En la primera representación vemos la losa de hormigón, rastreles , tablero aglomerado y una lámina superpuesta sobre el tablero. Representamos unas nubecillas de vapor en la losa, ese vapor asciende hasta la cámara(espacio que queda entre la losa y el tablero) el vapor, al no tener salida se irá depositando en la parte inferior del tablero, destilándose, la humedad irá degradando progresivamente el tablero siendo cada vez mayor su higroscopicidad. Toda esa humedad que se concentre en el tablero terminará descomponiéndolo. Seguirá el vapor su camino ascendente y se irá depositando entre la lámina y el propio tablero y aquí se seguirán produciendo condensaciones, quedando así el tablero atacado por su parte inferior y superior obteniéndose un resultado como el que se muestra en la siguiente imagen.
Caso contrario es la segunda representación, en donde vemos la cámara de aire que se encuentra entre la tabla y la losa está liberada por los huecos que quedan entre las tablas . nunca se producirán concentraciones de vapor en ese espacio, por tanto la tabla no acusará degradaciones y a la hora de recibir calórico en ese espacio no se generarán fuertes presiones ya que ellas podrán disiparse por todo el espacio.
Hay que apuntar además que el tablero, por sus componentes, porta un Ph muy ácido, Muy por debajo de 5 y va a ser captor de electrones de los átomos de zinc. Si la chapa se pone en contacto con el tablero por algún medio acuoso o humectado este medio servirá de electrolito formándose así la pila entre la chapa y el tablero, cediendo electrones el átomo de zinc al medio ácido quedando el primero con carga positiva derivándose de ahí la corrosión. (corrosión electrolítica) TENGAMOS PRESENTE QUE LA CHAPA SIEMPRE VA A ESTAR COMUNICADA CON EL TABLERO POR MULTITUD DE GRAPAS DE FIJACIÓN Y ELLAS SON PROPENSAS A LA HUMECTACIÓN.
En el segundo caso de entablado de madera, siendo este de pino porta un PH entre 7 y 5, neutro o cercano, en esta situación los átomos de zinc estarán estables. Sí hay que cuidar de que la tabla no lleve tratamientos ácidos, mejor tabla sin tratar.
Este último sistema permite instalar el zinc directamente sobre el entablado, nunca se producirán fuertes presiones entre él y el soporte, precisamente por la separación de las tablas y la cámara generada entre ellas y la losa.
Nota: Todas nuestros artículos provienen de nuestras propias fuentes de investigación contrastadas con diversas investigaciones asociadas. imágenes y contenido están protegidas por derechos de autor.
Surtido de Imágenes de nuestros trabajos realizados para BODEGAS Y VIÑEDOS ARTADI.
Cubiertas de zinc con soporte de madera de pino sobre enlosados de piedra.
¡Una cubierta de ZINC NAURAL, sobre un soporte sin precedentes ! Que sin duda contribuirá a la creación de un espacio interior sobrio, de equilibrio , magnifico para la conservación de los prestigiosos vinos de la firma ARTADI
Desde siempre, el ser humano necesita proteger de forma eficaz sus edificaciones. Remontándonos en la historia, nos daremos cuenta que se han ido buscando los materiales más duraderos y distinguidos para cubrir cualquier tipo de edificación. Desde las más antiguas cabañas a los más modernos edificios, la pizarra permanece inalterable junto a majestuosas construcciones de piedra protegiéndolas y contribuyendo a la vez a su singular belleza.
Cuando se ha querido dar un toque de singularidad a sobrias edificaciones, se acudió principalmente a la pizarra para coronarlas cubriendo torreones, cúpulas o partes prácticamente inaccesibles que a la vez destacan a modo de sello de identidad en iglesias, palacios, monasterios y edificios singulares de cualquier ciudad o pueblo no solo de nuestra geografía, en cualquier parte del mundo, en los lugares más inverosímiles se pueden contemplar cubiertas de pizarra.
