prestaciones. Pero siendo perfectamente servible, realizándose trabajos al dictado y consejos de fabricantes ¿ por qué llegan a arruinarse muchas las cubiertas, por qué acusan diversidad de patologías que desembocan en imposibilidad de arreglo definitivo?
Tenemos la magnífica oportunidad de comprobar resultados muy adversos que llegan incluso a la ruina total de la cubierta, es decir, sin ninguna posibilidad de poder ser arreglados. Nuestras investigaciones nos llevan a la certeza del origen de las patologías que venimos encontrando. Por absurdo que parezca, tras una cubierta ruinosa, seguimos recomendando la chapa de zinc para arreglar la misma cubierta. Con esto queda despejada nuestra confianza, por el momento, en la chapa de zinc y su empleo en cubiertas. Al hilo de los resultados adversos; se da la circunstancia de que a la hora de pedir explicaciones sobre ciertos comportamientos injustos nadie sabe dar las convincentes explicaciones. Pongámonos en el caso: Una cubierta presenta cualquier anomalía, lo inmediato es una reparación exenta de la más mínima explicación. Reparaciones que por sistema se realizan sin darle la menor importancia y así se utilizan mayormente engrudos de masillas, siliconas o cualquier cosa que pueda pegarse a fin de tapar la grieta. Es decir, no se analiza el porqué se produjo la grieta, por tanto no se puede predecir el alcance final. El deslumbramiento de tener una cubierta de zinc como algo de incuestionable calidad, ya que así nos lo han vendido, conlleva a la comodidad, muchas veces confusa, de pesar que tenemos algo inmaculado que de ningún modo nos va a acarrear problemas, no siempre es así. La confianza nos descuida de hacer cualquier tipo de exploración o visualización de mantenimiento hasta que llega la sorpresa. La chapa de zinc únicamente va a acusar defectos derivados de una mala ejecución, de incompatibilidades con los adyacentes y los menos causados por elementos que pueda portar la atmósfera y asé definimos: mala ejecución como falta de oficio o incuria a la hora de ejecutar los trabajos. Incompatibilidades como contacto de la chapa de zinc con elementos que van a provocar interacciones o formación de pilas en las que el zinc actúa como ánodo. Elementos que pueda portar la atmósfera como ácidos volátiles orgánicos que depositados sobre la chapa interaccionen con ella provocando la corrosión. Las consecuencias de los defectos mencionados son siempre la perdida, por zonas, de la impermeabilidad de la cubierta. En cualquiera de los casos, las patologías son de avance muy lento y comienzan por microscópicas fisuras, picaduras roturas que van a permitir tímidas filtraciones de agua que se suelen quedar custodiadas en las láminas que nos suelen recomendar, es decir, que no nos preocupan ya que ni las conocemos. Estas micro patologías van a iniciar un proceso de desgaste en la chapa progresando en aumento permitiendo cada vez más paso de agua, la que llega a vislumbrarse en el interior de las habitaciones. Sucediendo esto comienza el calvario de las reparaciones, que se irán sucediendo hasta terminar asumiendo la retirada de la cubierta ya que nadie sabe o quiere decir que pasó. El instalador que si el Arquitecto, el Arquitecto que si el fabricante, el fabricante que si el instalador, la atmósfera, el arquitecto o la providencia divina con tal de no asumir que se hizo una mala planificación y se realizó la cubierta de forma inadecuada aún siguiendo sus consejos. En la mayoría de los casos se tiene que cargar con el daño el mismo que lo sufre.
Si el zinc reúne todas las características, si se instala siguiendo las recomendaciones ¿qué motivos le llevan a la ruina? si existe el daño existe la causa. Se tiene que conocer y darla a conocer a riesgo de lo que ello conlleve.
Por los datos que tenemos, tenemos la certeza de la incompatibilidad de las chapa de zinc con algunos elementos muy utilizados en las cubiertas. Tengamos en cuenta del escaso grosor de la hoja de zinc, se vienen empleando grosores mayormente de 0,65 mm. Cualquier merma de masa que se provoque en la chapa, debilita sustancialmente su resistencia. Si hablamos de corrosiones, hablamos de mordeduras que con su solo inicio, por el escaso grosor de la hoja, pueden ser suficientes para originar una pequeña perforación. Evidente que a más grosor más tardanza en la perforación, entendiendo así que el grosor no exime de las incompatibilidades, en cualquier caso en raras veces se va a llegar a un grosor máximo de 0,8 mm.
Entre las más destacadas patologías nos encontramos las corrosiones. Hemos escrito multitud de artículos en la línea de las corrosiones en la chapa de zinc y porque se producen. Cierto es que los orígenes de las corrosiones pueden ser distintos pero siempre prima la incompatibilidad.
Hay algo que llama la atención: se recomienda que el zinc ha de tener una cámara de aire interior que se procurará con las más variopintas láminas, llama igualmente la atención que se promocionen las láminas adornándolas de majestuosidades, bueno que si no llevase lámina no pasaría nada, ya que existe zinc acabado por su parte interior con film que aseguran con absolutas garantías. A todo esto se las llama cubiertas frías, calientes y no sé si estarán en marcha las templadas. El caso, y ya lo comente, es que para el que lo vende, el zinc no tiene límites. Si no se pone la lámina, que vale una pasta, hay que poner el zinc con film interior que también vale una pasta. Todo esto se traduce, a mínima reflexión, que en la parte interior del zinc, en la cámara oculta, algún fenómeno puede haber oculto que si no se protege adecuadamente la chapa se arruina y claro, proteger adecuadamente la chapa aporta muy buenos beneficios económicos a quienes la venden , ya que sus láminas son las mejores y al instalador ya que tiene un buen repunte. ¿y si dijésemos que nuestros antepasados no conocían las láminas, que hacían cubiertas desde la absoluta humildad sin sofisticados artilugios y que las cubiertas duraban más que ahora? Ellos, nuestros antepasados instalaban zinc natural sin más y ahí están aún sus obras, eso sí, procuraban un buen soporte, un soporte compatible y se cuidaban de hacer excelentes soldaduras de estaño ya que no conocían las masillas, masillas hasta tal punto empleadas que forman parte del atuendo de muchos instaladores que han cambiado el soplete de estañar por la máquina de aplicar masillas. El zinc, demostrado está que es incompatible con los ácidos y ahí está una de las claves.
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Podríamos denominar la PATOLOGÍA, en este caso, como ciencia que se propone estudiar los procesos morbosos de la chapa de zinc una vez instalada en una cubierta.
Debe considerarse así, la patología, como ciencia por tener sujetos y métodos propios de investigación que la caracterizan.
Aplicando así la patología, la podemos entender como una ciencia autónoma en la que objeto consiste en el estudio del comportamiento del zinc por influencias internas o externas, físicas o químicas.
Los métodos patológicos que en nuestros estudios mantenemos son la observación, la experimentación y el raciocinio. la observación que es el resultado de aplicar atentamente los sentidos a los fenómenos que se desarrollan en el metal. la observación directa y seguida del material una vez instalado, pone de manifiesto la manera de producirse los fenómenos, como se desarrollan y modo de atajarlos, si cabe. El raciocinio es la filosofía de la observación y experimentación. los hechos recogidos y la anotación de los experimentos, de poco nos servirían si el raciocinio no formula un criterio apropiado para cada caso morboso. la repetición de casos o sus analogías nos permiten erigir veraces doctrinas, teorías e hipótesis que vamos dando a conocer.
MUCHOS FENÓMENOS PODRÍAN SER EVITABLES.
Ese zinc que se vendió, se vende como eterno, como inmejorable para las cubiertas. Precisamente una de las alteraciones que mayormente está acusando son corrosiones. Cubiertas con muy pocos años dejan ver este fenómeno que termina llevándolas a la ruina total. Lo más sorprendente es que quienes tanto han promocionado la chapa de zinc «escondan la cabeza bajo el ala» y no se pronuncien acorde con la realidad, con la realidad de lo que está sucediendo. Que nosotros sepamos, no se están dan razonamientos concretos a cerca del comportamiento de la hoja de zinc que , en muchísimos casos se está viendo a lo largo de nuestra geografía. Los datos de cubiertas ruinosas que barajamos son tan suficientemente alarmantes que bien merece destinar tiempo a un estudio en profundidad a fin de dar con los fenómenos morbosos que alteran el metal, y no seguir cayendo en el error de prescribir cubiertas con sistemas que sabemos que no funcionan. Es incomprensible ver como la demanda de la hoja de zinc más que mantenerse crece y se siguen utilizando los mismos sistemas de instalación que están conduciendo a la ruina a las ya realizadas.
Imagen de chapa de zinc inservible a consecuencia de la corrosión (cubierta con pocos años de vida )
El ZINC, se viene utilizando a lo largo de la historia como elemento principal en cubiertas, antaño su presencia era mucho mayor en edificaciones representativas las que incluso se terminaban coronando con ricas ornamentaciones de este material. En muchas de esas edificaciones aún se puede contemplar el zinc con el desgaste lógico del paso del tiempo, que además le aporta esa característica de color tan singular.
