corrosiones alarmantes en la chapa de zinc
las siguientes imágenes se han tomado en la inspección realizada a la cubierta de una vivienda unifamiliar.
las siguientes imágenes se han tomado en la inspección realizada a la cubierta de una vivienda unifamiliar.
Tratan las imágenes de un estudio rigurosamente científico de comportamiento de chapa de plomo que se realizó sobre una cubierta a los 10 años de estar instalada.
La cubierta fue planificada para instalar con una técnica de vanguardia que resultó tan infructuosa que llevo al plomo a la ruina.
Precisamente se abundo en adyacentes de la mejor calidad para hacer una cubierta exquisitamente funcional hasta el extremo de conseguir una cobertura adyacente bajo la plancha de plomo. Tales materiales empleados que no reproducimos aquí, so los que exactamente condujeron no solo el plomo, también la estructura a la ruina, por suerte esta última se pudo salvar.
Manuel Álvarez
Todas la imágenes corresponden a la misma cubierta de cobre en la que hemos intervenido a consecuencia del grave deterioro del soporte.
Se puede ver como la capa de tablero hidrófugo que conforma el panel Sándwich está totalmente destruida. A la vez los elementos mecánicos que fijan los tableros a la estructura se encuentran corroídos, lo que los hace inservibles. Debido a los agravios corría riesgo de desplazarse toda la cubierta y el sándwich dejando la estructura desnuda.
Se estudió un sistema de anclaje para no tener que retirar todo el resto de sándwich, de esta forma se aprovecho el tablero interior y el aislamiento, sobre el que se pusieron rastreles de madera de pino fijados de tal forma que garantizan la estabilidad del tablero y a su vez sirven para recibir el entablado de madera de pino. Entablado y rastreles consiguen una magnífica cámara de aire necesaria por el huso que tiene el espacio interior ya que nada menos es un SPA. Sobre el entablado se instaló directamente la chapa de cobre buscando en la instalación múltiples puntos de fuga para que trabaje eficientemente la cámara.
Se trata de vivienda unifamiliar cubierta inicialmente con láminas asfálticas. Motivos que no vienen al caso obligaron a sus propietarios a tener que hacer una nueva cubierta, pensaron en el zinc. Se planifico una nueva cubierta teniendo en cuenta la chapa de zinc . Se actuó directamente sobre la cubierta asfáltica, se instalaron rastreles de pino aprovechando para dejar planchas de aislamiento entre los rastreles, entablando posteriormente con tabla de pino, seguidamente se cubrió con hoja de zinc natural toda la superficie. El resultado, sencillamente ¡espectacular!
TODAS LA IMÁGENES ESTÁN PROTEGIDAS POR DERECHOS DE AUTOR. SE PROHIBE SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL POR CUALQUIER MEDIO SIN EL PERMISO DEL AUTOR.
M. Álvarez
Una de las patologías que mayormente acusan las cubiertas de zinc son las corrosiones. Cubiertas con muy pocos años dejan ver este fenómeno que termina llevándolas a la ruina total.
El ZINC, se viene utilizando a lo largo de la historia como elemento principal en cubiertas, antaño su presencia era mucho mayor en edificaciones representativas las que incluso se terminaban coronando con ricas ornamentaciones de este material. Muchas de esas edificaciones aún se pueden contemplar con el desgaste lógico del paso del tiempo, que además le aporta esa característica de color tan singular.
Lamentablemente tenemos que destacar en la actualidad lo evidente y es que con muy pocos años de vida, en ocasiones por debajo de los 5, el zinc acusa patologías que no se dan así en las cubiertas más antiguas. Bien es cierto que hasta hace unos cuantos años, en nuestro país el empleo de la hoja de zinc en cubiertas era muy pequeño, se utilizaba en mayoría como complemento en otro tipo de cubiertas para resolver encuentros, para recogidas de agua, ornamentos etc, . Todo cambió y su utilización pronto empezó a ocupar los primeros puestos, pasando muy por encima de los materiales tradicionales por nosotros empleados, pizarra, teja por ejemplo.