El hombre, tardo poco en descubrir la generosidad y durabilidad de la piedra para emplearla en las construcciones más robustas. De poco le serviría, si no encontrarse la forma de proteger de forma eficaz y duradera lo que con tanto empeño y esfuerzo a través de los tiempos fue construyendo. Encontró también en la piedra llamada pizarra el material más idóneo para garantizar la protección de las edificaciones y así va permaneciendo por siglos, codeándose con las materiales más duraderos,
Como todo, la elaboración de pizarra ha ido evolucionando singularmente adaptándola cada vez más a las necesidades que se van presentando. Se ha evolucionado desde la extracción hasta la instalación. Como idea genérica, la pizarra se extrae bruta en una cantera, se transporta a naves en donde se manipula hasta darle el último formato quedando lista para su instalación.
Mucho dista desde las primeras explotaciones hasta la fecha. Se empezó extrayendo la pizarra manualmente para su empleo en las construcciones más próximas a los yacimientos, se podían sacar piezas definitivas en forma de lajas de formatos totalmente irregulares y grosores muy abundantes, se encargaban de colocarla los propios canteros que intervenían en la construcción. Las lajas de pizarra entrelazadas, vertiendo unas sobre otras, con abundantes solapes garantizaban que el agua no retrocediese. las losas se sujetaban por su propio peso sobre estructuras rudimentarias de madera con posterior enlatado también de madera generalmente de muy poca pendiente. En medida que la pendiente hiciese dudar y la pizarra corriese riesgo de deslizarse, se fijaban las piezas al enlatado con “espigos” de madera a modo de clavos, para ello se hacia un agujero en una parte que quedaría oculta de la pizarra sin riesgo de que recibiese agua, se taladraba la madera y se metía el espigo, así nos hemos encontrado algunas cubiertas. Este tipo de cubiertas requería de estructuras muy sólidas y resistentes por el peso que suponía la propia pizarra. Avanzando se empezaron a fabricar piezas de menos grosor, ellas, más generosas dejándose trabajar, permitían hacer cubriciones sin límites de inclinación. Para fijar las piezas, se empezaron empleando clavos de forja y ya se iban dando formas a las pizarras para hacer más atractivas las cubiertas. El crecimiento de la demanda, motivado por la confianza que ofrece la pizarra, obligó a tomarse en serio las explotaciones, buscando yacimientos duraderos de donde extraer pizarra en abundancia, para cubrir en principio la demanda nacional. Se empezó a emplear maquinaría pesada para la extracción en la que se empleaban explosivos para romper las rocas, una vez tareadas en grandes bloques se transportaban a naves para allí convertirlos en la definitivas piezas de pizarra. La excelencia de nuestra pizarra, pronto se hizo conocer en los cinco continentes, esto supuso las exigencias de nuevas adaptaciones, exigencias de calidades, formatos, características, etc,etc, obligan a una industrialización de pro. Las empresas de fabricación se ponen al día con sus propios equipos de investigación y control que se familiarizan con la pizarra desde que se descubre el yacimiento hasta que se paletizan las piezas, empleando los últimos avances tecnológicos tanto para la extracción como para la elaboración. Se paso de utilizar el conocimiento empírico a los fiables ensayos de laboratorio, Lo más importante de la pizarra está en el yacimiento, los avanzados conocimientos de ingeniería en esta materia, permiten localizar los filones conociendo a ciencia cierta su calidad y el entramado que concierne a una explotación minera a cielo abierto en su mayoría, todo ello va a permitir obtener una pizarra con identidad propia.
Sin duda, el mejor avance fue la extracción por aserrado, dejando al margen los explosivos en los tramos finales. Los grandes bloques, con el aserrado , no sufren las consecuencias negativas que le pueden aportar las ondas expansivas y llegan con su solidez original a las naves de elaboración. En la naves sufren una minuciosa transformación, aquí , aserrando los grandes bloques (rachones), se convierten en pequeños bloques en forma de cubo, fácilmente manipulables de mediadas largo y ancho similares a las que finalmente tendrán las definitivas piezas. Operarios con singular destreza, convierten los pequeños bloques en finas piezas (labrado) , esta labor artesanal, podemos compararla imaginándonos el ir extrayendo hojas de un libro, pensemos que las hojas están todas pegadas unas a otras y valiéndonos de una espátula las vamos separando.