Lamentablemente tenemos que destacar en la actualidad lo evidente y es que con muy pocos años de vida, en ocasiones por debajo de los 5 , el zinc se agota acusando patologías que no se dan así en las cubiertas más antiguas. Bien es cierto que hasta hace unos cuantos años, en nuestro país el empleo de la hoja de zinc en cubiertas era muy pequeño, se utilizaba en mayoría como complemento en otro tipo de cubiertas para resolver encuentros, para recogidas de agua, ornamentos etc, . Todo cambió y su utilización pronto empezó a ocupar los primeros puestos, pasando muy por encima de los materiales tradicionales por nosotros empleados, pizarra, teja por ejemplo.
Es lógico pensar que nadie en aquellas épocas auguraba un futuro ruinógeno, presente que estamos viviendo, ¿ o quizás sí ?. Sí o no, la realidad no deja lugar a dudas, son muchas, demasiadas las cubiertas dispersas por toda nuestra geografía que traen de cabeza a sus propietarios o responsables, que empiezan dando escasa importancia a una pequeña humedad, pasando de reparar una pequeña gotera a finalmente sentir verdadera impotencia, aquellos que les vendieron majestuosidades o no aparecen o se terminan culpando unos a otros o culpando a la atmósfera que lo puede todo. No nos circunscribimos a construcciones ni a zonas concretas, los fenómenos adversos se pueden dar en todo tipo de construcciones publicas o privadas, grandes y pequeñas, en el centro, en la montaña o en la costa, en la ciudad o en el rural, es decir, todas pueden ser susceptibles de sufrir esos daños, la realidad así lo demuestra.
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Sería de gran utilidad que los que, alardeando de que llevan años en el sector se consideran expertos dando consejos por doquier, estudiasen o simplemente leyesen para terminar reflexionando sobre esto del funcionamiento de las cubiertas de zinc.
Muchas cubiertas se arruinan hasta el punto de deshacerse totalmente la chapa y los autollamados «expertos» las conocen ¿cómo es posible que no sepan dar un diagnóstico razonando a lo que sucede con aquello que han aconsejado con tanta firmeza ? como son los soportes de tableros , las láminas «de ventilación» los adyacentes fabricados a propósito para las ventilaciones tales como lagrimeros, beatas, cumbreras, laterales etc etc. Todos estos adyacentes, complementos o como se les quiera llamar, a juicio de este autor son una pantomima, sirven más que nada para engrosar el presupuesto y obtener pingües beneficios económicos. O de lo contrario, ¿porque realizadas las cubiertas con tanto adorno se corroen? Lo peor de todo es que nadie sabe o no quiere decir cual es la causa que por otra parte es evidente.
Si la chapa se corroe partiendo de la cara oculta es muy sencillo deducir que algo la está atacando, pues hasta ahora, que sepamos, el zinc tiene que ser ayudado por algún otro elemento para que despierte el fenómeno de la corrosión, esos elementos se utilizaron en la instalación y se vendieron con todas las garantías, es más, sin ellos, a priori, no se garantizaría la durabilidad de la chapa. Claro, reconocer que los adyacentes son los que conducen a la destrucción significa apechugar con la culpa teniendo que asumir la recogida de lo que se hizo. Al final nadie se aclara, en la mayoría de los casos se termina dirimiendo en foros judiciales.
Convendría que los fabricantes o sus filiales dedicasen tiempo al estudio de campo, para así ver y llegar a conclusiones firmes de porqué se producen de forma tan masiva ciertas alteraciones y prescribiesen únicamente las conocidas soluciones efectivas, a menos para que nuevas cubiertas que se realicen se hagan con sistemas que estén lejanos de la duda.
Una de las patologías que más se repiten son las corrosiones electrolíticas, en menos medida las roturas por tensión. En cualesquiera de los casos , corregir estos fenómenos es sino imposible muy difícil.
Rotura por tensión
Sabido es que las corrosiones electrolíticas se producen dada la formación de un pila entre el zinc y elementos generalmente interiores masivos como pueden ser los tableros, también nos hemos encontrado este mismo fenómeno en ausencia de tableros instalado el zinc directamente sobre una lámina. (de este fenómeno hablamos en otro articulo). Se puede llegar a atajar el problema cuando la corrosión se presenta puntual y se llega a tiempo, aunque son mínimos los casos. Por otra parte, las roturas por tensión se producen a consecuencia de dilataciones y contracciones de la chapa de zinc, cuando sucede este fenómeno suele ser a consecuencia de obstáculos que no permiten los libres movimientos, generalmente son defectos de instalación. las roturas se producen mayormente en las juntas alzadas cuando están realizadas a doble pliegue y las chapas son curvas o de longitudes considerables, vemos un ejemplo de rotura por tensión en la imagen anterior. En la misma imagen se puede ver como se intentó reparar la rotura con estaño sin embargo de nuevo se volvió a romper. La reparación se hizo con absoluto desconocimiento del fenómeno limitándose a cubrir la grieta con estaño para evitar la entrada de agua. Puede ocurrir que las roturas se lleguen a producirse incluso en las fijaciones y no las veamos, no deja de ser este fenómeno menos grave, pues se queda la chapa libre ofreciendo mínima resistencia al viento.
Rotura por tensión en la grapa de fijación (grapa fija)
CREYENDO HACERLO BIEN SALE MAL.
No vasta con solo con copiar detalles y poner empeño, los conocimientos son imprescindibles para saber si lo que se copia es o no de aplicación a lo que queremos hacer. Quien sabe el resultado del original es quien lo ideó a posteriori.
(nº1 plano de cubierta) sobre la que vamos a tratar.
la estructura de cubierta parte de un forjado plano de hormigón que figura como techo de la última planta. ( nº 11) Tal estructura se configura, para dar una mínima pendiente, a base de tabiques de ladrillo y correas de hierro, en sentido perpendicular a las mismas se asienta un entablado de madera, separadas las tablas entre sí y fijadas directamente a las correas mediante elementos mecánicos roscantes tal como se señala en la siguiente imagen.
(nº 2, entablado de madera directamente, tabla directamente sobre los perfiles)
posteriormente se instala la chapa de zinc directamente sobre el entablado . Toda la cubierta vierte a una sola agua desembocando en un canalón que se señala con una línea roja, ( nº1, plano de cubierta) .
-En un buen hacer , se hizo un corte trasversal a las chapas, (se marca con línea negra, (nº 1 plano de cubierta) . Tal corte viene a consecuencia de aligerar la dilatación individual de las chapas ya que de hacerlas en una sola pieza serían excesivamente largas, conllevando el consiguiente riesgo de roturas que pueden significar las dilataciones. Pero , este encuentro trasversal requiere resolverse de forma eficaz ya que primero, la cubierta tiene muy poca pendiente y segundo, supone un punto crítico ya que actúa como línea de fuga del gas (vapor) que se almacene en el espacio interior, también puede actuar como línea de succión, haciendo llegar a la dicha cámara aire húmedo del exterior. Tal remate trasversal se ha resuelto como se observa en la imagen nº 3 ilustrada en el detalle nº 1. Tajantemente, el remate trasversal está técnicamente mal realizado y con agravantes que acarrean serios perjuicios.
(nº 3. )
(detalle nº1)
-No hizo falta una visualización exhaustiva ni minuciosa para ver el daño ruinogeno que presenta la cubierta ya que es macroscópico y se ciñe, en primer estudio, a una corrosión avanzada en toda la longitud de la línea de corte trasversal (línea negra del plano de cubierta ) . La ruina, se localizo hace algunos años y se trato de reparar mediante pinturas y apósitos visibles que se pueden ver localizados en las siguientes imágenes.
(nº 4 y 5, reparaciones con telas adhesivas )
A parte; se visualizan otra serie de indicios genéricos que probablemente terminen perforando las chapas, algún punto ya paso del indicio a ser visible la perforación según se observa en la siguiente imagen nº 6.
(nº 6)
(nº 7 )
(nº 8 )
(nº 9
se señalan con círculos rojos los puntos de contacto de los tornillos con el zinc, tales tornillos se ven en la imagen nº 3 en rojo ).
Independientemente de esas anomalías genéricas que presenta la cubierta , que obedecen a motivos fáciles de entender ya que se trata de una falta de cuidado a la hora de fijar las tablas que para más inri se fijan directamente contra la estructura de hierro. Aunque no puedo confirmar si es en toda la superficie, si puedo asegurar que la mayoría del clavazón sobresale de la superficie de la tabla, a consecuencia roza la chapa y así se visualiza en aumento sobre una buena parte de la superficie de la chapa (ver imagen nº 3 círculos en rojo, 7, 8 y 9). Ya en por si no pueden sobresalir las cabezas de los clavos sobre la superficie de la tabla, si a ello le sumamos que van unidos a una estructura metálica supone automáticamente una interacción galvánica que condena al metal de menos potencial a su oxidación en beneficio del que entra en reducción. En este caso, es el zinc el perjudicado.
Sin embargo, la ruina de la cubierta, de momento, se presenta en esa zona lineal de encuentro trasversal de las chapas, ruina que se identifica como una corrosión de carácter electrolítico avanzada de la chapa de zinc que desemboca en su total destrucción. A esa consecuencia, para evitar la entrada directa de agua, se ha cubierto esa superficie dañada con láminas adhesivas.