Es lógico pensar que nadie en aquellas épocas auguraba el futuro, presente que estamos viviendo, ¿ o quizás sí ?. Sí o no, la realidad no deja lugar a dudas y son muchas, demasiadas, las cubiertas dispersas por toda nuestra geografía que traen de cabeza a sus propietarios, que empiezan dando escasa importancia a una pequeña humedad, pasando a reparar una pequeña gotera y finalmente sintiendo verdadera impotencia. No nos circunscribimos construcciones concretas, los fenómenos adversos se pueden dar en todo tipo de construcciones publicas o privadas, grandes y pequeñas, en el centro, en la montaña o en la costa, en la ciudad o en el rural, es decir, todas pueden ser susceptibles de sufrir esos daños.
Sería alentador que esos que a la hora de vender se consideran expertos, se diesen alguna vueltecita por las obras una vez realizadas para ir comprobando si lo que dicen es cierto, o de lo contrario hay que reflexionar sobre el funcionamiento inesperado de las cubiertas. Posiblemente se darían cuenta de lo negativo de algunas recomendaciones y así poder llegar conclusiones de porqué se producen de forma tan masiva ciertas patologías . A menos para que nuevas cubiertas que se realicen se hagan con sistemas que estén lejanos de la duda.
No es de recibo que un metal como es el zinc al cabo de poco tiempo, en muchos casos, termine siendo totalmente inservible. No hay duda de que a algo se tiene que deber de que alguna causa tiene que haber ¿ y si la culpa no es del zinc, de que es? Saber se sabe, pero pocos o casi nadie se atreve a decirlo ya que sería reconocer que se hicieron las cosas mal y eso trae consecuencias. lo más grave es que se siguen haciendo, en la mayoría de los casos, las cosas igual, y a sabiendas de que no resultan.
Ciertas patologías no son nuevas ni nos pillaN de improviso, que va,. Asociaciones de techadores repartidas por Europa, no son ajenas a estos problemas y están dando instrucciones para que se planifiquen bien las instalaciones y así poder evitar resultados tan negativos.
PODRÍA SER ETERNO Y ASÍ LO DEMUESTRAN MUCHOS OBJETOS ENCONTRADOS.
No es la plancha de plomo un producto que en la actualidad se emplee ampliamente en cubiertas, los metales más empleados son la chapa de zinc o plancha de cobre.
El empleo de la plancha del plomo, va más destinado a la rehabilitación de cubriciones realizadas de muy antiguo u otras que por su singularidad lo requieren, bien para las propias cubiertas o para la protección de ornamentos cornisas u otros remates muy escogidos.
Siempre hemos entendido el plomo , por sus características, como uno de los metales más duraderos, ello a juzgar por la longevidad que presentan la mayoría de las cubiertas realizadas con este metal.
Nuestra larga trayectoria, el movernos por infinidad de lugares nos da esa gratitud de poder ver de primera mano comportamientos en los metales de cubrición que en la lejanía nos podían parecer hasta imposibles. Mantenemos de siempre que el mejor laboratorio de ensayos es el tiempo.
Solo hace falta el paso del tiempo, inquietudes y buenos conocimientos para llegar en muchos casos a conclusiones firmes. Poco o nada habíamos deparado en la investigación del plomo mas allá de conocer lo básico con datos muy vagos . A la vista de algunos resultados nos hemos dado cuenta de nuestro exagerado ayuno en el conocimiento y comportamiento del plomo en cubriciones, en el catastrófico resultado que puede llegar a dar. Lo he dicho antes, lo vemos como uno de los mejores. Vamos llegando a importantes conclusiones, en la mayoría de los casos, ocurre también en otro tipo de cubiertas, concluimos en que la causa principal que lleva a la ruina a los materiales es el desconocimiento absoluto de su comportamiento en el tiempo.
Nunca nos hemos atrevido a hablar del posible comportamiento negativo del plomo, pues los datos que hemos ido teniendo hasta la fecha han sido muy escasos, siempre que hicimos alguna intervención en este tipo de cubriciones la impresión ha sido buena y no nos provoco a profundizar en el estudio.
