CAMBIO DE TONALIDAD EN LA CHAPA DE ZINC

UNA VERDADERA ODISEA , DECIDIRSE POR UN ACABADO U OTRO EN LA CHAPA DE ZINC

Hay que empezar por decir que los fabricantes nos tienen absolutamente confundidos con su interminable paleta de colores (acabados en la chapa de zinc). Es tal la propaganda de unos y otros que hasta hacen creer que la calidad del zinc va en sintonía con el nombre propagandístico, puro marketing, con el que identifican las tonalidades. Ejemplo: Muchos  creen que  en  el zinc al  cuarzo, otros en el zinc al grafito,  etc, etc, uno por ser de color gris y otro de color negro, ya no digamos de otros nombres, que no se entienden de donde pueden salir ni que significan, al final  todo una pantomima. Es preciso saber que   solo se trata de una tonalidad  superficial que dependiendo del pigmento se logra un color u otro. Sí, por muchas vueltas que les den, es una aplicación superficial aplicada una vez el zinc laminado, vamos que como si de pintar la chapa de un coche se tratase, aunque con otras características. Solo hay que preguntar si está garantizada la tonalidad del zinc en el tiempo, nos van a decir que si, pero no nos lo va a certificar, es que ni tan siquiera aseguran una igualdad de tonalidad si se piden partidas diferentes.

Nos hemos encontrado con casos en los que pasados unos, pocos años, zinc de color negro en origen se ha tornado en gris, con el de color gris no hay que decir nada  ya que el zinc natural va a adquirir ese color final, con otros coloridos ya lo explicamos en adelante.
Científicamente está  demostrado que el zinc, a la intemperie, torna a adquirir su tonalidad característica, es decir, la que adquiere si se utiliza chapa simple, el de siempre, sin ningún tipo de acabado superficial. El caso es que el zinc, se ponga como se ponga es zinc y la pintura lo único que hace es satisfacer la vista, bueno y hacer aflojar los bolsillos. No hay que perder de vista que el precio final del zinc, por eso de resultar más atractivo, resulta también mucho más caro por ir pintado. Un dato importante. la mayoría de nuestros peritajes surgen en cubiertas de zinc “pre patinado”, ¿por qué será?

Casi siempre que nos disponemos a realizar una cubierta de zinc, se nos hace   la misma pregunta. ¿cómo va a ir variando el color del zinc ?. ¿Cuánto tiempo va a durar ese color natural característico blanco agrisado con viso azulado y lustre metálico intenso?  Respuestas inconcretas pueden conducirnos a la elección de un zinc prepatinado para salvar esa transición obligada que va a ir sufriendo el zinc. Sin duda, el zinc “pre-patinado” ofrece una apariencia visual totalmente diferente, más homogénea. Llega a obra provisto de un film, que no con poco trabajo   una vez instalado se retira, ofreciendo un aspecto espectacular que casi justifica el elevado precio.
El que el zinc sea “pre-patinado” no garantiza la perpetuidad ni tan siquiera la homogeneidad del color, ni exime al metal de ulteriores reacciones por mucho que nos lo aseguren, pues los resultados que vamos viendo en nuestras investigaciones  nos confirman  las preocupantes alteraciones que podemos razonar. Pero el objetivo de este artículo es el explicar como se va tornando el color de la chapa en el tiempo, y.
 

HE AQUÍ LA RESPUESTA

Ese color brillante va a permanecer muy poco tiempo, en algunas atmósferas pude cambiar el color en  horas coincidiendo con la noche,  así se puede entender de que el proceso sea más o menos largo va a depender de la atmósfera reinante y de los contaminantes reactivos que porte, en cualquier caso es más cuestión de días,  que de meses o años como algunos aseveran.

Entre muchas otras, tiene esa propiedad el zinc de que en contacto con el aire seco él  conserva su color y  brillo a la temperatura ordinaria; en el aire húmedo se cubre de una película gris, que preserva a las capas inferiores de ulterior oxidación. Esta película está formada por una mezcla de hidróxido y metal; al cavo de algún tiempo toma  color blanco por la acción del ácido carbónico, formándose carbonato bárico hidratado, este se adhiere bien pero es soluble en el agua que contenga anhídrido carbónico y amoniaco. La oxidación del zinc es tanto mayor cuanto  más grosera   es su estructura cristalina.