No me es desconocida la patología definida como corrosión de carácter electrolítico, la podría parangonear con otras muchas conocidas que se producen en el mismo punto de encuentro, pero se da la circunstancia de que en este caso, la chapa de zinc, independientemente de descuidos, incurias o falta de conocimiento, está instalada sobre el soporte más idóneo. Desde esa perspectiva, es difícil entender que se pueda producir el fenómeno de la corrosión. Merece por tanto de un análisis detallado, ya que este caso concreto se disocia de otros similares, si bien la corrosión se produce por los mismos principios ,la causas origen pueden diferir unas de otras aún para llegar al mismo fin.
El solo hecho de cortar las chapas para favorecer las dilataciones indica que quienes planificaron la cubierta gozan de meridianos conocimientos sobre el comportamiento del zinc o sencillamente copiaron algún detalle que es lo más probable. Sin embargo, esa presumible sapiencia no va en concordancia con las siguientes fases de la instalación. No hay homogeneidad en las secuencias de instalación, no van en el mismo orden de sabiduría, es más, denotan una absoluta ignorancia (ser legos en la materia) , que no concuerda para nada con el presumible conocimiento inicial. llama la atención que se hayan claveteado las chapas en las zonas más críticas, pues si se cortan las chapas para que puedan moverse y luego se clavan, no hace falta acudir a la física para reconocer que se agrava el problema y que hubiesen quedado mejor sin cortar.Lo más paradójico es clavar las chapas con puntas de hierro. (imagen nº 3, círculos negros. imagen 10 ) , y detalle nº 2.
Sabido es que el zinc no puede entrar en contacto con el hierro ya que termina siendo destruido por corrosión galvánica. Esto sería suficiente para concluir este informe, es bastante este extremo para terminar arruinando la cubierta, no solo por corrosión también las chapas son susceptibles de sufrir roturas por tensión ya que en estos puntos se entorpecen sus movimientos obligados por dilatación o contracción.
Con todo, hay que pararse a conocer el porqué la chapa se corroe inicialmente en la zona especificada , coincidiendo en toda la longitud de la junta trasversal, insisto que no me es desconocida la patología ya que es la que más se repite, pero en este caso merece de un estudio diferente por estar el zinc instalado sobre un soporte recomendable.
Sirvan las siguientes ilustración hecha a este propósito de explicar el fenómeno enemigo de la cubierta.
(nº 11)
(nº 12)
Hemos de centrarnos en el encuentro trasversal para desgranar en origen del fenómeno de la corrosión. Si regresamos a la imagen nº 3 y detalle nº 1 (imagen que se corresponde al momento de realizar los trabajos, veremos que se ha puesto una pletina longitudinal soldada que sirve de enganche para la siguiente chapa que irá remontada (detalle nº1) , tal remonte o solapado de las chapas se hace a propósito de asegurarse que el agua, en regreso, no rebase es final de la chapa inferior. Parémonos aquí ¿ de qué sirve que las chapas se remonten en amplitud si tenemos una pletina longitudinalmente de unos 9 cm de ancho y soldada? Ni que decir tiene que el resto de la chapa hacia atrás queda sin servicio (ver imagen nº 13) Pero ya no solo eso, ese trozo de chapa que queda sin servicio es precisamente la que esta claveteada y además queda próxima o pegada a la superior.
En el siguiente detalle, nº 13, se indica como vapor del que se encuentra en la cámara interior, muy probablemente enrarecido con gases químicos volátiles orgánicos, tiende a salir entre las dos chapas, la pletina soldada le supone un obstáculo y en tanto no ejerza presión que le permita ir saliendo, ese vapor quedara custodiado entre las chapas, un obstáculo más a su salida le supone la presión exterior. El vapor que pueda quedar atrapado al irse saturando dejara depositadas pequeñas gotas de agua pegadas a las chapas, sin contar con lo que se pueda destilar, en este proceso de humectación intervendrá la acción de los clavos de hierro a lo que el zinc reaccionará, en principio con una tímida corrosión, una vez iniciada la corrosión el avance es rápido para terminar en la destrucción total de la chapa que es justo lo que ahora demuestra.
(nº 13, detalle)
Con todo lo expuesto, queda explicado el origen de la corrosión , en este caso, en el punto de encuentro de las chapas. que se traduce a: Una cámara de aire reducida entre la chapa y el forjado, a dicha cámara llega aire húmedo y vapor probablemente enrarecido por elementos químicos volátiles orgánicos que por presión osmótica llega desde el interior del edificio. Dicho vapor, siempre moviéndose en sentido ascendente, físicamente tiende a ocupar cualquier espacio, entre esos espacios se encuentra a mitad de camino y en toda la longitud el remate trasversal de las chapas muy propicio para la salida del vapor y ahí, en parte, se quedará atrapado, encontrándose a la vez con una temperatura inferior que le provocara la destilación, así, la humedad que se produzca sirve de electrolito provocar la pila entre los clavos y el zinc a la vez que, por ser la molécula del agua mono polar, puede provocar la interacción entre las dos chapas del mismo material zinc. En cualquier caso, basta con que se inicie la corrosión para que desemboque en una ruina generalizada.
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Se define como gotera como la continuación de gotas de agua que caen en un edificio u otro espacio techado.
las goteras de los edificios no tienen solo el inconveniente de penetrar el agua en las habitaciones, si no que, además, pueden llegar a pudrir incluso las armaduras estructurales, llegando a oxidar los elementos pudiendo ocasionar derrumbamientos parciales incluso la destrucción del edificio.
El agua, al pasar gota a gota, va empapando los morteros o los elementos que encuentra a su paso extendiéndose en virtud de capilaridad y crea una atmósfera húmeda caliente que contribuye a los efectos mencionados.
las goteras se deben a varias causas siendo la principal la desorganización de los tejados . Las goteras no respetan, se conocen por aquellas grandes manchas que se presentan en los cielos rasos . los cuales, al secarse el agua se agrietan y al ocurrir nueva lluvia, penetra el agua en la habitación.
Ni a cristo respetan. Cúpula protegida por plancha de plomo con un sinfín de goteras,
Dicho todo lo anterior, las goteras, la entrada de humedad en las edificaciones traen de cabeza a sus moradores. No dejan de ser las goteras, con la destrucción que conllevan, un buen recurso para los oportunistas (alquimistas) que ofrecen remedios para todo, cuando el verdadero remedio supone atajar el origen del daño de raíz, es decir, averiguando el origen y reparándolo de forma efectiva. El término reparar tiene un significado limpio que define perfectamente nuestro diccionario y es: «Hacer los cambios necesarios a una cosa que está estropeada, rota o en mal estado para que deje de estarlo». Fácil es de entender que reparar significa volver algo desarreglado a su estado primitivo o reemplazándolo a fin de conseguir la efectividad que se persigue.
En principio deberíamos respetar que en la actualidad, cualquier material de comercio, goza de las requeridas garantías para su aplicación, por lo tanto, el material fuera de sospecha. Pero si se manifiesta la disfuncionalidad, hay causa y, ¿ A quién se le inculpa ? ; Sin duda, hasta la fecha, en lo que incumbe en este artículo, Los materiales están a disposición, pero necesariamente se necesita la mano de obra, para su puesta en servicio.
Precisamente, del manejo y puesta en servicio de los materiales parte el origen de la de la disfuncionalidad. Los materiales se sirven y se disponen a la mano del profesional instalador para un ideal empleo. Desafortunadamente, la falta de profesionalidad y oficio acarrea instalaciones ineficaces que pueden terminar siendo ruinosas.
Resultado de una reparación, canalón resquebrajado
Ver humedad en el interior de una edificación es alarmante, produce inquietud,
Cubierta de zinc reparada con materiales sintéticos
máxime si se presenta exagerada. Conlleva eso a buscar remedio inmediato y no faltan quienes ofrezcan soluciones acorde con la necesidad de resolver. Soluciones magistrales en la mayoría de los casos, soluciones inmediatas, pero sin garantías. Podríamos plantearnos una pregunta, ¿ Como alguien que no tiene ni puñetera idea de lo que es una cubierta de pizarra, de zinc, de cobre o de plomo, puede ofrecer productos diciendo que reparan definitivamente las imperfecciones de dichas cubiertas? Ofrecen los oportunistas productos siempre sintéticos, láminas etc. Es de reconocer que las goteras se producen porque algún orifico permite la entrada de agua, es tan fácil como obstruir el agujero para conseguir la impermeabilidad. La manera más efectiva una amalgama o un producto que la porte. Hay quienes se atreven a dar garantías de efectividad hasta de 30 años. Vamos, una coña.
Este artículo se realiza en relación a las cubiertas de zinc,, cobre, plomo o pizarra que es de lo que este autor entiende. Cualquier defecto que presente un cubierta, sea o no causa de goteras, tiene reparación, reparación que ha de efectuarse huyendo de materiales u elementos experimentables: No se debe permitir la reparación de una cubierta de zinc, cobre, plomo. pizarra con telas, pinturas de caucho. Tajantemente, sin abundar en la infinidad de productos que hay en el mercado. Las cubiertas han de repararse con los mismos materiales de que se componen, todo lo demás es infructuoso. las reparaciones se han de efectuar por personas con oficio, ellas se atreverán a dar las mejores soluciones. la intervención de oportunistas suele traer consigo males que llegan a la ruina general de la cubierta. ¿Como una cubierta de zinc, cobre, plomo pizarra puede llegar a repararse a base de pinturas, láminas asfálticas u otros elementos que no tienen absolutamente nada que ver con los materiales originales? Por mucho que cueste aceptarlo, hacerlo, sencillamente es un acto de irresponsabilidad. Muchas son las cubiertas que hay que retirar a consecuencia de haberse realizado esas mágicas reparaciones que en la mayoría de los casos no superan el primer ciclo de servicio. Han de ser conscientes los reparadores de que en una cubierta de zinc o cobre por ejemplo, se alcanzan unas temperaturas muy elevadas y los materiales sintéticos no las soportan, los metales expuestos tienen un comportamiento dinámico al que no le acompañan en armonía lo adyacentes que usan para las reparaciones, esto conlleva nuevos agrietamientos y así se irán sucediendo las aplicaciones unas sobre otras en medida que se manifiestan las goteras, Finalmente, amen del gasto que hubo que asumir ya no hay posibilidades de hacer nuevas reparaciones, teniendo que definitivamente retirar íntegramente las cubiertas.