Recientemente hemos realizado una intervención en cubierta de plomo que nos alarmó, pues la corrosión, lo que nunca imaginamos, fue de tal gravedad que termino arruinando completamente la cubierta y afectando sustancialmente al soporte. Imaginémonos una cubrición con un soporte hecho a conciencia, podíamos decir que hasta exagerado, realizado con los mejores materiales, materiales que conocemos y los entendemos de alta calidad. Podríamos decir que el soporte sin más podría resolver la impermeabilización por muchos años, lo paradójico es que se instaló plancha de plomo para asegurar fielmente la cobertura. Tratándose de un espacio noble, que mejor que el plomo para cubrirlo de perpetuo . Lamentablemente el plomo, en pocos años se destruyo y de no haber acudido a tiempo hubiese terminado de destruir el magnífico soporte y hasta los elementos estructurales, a los que afecto gravemente. En este caso, el material que se consideraba tenía que llegar a viejo no paso ni la adolescencia. Nació gravemente enfermo, pero eso nadie lo sabía. Apelamos mucho en nuestros artículos al término desconocimiento. llamamos desconocimiento, a desarrollar sistemas constructivos sin tener contrastado su comportamiento. Hacer las cosas con la ceguera de que como los materiales son buenos, sirven para todo y no siempre dan
tan buen resultado.
El fenómeno que hemos visto no puedo ser más interesante. Ello nos ha incitado a hacer una investigación a fondo de los elementos causantes. Hemos realizado un minucioso trabajo de investigación basándonos en el comportamiento físico-químico del plomo en combinación con cada uno de los elementos que conformaban el soporte. A resultas de una combinación de elementos empleados de la máxima calidad de lo que a priori se podía entender como una cubrición eterna, con garantías absolutas de impermeabilidad, nunca nos lo hubiésemos imaginado, lo que puede ocurrir cuando se combinan algunos elementos metálicos y no metálicos, o se hace una instalación basándose en que al ser el material tan bueno, hágase como se haga va a rendir. El resultado es puramente imprevisible , ni llegamos a pensar, ni acertamos a entender como ciertos fenómenos tan simples puede acabar destruyendo un metal del que se han encontrado restos de miles de años enterrados y en perfecto estado. Podemos poner el simple ejemplo visible de los estanques de las fuentes en el Real sitio de la Granja o su empleo en el palacio de Carlos V en Granada . La realidad, como siempre, nos terminó mostrando la parte más negativa de algo que tenemos por muy bueno.pero no por él, no, provocado por los adyacentes. Todas nuestras conclusiones nos hacen inclinar hacia lo mismo , no es el culpable de la ruina el material finalmente empleado, que va, es el desconocimiento a la hora de planificar la instalación.
Nos encontramos en la actualidad con proyectos escasamente definidos, con exclusivamente datos de instalación genéricos, a poco que se hurgue en la física y aun siento profanos se llega a entender que van a fallar. Cuando esto sucede, cuando no se definen bien los sistemas obligatoriamente quedan al albedrío del que tenga más “labia” para convencer de lo que más que nada a él le interesa y de ahí pueden derivar los males. Es inconcebible que un material como es el plomo llegue a corroerse hasta el punto de quedar inservible en muy pocos años y haya que atribuirle la culpa a instalación deficiente.
El trabajo de análisis que hemos realizado se basa, como todos los que presentamos, en un minucioso estudio que concluye en deshilar los motivos reales por los que el plomo llega a corroerse hasta tales extremos que lo dejan sin ninguna posibilidad de reparación .
Nota: Para la recopilación de los datos que nos han llevado a esta publicación se han tenido en cuenta varios trabajos en obras perfectamente identificadas.
Por la importancia que creemos que tienen nuestro trabajo de investigación realizado en este caso, tenemos un amplio reportaje a disposición de los interesados en nuestro departamento técnico.
CUMALSA, S.L.
Debe estar conectado para enviar un comentario.