La pizarra tiene esta nobleza de dejarse separar en finas láminas sin alterarse, conservando íntegramente su textura y resistencia. Es la perfecta maquina del hombre quien a través de sus manos , ayudadas por una especie de cincel y martillo, a simple golpe con coordinados movimientos y rapidez admirable van extrayendo pieza a pieza de grosores idénticos e integra. En esta labor , vista, oído y tacto se emplean al 100%, clasificando las piezas que pasarán una a una por otro proceso que es el de corte, aquí se dan las medidas definitivas haciendo un corte biselado por los cuatro lados, terminado el corte, la pizarra está lista para su embalaje, un embalaje muy sólidos que no permite ningún movimiento de las piezas en su transporte. Así va a llegar la pizarra a la obra lista para su instalación.
Todos los procesos mencionados van acompañados de un minucioso control, del que se encargan técnicos educados para el seguimiento de las diferentes secuencias, finalmente podemos confiar en que la pizarra está identificada por las calidades de económica, tercera, segunda, primera y especial.
Bien instalada la pizarra, nos permitirá disfrutar de su singular belleza con la tranquilidad de que permanecerá definitivamente inalterable su funcionalidad.
UN SOPORTE INCOMPATIBLE, UNA INSTALACIÓN DEFICIENTE, ACARREAN GRAVES CONSECUENCIAS
Un amplio reportaje en el que se ve como puede llegar a comportarse el plomo en pocos años. Todo ello a consecuencia del soporte y una deficiente, mala ejecución. Claramente se ve como las hojas de plomo acusan la deficiencia del soporte que en este caso, al descomponerse, perdió su planimetría, ello, obliga a la deformación de las chapas que progresivamente se van resquebrajando. En este caso se utilizó el plomo de 2 mm. para cubrir ciertos espacios de un edificio majestuoso, nada menos que una Catedral. Podemos observar uno de los techos, como acusa las humedades procedentes de las filtraciones que permite la plancha de plomo. Lo mismo sucede en las cubriciones de los muros,en los que el plomo no solamente se corroe, sino que también se resquebraja. Todo ello a consecuencia del soporte.
Se presentan también en este artículo imágenes de corrosiones más pronunciadas en otras edificaciones, hasta el punto de la desaparición física de la chapa residuando básicamente en polvo y láminas de carbonato. En este caso, el plomo, aparentemente estaba bien instalado, sin embargo, sin ninguna duda que se erro en el soporte. Aunque a priori el soporte pudiese parecer o se hizo como inmejorable, nada menos que se realizó con rastreles, más que suficiente aislamiento, entarimado a conciencia con madera de pino y lámina como descanso directo de la lámina de plomo. Sin embargo el soporte fue causante directo de la ruina del plomo, no solo eso, de no haber acudido a tiempo, habría que intervenir en la estructura de acero.
En lasúltimasimágenes se puede visualizar claramente como se llega a destilar el vapor de agua confinado entre la tela y el entablado de madera, vapor que incluso llega a atravesar la tela para llegar instalarse entre la lamina de plomo y la propia tela , así, por proceso químico, el plomo está condenado a la destrucción absoluta. Un escrupuloso estudio nos permitió, diciéndolo en síntesis, concluir que la destilación del vapor en combinación química con otros elementos, fue precisamente la causa destructora del plomo
El plomo es un metal potente, aún en condiciones muy adversas ofrece una vida útil muy longeva, así lo defendemos en muchos de nuestros artículos, siempre de acuerdo con diversos estudios realizados en obras antiguas. Tiene el plomo esa característica de adaptarse a cualquier superficie y permite soluciones en remates complejos con garantías de durabilidad, además ofrece imagen de nobleza cuando se combina en construcciones de esas características, no en vano se acude a él para remates o cubiertas de edificaciones de previsión sempiterna.