Puede parecer lo contrario, pero una cubierta de zinc, en lo que al material se refiere tiene más importancia de la que se le suele dar, es preciso conocer bien las propiedades y comportamiento del zinc para terminar haciendo un trabajo sin riesgos de acelerada ruina.
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Según Cohen, el zinc es un metal metaestable, es decir, que todas sus constantes físicas y mecánicas hasta ahora determinadas exceptuando su peso atómico, se refieren a sistema indefinidos. La modificación que se forma después de 330 y seis horas de calefacción en solución saturada de sulfato de zinc, de densidad 7,102, sólo se convierte muy lentamente en la estable a la temperatura ordinaria, Según Benedick, además del punto de transformación a unos 340° tiene otros segundo análogo a unos 170°.
Se ha dicho del zinc que es un metal trimorfo: el zinc x existiría hasta 170°, el zinc b de 170 a 330° y el zinc y de 330 hasta 419°. La polimorfia del zinc no está indicada cualitativamente de modo claro en las marcadas variaciones de la resistencia eléctrica del zinc comercial a temperaturas creciente. Por encima de 300 a 310°el coeficiente de temperatura es marcadamente negativo. Pero Arpi afirma que estos cambios no deben atribuirse propiamente al zinc , sino que son consecuencias de estar impurificado con el cadmio.
Benedick ha sostenido también que las variaciones bruscas que se observan en las curvas de resistencia del zinc a 170, 270 y 320° solo aparecen en presencia de cadmio . Sobre la superficie pulimentada de zinc que se deja enfriar desde una temperatura superior a la del punto de fusión lentamente hasta 180° aparecen grandes poliedros sobre los cuales se hallan otros mezclados más pequeños. Estos últimos son numerosos cuando se enfria el metal entre 360 y 330° y recubren toda la superficie de los grandes cuando el enfriamiento es por debajo de los 330°.
Kalischer encontró que la del zinc a 0° era 7,1817 ascendiendo después de calentar a 320 hasta 330° a 7,1841. Kuhlbaum, Roth y Siedler encontraron que para el zinc destilado no prensado a 20° referido al agua a 4°la densidad de 6,1225 y después de prensado a 4000 hasta 10000 atmósferas 7,12722. En cambio, un exceso de presión y estirado en frío disminuyen la densidad. Al pasar del estado sólido al líquido el zinc se dilata, volviéndose por tanto más ligero.
La dureza del zinc es algo mayor que la de la plata y algo inferior a la del cobre. El prensado endurece el zinc, entre 80 y 90° el zinc se ablanda marcadamente, por encima de 90° se va endureciendo con rapidez, de modo que el metal a 110°se comporta como a 30° fuera de que es más quebradizo. El endurecimiento cerca de 110° requiere algún tiempo y no se presenta en el zinc puro. De 110° en adelante el zinc va ablandándose ligeramente, al subier la temperatura hasta 200°y probablemente hasta 250°El zinc puro solo muestra endurecimiento cerca de 200°, al principiar a fundir la dureza del zinc todavía es 1½ por 100 de la que tiene a temperatura ordinaria. La dureza del zinc disminuye cuando tiene estaño y aumenta con el antimonio, aluminio, cadmio y magnesio. La acción del 4% de cobre equivale a la 0,25% de magnesio. La misma cantidad de cadmio aumenta la dureza del zinc en un 50%, el aluminio ablanda el zinc y el fósforo lo endurece.
Se consigue que el zinc adquiera maleabilidad y flexibilidad de que carece en las condiciones ordinarias a causa de su estructura cristalina, por calefacción a temperatura elevada. A temperatura ordinaria el zinc es más quebradizo y puede romperse al golpearlo con el martillo.
La maleabilidad del zinc es mucho menor que la del hierro, en cambio la plasticidad , sobre todo la del metal fundido es mucho mayor de lo que muchos creen.
El zinc se trabaja mejor en caliente, hasta unos 150° pero a más elevada cada vez es más difícil de trabajar de modo que a 200° es más quebradizo que a la temperatura ordinaria. Hasta el punto de que se puede pulverizar en un mortero.
La dilatabilidad a diferentes temperaturas es la siguiente:
A 19° 70° 150° 250° 300°
Dilatación % 1,65 300 500 3 2
Límite de carga en Kg. por mm. cuadrado 12,4 3,6 2,4 0,7 0,6.
El zinc tiene un color blanco agrisado con viso azulado y lustre metálico intenso, que se conserva si se guarda en sulfuro de carbono.
Por calefacción es el metal más dilatable, algo más que el plomo y dos veces y media más que el hierro forjado.
El coeficiente de dilatación lineal del zinc por el calor es de 0,00002905 y el cúbico entre 0 y 100° 0,000089.
Las varillas de zinc calentadas no recobran su longitud primitiva por enfriamiento.
El punto de ebullición del zinc a la presión de 760 mm. es de 920° cómo temperatura de fusión se indica la de 417°
Destacar que en contacto con el aire seco el zinc conserva su brillo a la temperatura ordinaria, en el aire húmedo se cubre de una película gris que preserva a las capas inferiores de ulterior oxidación. Esta película está formada por una mezcla de hidróxido y metal; al cabo de algún tiempo toma un color blanco por la acción del ácido carbónico formándose carbonato bárico hidratado. Este se adhiere bien pero es soluble en el agua que contenga anhídrido carbónico y amoniaco.
El aire en movimiento oxida más al zinc que el aire en reposo , según la proporción de gas carbónico que contenga el aire húmedo actúa con distinta intensidad; la acción es más enérgica en presencia de gas sulfuroso.
Cuando la superficie del zinc esta oxidada cesa la acción del oxigeno seco por debajo de los 150° a mayor temperatura sigue.
El hidrógeno sulfurado a la temperatura ordinaria actúa primero sobre el zinc hasta que se ha formado una capa protectora de sulfuro, con el vapor de zinc forma sulfuro de zinc cristalizado. Mezclado con el aire, el hidrógeno sulfurado actúa rápidamente sobre el zinc.
Los alógenos húmedos atacan al zinc.
El cloro puede ser desposeído de todo indicio de agua haciéndolo pasar por limaduras de zinc.
El cloro seco no ataca al zinc y tampoco el cloro húmedo.
chapa y madera después de 17 años
En el agua el zinc es estable, mientras el agua este en todo exenta de gases y el zinc sea puro. En cambio, el agua actúa con energía sobre el zinc en presencia de oxigeno, sobre todo cuando el metal unas veces está mojado y otras no. En estas condiciones se forma algo de hidróxido que es ligeramente soluble. Destaco la certeza de estos datos, puesto que en algunas de las probetas que se están analizando en Cumalsa, S.l. Durante 17 años, vamos evidenciando que en una superficie de aproximadamente 1000 m², el zinc por su parte interior está sometido a una humedad constante siendo esta humedad provocada por vapor de agua suficientemente clorada y no se aprecia ninguna corrosión. Destacar que la chapa está instalada directamente sobre entablado de madera de pino, llegando a mantener también las tablas un altísimo grado de humedad a esta consecuencia si se aprecia una exagerada corrosión en el clavazón, por el contrario el zinc no acusa ninguna corrosión mas lejos de algunas manchas de hidróxido en zonas puntuales.
A.De la Rive, hizo detenidos estudios sobre la acción de los ácidos sobre el zinc. Esta acción está favorecida por la presencia de impurezas en el metal y el zinc puro se disuelve con alguna dificultad aún en los ácidos más enérgicos.
En sus combinaciones funciona el zinc como divalente.
El zinc no es separado de sus soluciones directamente por ningún metal, pero se separa de ellas por la corriente eléctrica.
Tal y como se nos explica la cámara de ventilación refiriéndose a cubiertas de zinc, no cabe razonamiento científico que pueda avalar la generación tal cámara, ni que los elementos recomendados contribuyan a generarla. Mejor empleado estaría el término cámara de aire, que en mayor o menor medida se consigue dependiendo de los elementos que se empleen como soporte.
En el caso de las CUBIERTAS DE ZINC, mucho se tiene hablado y se habla de la ventilación interior y su importancia. EL ZINC, que se emplea en cubiertas, es un material muy peculiar y merece de exquisitos cuidados para que de un resultado optimo, de no tener unos buenos conocimientos sobre el comportamiento en el tiempo de este material y aplicarlos , el resultado de la instalación a no muy largo plazo puede resultar ruinosa. Precisamente, según nuestros estudios, no es la ausencia de la mal llamada cámara de ventilación la que origina la ruina del zinc.