Como producto secundario se forma peróxido de hidrógeno. El aire en movimiento oxida más el zinc que el aire en reposo. Según la proporción de gas carbónico que contenga, el aire húmedo actúa con distinta intensidad; la acción es más enérgica en presencia de gas sulfuroso.

Curiosamente ya W.H. Seamón  investigo sobre este proceso de transformación dictaminando que el mismo zinc resulta protegido por la capa que en él se forma por la acción del aire, parece que esta capa hace al zinc muy resistente aún para el agua que contenga 0,5 gr. de anhídrido sulfuroso o de anhídrido carbónico por litro.

En atmósferas contaminadas, el hidróxido de zinc formado inicialmente reacciona con los contaminantes para formar sales básicas. Estas sales se van formando por zonas y aumentando progresivamente hasta unirse todas ellas dando lugar a esa capa protectora que protegerá la chapa.

En las dos imágenes anteriores vemos la primera que se corresponde a zinc natural, la siguiente a zinc pre-patinado.

Podemos deducir que el proceso de cambio de color en la chapa  es relativamente corto. En algunas zonas geográficas el cambio de tonalidad se puede producir en un par de días siempre que se coincida con la atmósfera adecuada. En cualquier caso el zinc natural  va a dejar su brillo en tiempo muy breve.

En las imágenes siguientes podemos ver, además de otros fenómenos, como cambia radicalmente el color de la chapa de zinc. La imagen de la derecha nos muestra una chapa que  en origen era de color negro, color que aún sigue conservando en su parte interior, todo lo contrario a la exterior que no se diferencia si en origen fue natural o de color negro. Resultado más llamativo vemos en la imagen de la izquierda, en este caso la chapa era de color rojo, de manera, a primera vista, inexplicable se va desprendiendo  del pigmento dejándose ver el color natural. Se da la circunstancia de que en la cubierta que se puso chapa con este acabado rojo o granate, se hizo una secuencia de coloridos diferentes con otras chapas de tonalidad gris, verde y alguna más. Curiosamente, todas las chapas presentan el mismo estado de decoloración y no solo eso, lo más lamentable, la cubierta requiere de su recogida.
Parece que este zinc nadie lo fabricó y ningún técnico da explicaciones de como pueden suceder tales cosas. Nosotros si sabemos y así lo hemos explicado, porqué hubo esas pérdidas de color y llega el zinc incluso a la corrosión. 

chapa de color negro, después de unos años, en origen era como vemos la parte interior

 

estado de chapa pigmentada pasando 10 años
Chapa que fue de color rojo, véase el estado después de 10 años

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para evitar este proceso visual de cambio de tonalidad se suele acudir a la elección de chapa pre-patinada de nombres comerciales conocidos,  a priori no tienen más que  un color diferente desde el inicio, a parte del precio significativamente  mayor, el color ,similar al que la chapa de color natural va a adquirir en breve plazo de tiempo. Nos referimos siempre a pre-patinados que se asemejan al  color final del zinc natural, las demás ofertas de colores tienen otro comportamiento si bien la tendencia hasta ahora es la de ir perdiendo el pigmento, así lo podemos observar en la imagen siguiente.
Podemos observar otra imagen, un zinc pigmentado del que es difícil deducir el color  se intuye que fue de tono rojizo. Lo que   si sabemos que no es natural.
Han pasado a penas 10 años y  vemos claramente   como va desapareciendo  parcialmente  el pigmento dejándose ver el color natural  . De esta forma, el zinc empieza con su proceso natural e ira manifestando chorretones blancos sobre la chapa, terminando por presentar una tonalidad más bien desagradable, es decir,  no teniendo nada que ver con esa tonalidad perpetua que se le presumía cuando se instaló. Por otra parte, estas alteraciones pueden acarrear algunas consecuencias más graves que la simple perdida de color. En algún otro artículo hablamos de las patologías que pueden devenir a consecuencia de la pérdida deshomogeneizada del pigmento.

la siguiente imagen corresponde a la misma cubierta de la que se extrajo la muestra de la imagen anterior. En esta última se ve claramente la diferencia de tonalidades cuando va desapareciendo el pigmento. 

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M. Álvarez