La importancia del plomo junto a sus incuestionables características no lo pueden todo. Atreviéndose a utilizarlo sin gozar del conocimiento de su comportamiento o lo que es lo mismo sin tener oficio, lo más probable es obtener un resultado ruinoso. Precisamente por sus peculiares características que lo hacen tan fiable permiten el descuido del instalador profano, que lo asocia con otros metales que emplea al uso como puede ser el zinc o el cobre, sin embargo, estos no tienen absolutamente nada que ver. Una instalación de plomo eficiente, por muy contrario que parezca, precisa de una minuciosa planificación en la que hay que atender principalmente al conocimiento físico químico del soporte directo o comunicativo (por los elementos de fijación que comunican la plancha con elementos incompatibles), a las fijaciones, cuidándose de que estas sean de metales compatibles. Igualmente se precisa de orientar la plancha de plomo a una instalación que garantice los movimientos a los que de perpetuo se vera sometida la chapa, para esto, independientemente de que los elementos de soporte empleados sean de compatibilidad con el plomo, las superficies de apoyo han de gozar de una planimetría perfecta y a futuro. El apoyo heterogéneo en superficie obliga a la plancha de plomo a adquirir las mismas deformaciones desestabilizándose su planimetria, siendo esto un obstáculo para los movimientos que sin duda va a sufrir el plomo. No pudiendo moverse libremente la chapa se crearán deformaciones plásticas que irán en aumento hasta llegar a la rotura.
Cuando en nuestro argot utilizamos el término “cámara de ventilación”, nos estamos refiriendo a una superficie entre la parte inferior de la hoja de zinc y el elemento siguiente sobre el que va apoyada la hoja. Entendemos una separación que se produce a la postre de instalar un elemento con múltiples resaltes sobre el que se asienta la chapa de zinc quedando esta puntualmente separada menos de 1 cm. . Generalmente, estas láminas se instalan sobre soportes continuos, de tal manera que por un lado evitan el contacto masivo de la chapa con el soporte y por otro, engañosamente “garantizan la ventilación”. hay otros sistemas de conseguir la tal “cámara de ventilación” a las que me referiré.
Primero de nada, deberíamos deslindar si se trata de una cámara de ventilación o de aire, concibiendo esta última como pequeños espacios que obviamente han de contener aire, aire más bien húmedo y en reposo. Por muy bien que suene cámara de ventilación, son eso, minúsculos espacios de aire el que va a entrar en movimiento forzado por presiones que se generen.
No hace falta acudir a un estudio aerodinámico para concluir de que la ventilación, entendida como tal en estos espacios es prácticamente nula, lo que lleva implícito de que la renovación del aire sea excesivamente lenta. Teniendo en cuenta esta exposición, fácil es entender que tal cámara no es necesaria. Pero, si llegamos a la conclusión de que no existe tal ventilación efectiva ¿por qué se hace tanta insistencia y recomienda generar la tal cámara ?. Aduciendo a que se producen condensaciones en la superficie inferior de la hoja ( cara oculta ) y con la cámara se eliminan ya que de no eliminarse esas condensaciones puede surgir la corrosión en la chapa. Hasta aquí todo bien, pero ¿y qué ocurre para que aún cumpliendo el protocolo se llegue a corroer la chapa? Aquí surge la gran incógnita. Si se realiza una instalación siguiendo las directrices de procurar la “ventilación” con láminas concebidas a tal efecto, ¿a qué se deben el origen de las corrosiones?, es evidente que por falta de ventilación no tendrían que suceder. Otros motivos tiene que haber pero nadie se atreve a opinar públicamente. Queda meridianamente claro que la cámara de ventilación no es imprescindible como algunos aseveran. Veamos algunos ejemplos en las tres imágenes , la primera corresponde a una cata realizada en cubierta de chapa de zinc instalada sin lámina y sometida a una humedad constante de entre el 80 – 82% durante más de 10 años, la segunda corresponde a cubierta también de zinc instalada sobre lámina y la tercera igualmente instalada sobre lámina y tablero, En este ultimo caso, no solo la chapa estaba inservible, también tablero totalmente descompuesto claros ejemplos de lo que venimos comentando.