Hemos asistido a restauración de cubiertas con una antigüedad importante realizadas con hoja de zinc que curiosamente carecían de cámara de aire. ¿ ES IMPRESCINDIBLE QUE EL ZINC ESTE VENTILADO POR SU CARA INTERIOR? . Para asegurarnos podemos decir que si, si tenemos en cuenta lo que hemos visto quizás podríamos aventurarnos sobre lo contrario. Asistimos más a la reparación de cubiertas fruto de instalaciones deficientes que a causadas por perforaciones consecuencia de una deficiente o nula ventilación.
El zinc, en nuestro país en los inicios se ha instalado mayormente en zonas portuarias, en el centro y edificios singulares de algunas ciudades, se ha empleado en fachadas y cubiertas. De estas podemos extraer algunos datos, el principal es que se han cuidado más de asegurarse los instaladores de que el zinc tuviese libertad de movimientos que de una buena ventilación. Nos tenemos encontrado con cubiertas realizadas sobre yeso, únicamente separada la chapa por un papel intermedio, en ocasiones también hemos asistido a reparaciones de cubiertas instaladas directamente sobre entablado de madera sin ninguna ventilación. ¿ Y cual ha sido la causa por la que muchas cubiertas han llegado a la ruina? Perforaciones y roturas por fatiga. observadas las perforaciones, en su mayoría eran iniciadas desde el exterior, causadas por la polución ambiental, las roturas por fatiga por muy controladas que estén las dilataciones, a lo largo de los años suelen producirse en algunos puntos concretos, lo que se pudo evitar con inspecciones periódicas y reparaciones eficientes. Ocurre, en la mayoría de los casos, que decidimos intervenir en la cubierta cuando vemos la humedad, si bien, esta en muchas ocasiones se manifiesta a nuestra vista cuando lleva años produciéndose, por ello es recomendable revisar las cubiertas con cierta frecuencia. Hay que añadir que, prácticamente todas las cubiertas están realizadas con junta de listón y con chapas de máximo 2 metros.
En los últimos años, el empleo de ZINC EN CUBIERTAS ha sido masivo. La oferta de profesionales muy escasa, nos hemos ido instruyendo a base de ir viendo los resultados, es decir que de los errores hemos ido adquiriendo el oficio. El laboratorio de ensayos es el paso de los años. Claro, que si el ensayo sale mal, la ruina es para quien decidió que su cubierta se realizase en ZINC.
VEAMOS: Hay quien recomienda a pies juntos el siguiente soporte; SOBRE UN FORJADO DE HORMIGÓN, UN ENRASTRELADO, UN PANEL CONTINUO y SOBRE EL UNA LÁMINA ALVEOLAR. SOBRE TODO ESTO LA CHAPA DE ZINC.
LA PRIMERA PRECISIÓN: la losa de hormigón, indudablemente tiene un contenido importante de humedad, sobre ella instalamos el rastrel para fijar los tableros, dejamos por tanto una cámara entre la losa y el tablero, esta cámara es hermética, ¿ qué ocurrirá ahí dentro. Para más abunde, ponemos una lámina sobre el tablero, lo que ayuda a que esa cámara quede con la mínima o nula transpiración.
Instalado el zinc en este soporte, entre la chapa y la lámina entenderemos que quedan bolsas de aire, estas al calentarse aumentan su volumen y obligan a la chapa a hacen movimientos llegando muchas veces a deformarse, estos movimientos continuados, son causa de la rotura por fatiga. PODRÍAMOS QUEDAR MÁS SEGUROS SI PROCEDIESEMOS DE LA SIGUIENTE FORMA:
SOBRE EL FORJADO, INSTALAMOS LOS RASTRELES Y POSTERIORMENTE UN ENTABLADO DE MADERA DE PINO SEPARANDO LAS TABLAS 10 MM. Y SOBRE ELLAS DIRECTAMENTE EL ZINC. QUEDARÍA GARANTIZADA UNA BUENA CÁMARA DE AIRE Y LAS DEFORMACIONES DEL ZINC SERÍAN INFINITAMENTE MENORES Y A PODER SER LA INSTALACIÓN TRATARLA POR EL SISTEMA DE JUNTA DE LISTÓN.
INVITAMOS A NUESTROS LECTORES DISPUESTOS A CONSUMIR UNA CUBIERTA DE ZINC, A QUE ANTES DE DISPONERSE A HACERLA REPASEN ALGUNOS DE NUESTROS ARTÍCULOS RELACIONADOS CON EL COMPORTAMIENTO DE LA CHAPA DE ZINC EN CUBIERTAS, O SE SURTAN DE INFORMACIÓN AL RESPECTO. (SON MUCHAS, DEMASIADAS LAS CUBIERTAS DE ZINC QUE PRESENTAN RESULTADOS NEGATIVOS QUE SE PUEDEN ATRIBUIR MAYORMENTE A LAXITUD EN LA NECESARIA PLANIFICACIÓN)
El zinc se utiliza en construcción como material de cubrición desde hace muchos años, si bien en las últimas décadas su empleo ha sido masivo al menos en nuestro país, aunque en la actualidad está mermando su empleo . El zinc de comercio, llamado natural, que se emplea para cubiertas , tiene un color blanco agrisado con viso azulado y lustre metálico intenso, color que una vez instalado pronto desaparecerá. (ver cambio de color en la chapa de zinc)
pieza de zinc nº 12 (cámara de comercio de Orán) data del siglo XlX
Antaño se empleaba la chapa de zinc para la cubrición de edificios muy singulares y ornamentaciones destacadas, curiosamente se observa más en ciudades portuarias quizá por las facilidades del transporte y la importación de otras culturas. La instalación antiguamente era muy artesanal, las ornamentaciones eran de serie, estampados idénticos que se repetían en la mayoría de los ornamentos. Fuera de nuestras fronteras,en diversos países, se pueden contemplar remates estampados procedentes de una misma fábrica. Diferentes culturas arquitectónicas han utilizado mucho el zinc en sus edificios emblemáticos, tanto para cubrirlos como para adornarlos con majestuosas cúpulas, linternas y chapiteles. Podemos contemplar algunas edificaciones muy antiguas cubiertas con «tejas de zinc» romboidales o de pico, que en la actualidad están casi intactas, lo que viene a significar que el zinc es metal fiable.
En España a diferencia de otros países con más cultura en la instalación, el trabajo de colocar el zinc se reservaba a los hojalateros, por aquello de que sabían estañar y contaban en sus talleres con herramientas con las que podían manufacturar las chapas, generalmente alguna plegadora. El empleo principal dela chapa de zinc era en canalones, bajantes y escasas cubiertas de chapiteles, miradores, fachadas o algún que otro palco ornamentado en plazas públicas. Todas las instalaciones estaban lejanas de los sistemas que se siguen en la actualidad. Todo lo que nos encontramos de antaño esta realizado con juntas en lo que media una pieza longitudinal de madera de pinus, se le suele llamar junta belga, también junta de listón. Para darle más ímpetu,nos orientan hacia un listón de forma trapezoidal, curiosamente no hay concordancia en como se instala, unos dicen que apoyado por la base mayor, otros que por la menor, Nuestros antecesores se limitaban a un rastrel cuadrado o rectangular sin más.
A diferencia de España, En otros países si podemos ver edificios muy antiguos cubiertos totalmente con zinc. Curiosamente aquí , hasta hace unos años hemos contado con una importante fabrica de zinc, concretamente en Lugones (Asturias) , la que se llamó Asturiana de zinc, allí se laminaba también zinc para construcción y se servía generalmente en chapas de 200×100 cm. las que conocíamos para su empleo en cubiertas se sellaban con los números 10,12 y 14. Ello no ha significado que el zinc se emplease como material principal de cubrición en nuestro geografía, pues le superaban la pizarra y la teja. Más bien se utilizaba para ornamentaciones, cúpulas, chapiteles, algunas cubiertas de edificios muy singulares y en zonas muy determinadas. Si ha tenido una presencia muy activa en todas las cubriciones de pizarra, toda la rematería se realizaba con chapa de zinc, en contadas ocasiones con plomo y una mínima presencia de cobre; lo mismo sucedía en las cubriciones de teja. Era de tal importancia económica la repercusión de los «forrados metálicos» así se los llamaba, que una cubierta que llevase pocos remates no interesaba, hasta el punto de que cuando se empezó a implantar el zinc como material principal, los precios que suben y los avispados que se dan cuenta , de un acelerón descubren el aluminio lacado en negro o la chapa lacada que como es negra también y conjuga con la pizarra, ala, el zinc ya no es tan bueno, para hacer cubiertas si, pero para los remates no y eso solo porque el sustituyente es de color negro. (Conscientes del interés de nuestros lectores, de estos cambios interesados de costumbres hablamos en nuestro apartado técnico)
El bum de construcción que hemos vivido trajo consigo el empleo masivo de materiales que apenas antes se empleaban. El Zinc, sin lugar a dudas, se adapta a cualquier tipo de construcción y aunque sea cosa discutible no deja de aportar cierta identidad asociada con la calidad. A la vez que se promocionaba el empleo de zinc en cubiertas empezaron a aparecer máquinas, herramientas más diferentes para realizar los trabajos de manufacturación, también diferentes ofertas de acabados y accesorios que los mismos vendedores facilitaban a los espontáneos instaladores. La falta de oficio y escasa cultura en el conocimiento del comportamiento del metal, no tardo en dejarse notar con resultados muy negativos incluso la ruina de muchas cubiertas.
A la hora de planificar una cubierta de chapa de zinc, es primordial tener en cuenta algunos factores, por ejemplo: la ubicación de la edificación, su complejidad y muy importante el soporte, entendiendo este último como elemento sobre el que la chapa va a descansar y a estar en contacto permanente de por vida. Igualmente es importante el definir bien los diversos remates y el modo de resolverlos. Partiremos de la base de que la chapa de zinc tiene muy poco grosor, tiene un coeficiente de dilatación muy alto (2,9 mm. a 100°), La dilatabilidaddel zinc cambia a diferentes temperaturas. Se debería tener un escueto conocimiento físico químico del comportamiento del zinc antes de acometer cualquier trabajo. Comparando con el cobre otro metal muy empleado y para el que se siguen protocolos de instalación similares, el zinc es ligeramente más blando y aunque se trabajan de forma similar requiere minuciosos cuidados. Su maleabilidad es mucho menor que la del hierro. Se trabaja mejor en caliente, hasta 15°, pero a 200° es más quebradizo que a temperatura ordinaria. Téngase en cuenta que entre 80 y 90° el zinc se ablanda marcadamente, por encima de 90° se va endureciendo con rapidez, de modo que el metal a 110° se comporta como a 30º. Fuera de que es más quebradizo, de 110° en adelante el zinc va ablandándose ligeramente al subir la temperatura hasta 200° y probablemente hasta 250°. Estos factores han de tenerse en cuenta a la hora de perfilar, plegar o golpear la chapa, sobre todo en épocas de frío. Con temperatura muy baja el zinc rompe con mucha facilidad, para evitarlo algunas veces se acude al calentado de la chapa de forma descontrolada y se puede conseguir lo mismo o peor que si se trabajase en frío. Lo mismo sucede cuando se estaña en uniones que requieren de soldadura,( tema del que hablaremos en otro apartado)
Kalischer
Kalischer encontró que la densidad del zinc a 0° era 7,1812 ascendiendo después de calentar a 320 hasta 330° a 7,1841. otros investigadores tales como Kuhlbaum, Rot, y siedler encontraron otras densidades para el zinc en diferentes estados, textos al alcance sitúan la densidad en 7,14. Es de potencial negativo (-0,76) con respecto al hidrógeno, por tanto tendente a ceder electrones y quedando a la postre con carga positiva, por otra parte su coeficiente de dilatación lineal por el calor es muy alto 0,00002905 y el cúbico entre 0 y 100° 0,000089. Por calefacción es el material más dilatable algo más que el plomo y dos veces y media más que el hierro forjado.
Se debe atender especialmente a procurar que las chapas de zinc en su instalación gocen de libertad para moverse y su soporte sea compatible. A diferencia de lo que se suele recomendar como una cámara de ventilación efectiva, si tenemos en cuenta algunos resultados, la cámara de ventilación es de dudosa necesidad o al menos utilizando materiales compatibles, no la consideramos estrictamente necesaria. Volvemos a insistir que es más importante que el soporte no ofrezca dudas. También se debe huir de hacer chapas demasiado largas, más recomendable es hacerlas cortas, no más allá de los 5 metros cuidándose de que las fijaciones garanticen la movilidad. Por supuesto, los encuentros y remates, si no se pueden garantizar con pliegues hay que utilizar estaño al 50%, huir de emplear estaño al 30% y jamás resolver con masillas o siliconas. A ser posible, la estructura ha de tener suficiente pendiente para que al menos no haya posibilidad de que quede agua estancada, pues en las zonas de estancamiento se suelen acumular residuos sólidos, estos pueden portar ácidos orgánicos, a la vez que terminan siendo altamente higroscópicos y pueden provocar corrosiones en la chapa. En cubiertas que por necesidad tengan poca pendiente se debe procurar alguna limpieza máxime si hay vegetación arbórea cercana.
La chapa de zinc, en la actualidad, se sirve mayormente en bobinas de diferentes tonelajes, también de diferentes grosores y acabados. Con esto tenemos suficiente para proyectar el tipo de cubierta de que se nos antoje. Importante tener en cuenta que los diferentes acabados son solo superficiales de la chapa que en teoría se van a ir degradando en el tiempo, si bien ofrecen, a priori, una acabado diferente. Si tomamos como base la chapa de zinc de acabado natural, nos referimos a metal de color plateado muy brillante, que se va a ir transformando en su parte vista. Ya lo dictamino W.H. Seamón que el zinc mismo resulta protegido por la capa que el se forma por la acción del aire, él mismo decía que parecía ser que dicha capa hace al zinc muy resistente aún para el agua que contenga 0,5 gr, de anhídrido sulfuroso o de anhídrido carbónico por litro. A consecuencia de la combinación con el aire húmedo de la atmósfera renovada va a ir creando una capa de carbonato básico e hidróxido, lo que tradicionalmente se llama pátina, ella va a proteger la chapa, su color termina en un gris mate, entendiéndolo como oscuro y sombrío.
Si tenemos en cuenta que la reacción del zinc estando a la intemperie es inevitable y a la vez necesaria, pues el recubrimiento de la capa de carbonato va a ser homogénea protegiendo toda la superficie y así a evitar las posibles agresiones atmosféricas u otras. Es de entender que la degradación de las chapas que se sirven provistas de diversos acabados a la hora de irse degradando tales acabados, las degradaciones no van a ser ni excesivas ni homogéneas, entendiendo que más bien van a ser puntuales, por tanto nos sería fácil deducir que en aquellos puntos en los que vaya quedando el zinc sin la previa capa, se van a producir la típica reacción soltando a la vez hidróxido, pero el punto que reacciona no se va a ver favorecido por otras aportaciones próximas, lo que significa que se va a ir perdiendo materia sin compensación y ello podría provocar alguna picadura, aunque esto no esté científicamente comprobado, si vemos que los pre-patinados son más proclives a reacciones dudosas.
SOPORTE PARA CUBIERTA DE CHAPA DE ZINC
Mención destacada merece este apartado. El soporte, más allá de los cuidados a tener en cuenta en el momento de la instalación, tiene una importancia vital para la ulterior vida del zinc, se vienen manteniendo una serie de teorías respecto al comportamiento interior de la chapa de zinc y se da como solución más fiable la de procurar una mal llamada cámara de ventilación, se suele aconsejar una lámina alveolar, la mal llamada lámina de ventilación. Entenderíamos mejor si precisásemos diciendo por ejemplo que es una lámina de polietileno de nódulos intercalados ( erosiones) elementos que permiten cierta circulación de aire entre la lámina y la chapa. No todas llevan como componente único el polietileno, Eso si, el nombre comercial en muy importante, pues parece ser que no todas las láminas tienen las mismas prestaciones . Ha surgido un gran dilema de si unas son mejores que otras, todo a consecuencia de que se están manifestando corrosiones importantes en las hojas de zinc, no falta algún alquimista que atribuye a las corrosiones como causa algunas marcas de la dichosa lámina, si bien tienen la solución recomendando otras como majestuosas que para darle más ímpetu y credibilidad las etiquetan con unos precios desorbitados. El caso que los vendedores les atribuyen resultados magistrales a cada cual venden. Cuando surge este tipo de debates se llega a la conclusión de que algo de turbio hay, ¿ si unas son mejores que otras y de ellas puede depender en cierto modo la durabilidad del zinc, Si entendemos la cubierta de zinc como duradera, que pasa con las que ya tienen puesta esa lámina «mala » o no tan buena? . Los diversos estudios, las numerosas pruebas y ensayos, la numerosa información que llevo contrastando me van haciendo llegar a ciertas conclusiones que en otros textos voy desgranando, como avance puedo decir que igual los que hablan de la lámina como posible elemento causante de las corrosiones, sin tener en cuenta lo que se entiende como corrosión polimérica, carecen de razón, aunque sí, algo puede tener que ver la lámina, pero no tanto como los ayunos creen. Si desgranamos teniendo en cuenta diversos factores químicos y físicos muy complicados, que no son desconocidos, puede que encontremos alguna reacción entre la lámina y el zinc, pero vamos a ser claros y decir que la verdadera misión de la lámina es separar el zinc del soporte y eso es lo que debe mantener, mantenerse inalterable para conseguir en el tiempo un perpetuo aislamiento entre los elementos madera, tableros u otros incompatibles y zinc. En el contraste de información me he encontrado algunas empresas se atreven a promulgar que la cámara de ventilación es imprescindible sin dar el más mínimo razonamiento, aportando como aval científico el de la auto alabanza de decir que se llevan «x» años el sector. No tengo ningún reparo en decir que en un principio he aconsejado lo de que la cámara de ventilación era absolutamente necesaria, como igualmente era absolutamente profano en el conocimiento del zinc, seguía las indicaciones de vendedores de reconocidas firmas alentado a la vez por providencia divina, bien es cierto que siempre realice, inconscientemente, cubiertas sobre maderas que al final me he dado cuenta que son compatibles, eso sí, sin tener idea. Después de diversos estudios, prácticas y años de investigación, se llega a la conclusión de que los que aconsejaban no tenían ni puñetera idea y si la tenía la ocultaban. Era más importante adornar el producto zinc,, del que la madre Marketing cada poco paria una novedad más novedosa, asistiéndole de las infalibles herramientas, las máquinas y los adyacentes homologados, todo homologado y con ello se conseguiría una cubierta inigualable, Permítase una expresión muy utilizada en las redes sociales, » ja,ja y muchos jas» ¿ y cuando el zinc se corroe que?, nadie se atreve a difundir conclusiones mínimamente concretas, puede que la lámina, agentes atmosféricos instalaciones deficientes o algún espíritu toca narices sean los causantes.