las dos últimas imágenes corresponden a una misma cubierta de poco más de un año. Se instalo como soporte tablero aglomerado, lámina alveolar y posteriormente chapa de zinc. Observamos que la chapa esta emanando hidróxido a ritmo agigantado. El tablero de soporte está totalmente descompuesto. Dicho tablero es componente de un panel sándwich. La cubierta cobija un espacio público. En este caso hubiese sido conveniente procurar una cámara de aire, pues todo el vapor que deja pasar el tablero por sus múltiples uniones se podría evacuar, mientras que la lámina lo que hace es custodiarlo y así termina absorbiendo la humedad el tablero al descomponerse, emana gases químicos volátiles orgánicos cuyos iones repercuten en el zinc. A la vez, como se comprueba, el tablero termina totalmente descompuesto.Una vez que el tablero pierde su resistencia, la hoja de zinc queda totalmente suelta derivando el que pueda salir desplazada por la fuerza del viento.
Si se hubiese instalado sobre el tablero un enrastrelado de madera y posteriormente un entablado de madera, a buen seguro no estaría sucediendo la catástrofe que se visualiza.
En la imagen siguiente representamos un entablado de madera sobre el tablero. Instalamos rastreles de madera de pino de 40×40 mm. aproximadamente en el mismo sentido de las pendientes, separados unos 50 cm. Sobre ellos, perpendicularmente instalamos la tabla de pino de 170 x 22 mm. aproximadamente, dependiendo de la humedad que se presuma en esa cámara, debemos de utilizar el clavazón adecuado, a poder ser de acero inox. las tablas han de ir separadas no más de 20 mm. De esta forma conseguimos entre la tabla y el tablero una generosa cámara de aire , este en movimiento va a crear circuito incluso entre la chapa y la tabla, pues se lo va a permitir la separación de las tablas. Es aconsejable distribuir respiraderos (beatas) ordenados sobre la cubierta, ellos serán suficientes para succionar y expulsar aire que se pondrá en movimiento por la diferencia de presiones. Este sistema conlleva la tal ventaja de permitir instalar la hoja directamente sobre el entablado de madera que siempre recomendamos de pino, prescindiendo así de cualquier elemento separador. Fácil es entender que esta si es una cámara efectiva que nada tiene nada que ver con lo que se representa en las imágenes anteriores.
Nos venimos refiriendo a cubierta de zinc realizada sobre tablero tipo Sándwich. No podemos pasar por alto que algunas cubiertas se realizan sobre mortero de cemento separando la hoja de zinc por una lámina alveolar, aunque la mayoría llevan rastreles de madera, sobre ellos tablero aglomerado sobre el que se superpone la lámina alveolar u otras y seguidamente la chapa de zinc. En este caso no podemos olvidar la humedad de obra que contiene el forjado y como se va a eliminar. Evidentemente la humedad se va a ir evaporando, tendiendo ese vapor generado a ocupar el espacio que hay entre la losa y el tablero que la irá absorbiendo. El vapor (gas húmedo) tenderá a condensarse tanto en la cámara, dentro del propio tablero o entre la lámina y el mismo. El resultado viene siendo la progresiva degradación del tablero, que en su descomposición mas o menos acelerada, igualmente va a despejar gases. Importante este último dato, no olvidemos como se produce la corrosión electrolítica, tablero y zinc comunicados por un medio húmedo = a pila asegurada. El zinc esta comunicado con los tableros mediante las grapas de fijación que son pueden servir de elementos conductores, así el zinc cederá electrones quedando así con carga positiva y de ahí deriva la corrosión.
Las llamadas láminas de ventilación que además a la mayor parte o a casi todas se le atribuye cierta impermeabilidad nos traen de cabeza, Están tan adornadas de marketing que muchos las terminan concibiendo como imprescindibles, es decir, que hay que poner lamina sí o sí. Hasta tal extremo se llega que nos hemos encontrado cubiertas con soporte de tabla separada y la lámina sobre la tabla. No tiene ni pies ni cabeza, ni sentido, pero se hace.