Jacques Dony Daniel
Lo de que el zinc es un material apto para cubiertas jamás lo vamos a poner en duda, ni vamos a entrar en este apartado en el organismo del mismo para destripar todos sus componentes, aburrirían sabiendo que estamos ante un metal de calidad y eso encierra suficiente como para fiarse de él. Claro, si se ven resultados negativos hay que averiguar el porqué y dignamente informar, pese lo que pese y a quien le pese. Igual si los fabricantes se dedicasen a vender zinc informando debidamente y dejarse de aconsejar hasta casi imponer complementos mágicos sin contrastar en el tiempo, quien sabe, posiblemente los resultados podían ser otros. Ya desde 1805 en que Jean–Jacques Dony Daniel, estableció el sistema belga de producción, investigadores de prestigio dan como óptima la hoja de zinc para su empleo en cubiertas advirtiendo que no debía sujetarse con clavos a las maderas pues resultaría pronto corroído por los ácidos de esta última. si bien daban como buenas las pináceas. Aquellos de la época no eran muy claros a la hora de dar detalles, sabido es cómo se lleva esto de las investigaciones y cómo actúa cada investigador a la hora de dar a conocer sus tesis, pero no estaban ayunos de razón ya que es verídica la repercusión negativa de algunas maderas hacia el zinc. Por otra parte, podemos asegurar que lo de ser imprescindible la cámara de ventilación en sentido genérico es rigurosamente falso, pues tenemos datos de cubierta sometida a humedad constante durante años suficientes para poder asegurar que no a tenido la más mínima repercusión negativa, Igualmente tenemos datos de cubiertas realizadas hace más de 30 años estando el zinc instalado sobre cartón sin ninguna cámara de aire intermedia, sin embargo si tenemos datos que con la majestuosa cámara de ventilación en corto periodo de tiempo el zinc terminó corroído en diversas zonas. y otros de igual o peor resultado en zinc instalado directamente sobre láminas lisas. Por el simple hecho de dotar la parte interior de esta lámina parece ser que queda todo resuelto, pero la realidad es en muchos casos bien distinta, pues vamos encontrando cubiertas con corrosiones importantes y en su mayoría están dotadas de este sistema de lámina intermedia. Nuestra opinión es que estas láminas sirven únicamente para separar la chapa del soporte que generalmente suele ser tablero aglomerado. Pues es bien sabido que la mayoría de los tableros portan un PH muy alto en acidez por debajo de 5 y ello termina repercutiendo en la chapa si hay algún tipo de comunicación acuosa, pues ella terminará haciendo de electrolito y se formara una pila entre el tablero y la chapa, cediendo electrones el zinc y quedando con carga positiva, a la postre corrosión garantizada. Si atendemos a las indicaciones de antiguos investigadores, no hay conclusión definitiva si de no existir solución acuosa puede incluso repercutir la negatividad.
Nuestras recomendación es procurar un soporte a base de tablas de madera de pino, sabido es, por estar así demostrado, que la madera de pino está con un PH entre 5 y 7, por ello es perfectamente compatible y se puede poner el zinc directamente sobre ella, si conviene que la tabla este un poco separada para favorecer el paso de aire. Se está observando que aunque se produzcan condensaciones no afectan negativamente al zinc. Sin duda que el soporte de tabla puede resultar un poco más costoso que el tablero, pero el resultado justifica con creces la diferencia de precio que pueda haber. La formula más recomendable es instalar rastreles de madera en el mimo sentido de las pendientes, estos rastreles de 40 x 30 mm. fijados al soporte estructural, bien sea hormigón, o incluso tableros tipo sándwich, llevarán una separación entre 35 y 50 cm. Posteriormente y en sentido perpendicular se realizará el entablado con tablas de no más de 15 cm. de ancho por 22 mm. de grueso, clavadas convenientemente de tal forma que las cabezas de las puntas queden incrustadas y separadas las tablas entre si no más de 20 mm. De esta forma quedara garantida una cámara de aire. Se debe de tener en cuenta, que el zinc no debe de estar en contacto con otros metales, ejemplo el hierro y a ser posible se debe de evitar que reciba aguas procedentes de otros metales, pues ellas pueden transportar iones y repercutir negativamente en la chapa.
LA INSTALACIÓN
Elegiremos un grosor de chapa no exagerado, pero si abundante, se suele comercializar en muchos espesores, podemos citar 0,5, 0,65, 0,7, 0,8, 1 mm. …. 0,7 mm. puede servirnos. De aquí podemos calcular el peso por m/2 que se despejara multiplicando el espesor por la densidad. A ello le añadiremos un porcentaje dependiendo de la complejidad de la cubierta, generalmente se viene aplicando un 25%. Si es junta de listón se puede incrementar un 5%..La chapa de zinc para cubiertas viene regularizada, pueden conducirnos a engaño algunos añadidos tales como “aleado al cobre titanio”. Lo que muchos dan en llamarlo zinc titanio, la realidad es que estos aportes en la fundición son ínfimos y lo vemos más como una cuestión de marketing. Si nos hemos percatado que no todos los fabricantes presentan la chapa con la misma textura de la misma forma que el comportamiento a la hora de irse creando la pátina no es igual en todos. Aunque en términos generales podríamos confiar en que el zinc que está en el mercado es perfectamente apto.
Los sistemas de instalación se mueven entra la junta alzada o la junta de listón. En raras y especiales ocasiones se utiliza también la junta plana. Ofrece cada una de ellas un aspecto muy diferenciado. Tengamos en cuenta que la junta de listón va a presentar un volumen de unos 6 cm. aproximadamente y la junta alzada 2. La junta plana se eleva 1 cm. por la anchura que se le quiera dar.
La junta alzada, es la más extendida, la chapa se manufactura en máquinas especiales que por un sistema de rodillos la van moldeando a ambos lados de tal forma que posteriormente se pueden ir uniendo unas chapas con otras para terminar “engatillandolas” las fijaciones se hacen con grapas que pueden ser fijas o móviles, las móviles permiten el movimiento de las chapas. Este tipo de instalación es mucho más cómoda rápida, a la vez conlleva menos material que la otra citada. Se debe tener especial cuidado a la hora de perfilar, la máquina debe de estar bien ajustada para que la chapa no sufra al irse doblando a la vez también hay que procurar que haya una temperatura más bien elevada , el mismo cuidado, en cuanto a la temperatura habrá que tener cuando se trabaje la instalación y sobre todo cuando nos dispongamos a hacer los engatillados, una temperatura baja puede facilitar la rotura del zinc. El factor temperatura, se debe de tener en cuenta sea cual sea el tipo de instalación. En épocas de invierno, cuando es necesario hacer pliegues, se suele ir calentando previamente la chapa.
La junta plana se suele utilizar para cubriciones muy especificas, de muros, aleros, techos u otras en las que no conlleven mucho o ningún riesgo, pues no son tan seguras como cualquiera de las otras.
Ni que decir tiene que en cualquier tipo de instalación que dispongamos hacer, se debe procurar que las chapas gocen de plena libertad para moverse, no han de estar en contacto con otros elementos metálicos o propios de construcción, se debe aportar algún separador. Laminas de zinc, aplicadas directamente sobe ladrillos que contengan al menos 1,4% de sales solubles en tiempo húmedo inmediatamente se corroen.
Los remates han de resolverse mediante pliegues, engafetados u otros que garanticen la estanqueidad y por supuesto no ofrezcan riesgo de resquebrajarse. Ante la duda se puede acudir al estañado de uniones. Nunca se acudirá a resolver uniones mediante remaches, masillas o siliconas. Cualquier oficial ha de gozar de destreza y habilidad suficiente para resolver los remates debidamente con el propio material, para ello hay herramientas especiales que permiten hacer cualquier tipo de trabajo complicado con las máximas garantías.
LOS CANALONES
Especial importancia tienen los canalones en una cubierta. Creemos que por motivos estéticos, se tiende a proyectar canalones interiores, lo que lleva implícito asumir un importante riesgo, pues cualquier fuga va a repercutir directamente en el interior y se termina sabiendo cuando el agua se hace visible y a traspasado todo el soporte, muchas veces las fugas son ínfimas y cuando se ve la humedad ya ocasionado el gran desastre en el soporte,. Por eso hay que poner especial empeño a la hora de instalar canalones máxime si son interiores o de pesebre como vulgarmente se les suele llamar.
El soporte del canalón ha de ser exactamente igual al que lleve el resto de la cubierta y a poder ser dotarlo de algún elemento aislante, pues se suelen producir fuertes condensaciones. La base debería de ser semicircular y siempre con pendientes suficientes hacia las bajantes. Las bajantes que han de calcularse con respecto a la superficie de cubierta, entre ellas hay que hacer juntas de dilatación, si puede ser no más lejanas de 6 metros. Por comodidad, se han empleado y aún se emplean juntas de dilatación de neopreno, que consisten en una banda que embebe a ambos lados una chapa de zinc que posteriormente se suelda a las chapas de canalón, esta banda permite los movimientos de las chapas, pero hemos comprobado que no son eficaces, pues terminan rompiéndose, de modo que lo mejor es acudir al sistema tradicional que consiste en: soldar los cabezales de la chapa de canalón, dejarlos separados y cubrirlos con una posterior capota, para esto ha de haber pendiente suficiente para que el agua no se estanque. Pero de poco sirve todo esto si no atendemos a dejar holgura suficiente para que se pueda mover la chapa y a la vez no fijamos debidamente de tal forma que las chapas puedan moverse con absoluta libertad. No es raro ver canalones clavados en vez de estañados, remachados en las uniones y con una capa de silicona.
Las uniones han de estañarse siempre con estaño al 50%.. Solemos recomendar que se hagan unos aliviaderos, que servirán para en caso de obstrucción de las bajantes el agua pueda salir libremente al exterior, pues de lo contrario entraría hacia el interior.
CANALONES COLGADOS
Respecto a los canalones colgados, pueden ser de sección redonda o cuadrada de desarrollo variables, no deberíande exceder de 35 cm. Generalmente son más estables los de sección redonda, pues no acusan tanto las deformaciones y conducen mejor el agua hasta las bajantes.
Se suelen servir en piezas de 2 y tres metros que se irán uniendo con estaño, aunque no es raro verlos unidos con silicona, lo cual nunca se debería hacer. Hay que procurar suficientes juntas de dilatación, que se distribuirán entre bajantes . Las juntas de deben resolver de la misma forma descrita para los canalones de pesebre. los canalones colgados van soportados por unas palomillas que describen la misma figura del canalón y van fijadas al alero, han de ser suficiente rígidas y no quedar demasiado distanciadas, 50 cm. sería lo ideal. En algunos casos, dependiendo de la zona geográfica se suelen reforzar con tirantes superiores para que aguanten las sobrecargas. Para resolver las esquinas, juntas de dilatación, y bajantes, existen piezas normalizadas que evitan las soldaduras en obra permitiendo así mayor agilidad en la instalación, respecto a las conexiones de bajantes, igualmente existen embocaduras especiales que evitan tener que soldar los tubos directamente contra el canalón a la vez de que permiten una mejor evacuación.
BAJANTES
Las bajantes vienen normalizadas de fábrica, de sección redonda o cuadrada, se sirven en piezas de dos o tres metros , unidas longitudinalmente mediante engatillado o electrosoldadura, son diferentes secciones, las más empleadas son de 80 o 100 mm. han de ir acordes con la sección del canalón que empleemos. Es recomendable en la parte más cercana al canalón poner una cazoleta que a parte de ser un elemento decorativo, sirve mayormente para que en caso de atascamiento el agua se despeje por ella. En la instalación, las bajantes se embocan unas en otras y se fijan fijar a los paramentos verticales mediante abrazaderas. Es conveniente no apretarlas demasiado para que puedan moverse en caso de dilataciones.
REPARACIONES
¿Cuál es la causa que obliga a las reparaciones?
En teoría, una cubierta de zinc no tendría que acusar ningún problema y por tanto no requerir de reparaciones, pero la realidad es bien distinta. Nadie se supone a priori, que una cubierta de chapa de zinc llegue a permitir filtraciones de agua suponiéndola como funcional en el tiempo.
Concebimos el material como de larga durabilidad, que además da un aspecto singular y de carácter a cualquier edificación. Por otra parte, hay una variada oferta de acabados que, se amoldan a las necesidades estéticas más exigentes imaginables por cualquier facultativo de la construcción que quiera dar una nota añadida de singularidad a sus obras. ¿ pero, que está ocurriendo?.
Con el paso del tiempo, vamos asistiendo a ritmos cada vez más agigantados a la vista de cubiertas que están dando serios problemas mayormente presentan agrietamientos y corrosiones, ello requiere de un análisis en profundidad para averiguar las principales causas y así poder llegar a remedios eficaces. Lamentablemente muchas veces se llega tarde y la solución conlleva únicamente al desmontaje integral de la cubierta y a la vez su soporte.
El zinc laminado está perfectamente concebido para su utilización como material de cubrición y así lo demuestran infinidad de obras realizadas por todo el mundo. Son conocidas cubiertas muy longevas y sin acusar más defectos que los típicos de cualquier cubierta de semejante calidad, quizá que por falta de mantenimiento haya engroses de elementos sólidos sobre la cubierta o en los canalones, algún ínfimo fallo en remates complicados o incluso podría manifestarse alguna rotura causa de fatiga en remates o pliegues excesivamente complicados.
Tenemos que diferenciar esos resultados negativos provenientes de causas típicas de otros más preocupantes como pueden ser las corrosiones, que manifiestan de interior a exterior. Sin duda que algo muy negativo tiene que suceder en esa parte oculta para que sucedan tales ruinas.
Aún en la actualidad, durante la instalación, se están resolviendo algunos remates con siliconas o masillas , sabido es que eso no funciona en el tiempo. Los remates han de hacerse con plegados o soldándolos con estaño al 50%, atendiendo siempre a las posibles dilataciones, realizándolos oficio experimentado garante de pericia y si cabe moralidad, pues para este oficio de instalador de cubiertas de zinc que a su vez en ocasiones le tocará reparar, no vale con que el operador se suponga poseedor de arte y ciencia competente. no, ha de demostrarla. sería menester exigir del operario que se dedique al oficio una formación especial, de carácter marcadamente centrado en la materia.
canalón unido con silicona, véase como esta rasgadaSe ha limpiado la silicona para poder soldar con estañoFinalmente se soldó la unión con estaño como se debió hacer en un principio
Vemos con frecuencia Canalones unidos con elementos sintéticos como los que representamos en las imágenes anteriores, al igual que juntas de dilatación resueltas con materiales de caucho o neopreno. Estos, por lo que hemos visto en algunas zonas tienen una vida limitada no más allá de los 6 años, parecido ocurre con las juntas resueltas con sellados. Aunque también nos encontramos con soldaduras de estaño reventadas. En el primer caso, ya sabemos que las soluciones con elementos sintéticos no son las óptimas ni van acordes con la durabilidad de la chapa de zinc. En el segundo caso, cuando el estaño revienta es causa de déficit en la aplicación.
Cuando se acomete una reparación de esos elementos que no funcionan hay que recurrir a tratarlos como si fuese de origen, es decir, eliminar los elementos que no funcionan o se sabe que causan el daño, sanear las zonas afectadas y empezar de nuevo con plegados o estañados cueste lo que cueste. Lo que nunca se debería de hacer es parchear sobre lo hecho, pues así lo único que conseguimos es agravar el problema. Pongamos un ejemplo acompañado de imágenes. Si en un canalón no funcionan las juntas selladas, eliminamos los sellados, limpiamos y soldamos debidamente y así tendremos el problema resuelto. No se debe acudir a otros elementos y claro que si se puede estañar, de no poder hacerlo se sustituye la parte afectada y se hace de nuevo. Lo mismo ocurre con los agrietamientos en las chapas. Hartos estamos de ver como se cubren con telas o pinturas, no estamos en desacuerdo con estos materiales, pero sirven para lo que sirven, no para solucionar definitivamente problemas sobre la superficie de la chapa de zinc.
corrosiones que se producen en la cara interior de la chapacorrosiones que se visualizan en la superficie de la chapa
Mención muy distinta merecen las corrosiones de la chapa. Este asunto nos trae de cabeza, pues para entendernos, se trata de que la chapa de zinc se va descomponiendo. No vemos que muchos se atrevan a hablar de este fenómeno tan frecuente. Asistimos en diferentes puntos de nuestra geografía a demasiadas cubiertas que acusan esta patología. La corrosión de la chapa de zinc es el principal problema de ruina de muchas cubiertas. Ya lo hemos comentado al principio, la chapa de zinc no debería dar ni el más mínimo problema, eso sí, hay que trabajarla en condiciones determinadas.
Corrosiones en la chapa ( vistas al microscopio )corrosiones en la chapa
Cuando ocurre este fenómeno, ya demasiado extendido, nadie se pone de acuerdo en cual es la causa, pero la hay, claro que la hay. Lo llamativo es que la mayoría de las corrosiones, al menos las que nosotros hemos observado, son de interior a exterior. lo queramos asumir o no, si la corrosión se produce en el interior la causa es de un soporte inadecuado. Esto no debería suceder cuando multitud de instaladores han seguido a pies juntos las recomendaciones de vendedores directos de fafricantes, los que auguraban que con unas láminas no se iniciaría la corrosión. Claro que sí, intermediando una lámina magistral entre tableros y chapa no habría problemas, pero el resultado es exageradamente distinto y eso se ve. ¿Cual es pues la causa? Y por otro lado ¿cabe solución a estos problemas?. La causa podría ser ya sobradamente conocida, soluciones desgraciadamente no las encontramos en todos los casos que se nos presentan, la mayoría de las veces llegamos demasiado tarde y no podemos recomendar más allá de lo que menos nos gusta hacer que es desmontar la cubierta.
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