Partiendo siempre de que el zinc esta perfectamente concebido para su utilización en cubiertas pudiendo ser su vida útil muy larga, es necesario para que preste íntegramente el resultado esperado, que los adyacentes empleados sean compatibles y vayan acordes con su durabilidad. Lograríamos así una cubierta realmente efectiva. De poco sirve que el metal, como tal, esté fuera de toda duda si fallan o terminan destruyéndolo los elementos que utilizamos para su instalación. La cámara de aire no es imprescindible si el soporte es compatible y así esta demostrado, si se procura esa cámara con un soporte incompatible, de poco sirve si el propio soporte va a terminar trastornado al zinc.
Por el contrario, siempre no solo la hoja de zinc, incluso el soporte compatible se va a sentir favorecido si procuramos una cámara de aire efectiva.
En la práctica totalidad de las inspecciones que hacemos en cumalsa, S.L: Nos encontramos con las mismas patologías que nos son otras que las corrosiones . En la mayoría de los casos la conclusión termina siendo la de retirar toda o la mayor parte de la cubrición. No entendemos que como siendo el zinc un material tan masivamente empleado en nuestras construcciones, como a la vista de tan graves resultados nadie se pronuncia. Se habla muy poco, casi nada o nada de estos fenómenos de la corrosión y lo que es peor, no sabemos el porqué se siguen prescribiendo y realizando cubiertas con los mismos sistemas que conocemos como dudosos, es más, sin haber determinado la causa que origino la ruina, se han llegado a hacer y se hacen reparaciones muy importantes repitiendo exactamente el mismo sistema primitivo.
Desde Cumalsa, S.l. venimos informando de estos fenómenos y como siendo el metal zinc u otros metales plenamente aptos para su utilización en cubiertas., como así se puede constatar su optimo resultado a la vista de muchas cubriciones que datan de antaño en los diversos puntos de nuestra geografía, también repartidos por todo el mundo. Como es posible que estemos asistiendo a la vista de infinidad de cubiertas ruinosas, con muy pocos años de vida y ni fabricantes ni presumidos entendidos del sector no se pronuncien claramente y con razonamientos científicos de porque se producen estos fenómenos. Sería muy conveniente, alentador y tranquilizador una información creible para los futuros consumidores. En Cumalsa, S.l. por nuestra trayectoria, a la vista de estos fenómenos, nos estamos preocupando desde hace varios años por investigar las patologías que se presentan en las cubriciones y podemos aseverar que la mayoría se podrían haber evitado. No dejamos de decir que los metales ejemplo el zinc, que es del que más venimos hablando, con las últimas técnicas de fundición y laminación que conocemos directamente como las de “ELZINC” dejan pocas dudas para su uso,
A medida que va pasando el tiempo, nos vamos encontrando cada vez más con diversas patologías en la hoja de zinc. En los últimos años ha habido informes crecientes de fallas rápidas de la hoja de zinc debido a la corrosión desde dentro hacia fuera, en algunos casos median menos de 5 años.
Aunque este fenómeno de la corrosión lo vemos mayormente en el zinc, otros materiales como el cobre y el plomo no son ajenos y también se corroen. ( en alguna de nuestras publicaciones, representamos techos de plomo totalmente ruinosos ).
Estos resultados que están dando las cubiertas, no solo en nuestros país, están alertando significativamente a algunas asociaciones, no en vano la NFRC de representantes de fabricantes, contratistas y expertos en techos se hace eco de los alarmantes resultados y se manifiesta considerando : ” que los techadores y la industria y los diseñadores en general necesitan orientación sobre el procedimiento correcto que se debe adoptar en la instalación de techos” Precisamente para evitar estos fenómenos y así conseguir lo que se espera de la cubierta de zinc, una larga vida útil.
CORROSIONES POR TENSIÓN
No nos podemos centrar exclusivamente en las corrosiones de interior a exterior, que científicamente sabemos porque se producen. Puede acusar la hoja de zinc otro tipo de corrosiones que no tienen absolutamente nada que ver con las mencionadas. ejemplo la “CORROSIÓN POR TENSIÓN ” Este otro fenómeno muy extendido no es para nada menos importante que el anterior. Desde nuestra visión, en el 100% de cubiertas que analizamos, si no es el problema principal, nos encontramos siempre alguna corrosión por tensión.
Se entiende la corrosión por tensión como una falla estructural relacionada a la corrosión. En este caso el metal de carga presenta grietas y fracturas bajo el límite especifico de carga.
Al tener contacto con iones corrosivos, las grietas microscópicas en el metal causadas por la tensión y el estrés de una carga pesada se propaga a medida que los iones corrosivos alcanzan el final de dicha grieta. Esto causa que la grieta crezca gradualmente y sea una causa potencial de un daño estructural eventual. La corrosión por tensión es muy peligrosa porque puede ocurrir frente a sustancias que por lo general no tienen un alto nivel de corrosión sobre el metal. Ello hace que esta corrosión tan peligrosa se produzca mientras que el resto de la superficie del metal parece no estar afectada.
la prevención de este tipo de corrosión es un tema por lo general de diseño, por otra parte, el metal debería pasar pruebas de tensión.
La corrosión por tensión se incrementa a altas temperaturas y frente a líquidos que contienen cloruros disueltos.
Nota: todos los artículos y publicaciones que se hacen en la Página Web de Cumalsa, S.l. proceden de sus propias investigaciones tanto de campo como de informaciones recopiladas de diferentes textos asociados con la materia. Por lo que están amparadas por derechos de autor. Se prohíbe el copiado o la difusión por otro cualquier medio sin permiso expreso del autor.
La pizarra tiene el principal mérito de ser un producto indiscutiblemente natural. Es una roca generosa a la hora de dejarse trabajar, permite ser exfoliada en finas láminas, ser cortada con cierta facilidad y perforada sin quiebros más allá del propio orificio. La belleza que ofrece la pizarra en una cubierta es inigualable en relación con otros materiales de cobertura al uso.
Cuando se presentan otros productos destinados a la cubrición, se suelen acompañar de un amplio dosier con sus características y composiciones etc,etc, todo el adorno a propósito de infundir y lograr la máxima confianza del posible consumidor dependiendo del producto de que se trate. La pizarra no necesita más que el nombre a secas. No vamos a generalizar dejando de lado que hay diferentes calidades, colores, grosores, medidas, formatos y a consecuencia diferentes precios. Es lógico que en la elaboración se aproveche la roca al máximo siempre con un resultado servible. Conviene tener en cuenta que cada edificación por diversos motivos va a requerir de un tamaño, grosor o calidad de pizarra diferentes. Cumpliendo el requisito de saber emplear la pizarra adecuada tendríamos garantiza su estabilidad y funcionalidad en el tiempo. Una precisión: Si visitamos cualquier almacenamiento de pizarra, veremos que se acopia a la intemperie, esto ya nos dice bastante, Pocos otros materiales de cobertura se almacenan así y no digamos de los metálicos. En mi trayectoria de instalador de cubiertas, raras veces me he encontrado con cubiertas que estén inservibles por descomposición de la pizarra, si ha sucedido alguna vez, pero los años que distan desde su instalación a la fecha de retirada superan con mucho a otros materiales.
Cuando hemos tenido que retirar cubiertas de pizarra o hacer reparaciones, siempre o casi siempre ha sido por causas ajenas al propio material, es más, en ocasiones se ha aprovechado el materia original, utilizándose el nuevo como de reposición.
El bombardeo de empresas comercializadoras de otros productos, han hecho desviar la atención de los proyectistas a por ejemplo metales que permiten adaptarse a cualquier tipo de diseño. La pizarra si obliga a que el diseño la permita, no nos olvidemos de que se trata de piezas independientes de tamaños reducidos y que van a conducir el agua unas sobre otras sin permitir que se desvíe hacia el interior, solo esto último va a suceder cuando una pieza se rompe, tiene poco solape, poca pendiente o fallan los materiales adyacentes ( de esto hablaremos en otra entrega) Por lo demás, un instalador, artesano y con oficio puede hacer que una cualquier cubierta de pizarra ofrezca una singular belleza a parte de gratificarnos con la máxima durabilidad.
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