EL ZINC, SU FASCINANTE HISTORIA

 

UN POCO DE HISTORIA

Por Manuel Álvarez

El zinc metálico tiene muchas aplicaciones a causa de alterarse poco en las condiciones ordinarias  por la acción del aire y el agua, así como por su fácil fusibilidad para obtener objetos de fundición. Para cubiertas, canalones, bajantes, vasijas, en los buques y  un largo etc.

¡¡ ENHORABUENA,VA A LEER UNO DE LOS  ARTÍCULOS MÁS CONCURRIDOS , A DIARIO, DE NUESTRA PÁGINA!!


Independientemente de otras muchas aplicaciones,  el zinc es uno de los metales laminados más empleados en cubiertas singulares. Una serie de circunstancias me  han invitado a estudiar e investigar  el  comportamiento de este metal, quise empezar desde el principio y así tuve que escudriñar en la historia, pude encontrar datos fascinantes,  muy interesantes. En los estudios a través de multitud de textos, de diferentes autores, se palpa un gran interés por el zinc ya desde los primeros tiempos,  por parte de los descubridores que fueron encontrando fórmulas, poniéndolas en práctica y así llegar a la actualidad.

Todo este trabajo se va articulando, amén de mis ivestigaciones, también  desde la extracción de   datos de numerosos artículos incluso de textos antiguos, que no ha sido nada fácil encadenarlos, pues hay relativas contradicciones entre los diferentes autores. Definitivamente el conjunto hace llegar a una redacción obligadamente engorrosa pero creo que amena,  la que quiero compartir con los visitantes de nuestra WEB

   Un excéntrico suizo contemporáneo de Copérnico y que se hacía llamar   Paracelso, que significa mejor que Celso, aquel médico romano cuya obra había sido traducida causando gran impacto en la época.   Su nombre completo era Phillipus Aureolus Theophrastus bombastes von Hohenheim (1493-1554). Su capacidad de beber  y su vocación al abuso en todo eran eran realmente pantagruélicas. En su carácter había una zona mística y oculta; aunque tenía la gran virtud científica de preferir la observación de primera mano a la autoridad de los antiguos escritores, virtud que demostró quemando las obras de Galeno y de Avicena ante las mismas narices de sus médicos discípulos. Paracelso era la cabeza de los iatroquímicos, lo cuales creían que el objeto principal de la química debía ser la preparación de drogas medicinales. A costa de envenenar  a algún que otro paciente. Paracelso era  médico y alquimista,  profesor de medicina en la universidad de Basilea, quien conoció algunas propiedades del zinc, a él se le atribuye haberle dado nombre al zinc llamándolo zincum.

Paracelso
Paracelso

A pesar de que respecto a sus obras no esta aún bien definido cuales son ciertas y cuales no.

Modernos investigadores concluyen que la palabra zinc deriva de persa Seng, que significa piedra o mineral, los antiguos lo denominan como espianter, deriva según unos de la antigua India y según otros de la voz árabe sbiadar, nombre del estaño, esta última palabra sería el sepidrui  (seprido) arabizada, que significa de aspecto blanco brillante. También serían de origen indio o árabe las denominaciones para el zinc, yukena (relacionado con tutia, que es el óxido de zinc) y de calaem.

En Europa llega a confundirse con el estaño en una época que los metales llegaban a ella desde la India y no podían distinguirse bien el uno del otro.

El zinc metálico fue conocido en Europa algo más tarde que otros metales que se le asemejan, como el bismuto y el antimonio, en cambio los indios y los chinos lo conocieron desde tiempos muy lejanos.

Estrabón

Parece que los griegos ya tuvieron conocimiento del zinc muy pronto en la historia. Cuenta el geógrafo y escritor griego Estrabón (nacido allá por el 63 o 64 aC, aunque en algunos textos se afirma no conocer la fecha de su nacimiento, a su muerte se le sitúa hacia el año 20 de nuestra era) que en la comarca de Andeira y de Troas se encontraba una piedra que quemada se convertía en hierro (adquiría un aspecto semejante al hierro) fundiéndola con una piedra especial, tal vez sería carbón, goteaba de ella una suerte de plata.Aunque se le atribuye a Estrabón lo de que algunas descripciones sean poco exactas y que acoja ideas inverosímiles, defecto que en verdad no sólo imputable a Estabrón, porque en el incurrían todos los escritores de la época, sin embargo la geografía de Estrabón es una de las obras de consulta más útil para el conocimiento de la antigüedad.

Un ídolo procedente de la época de Estrabón o tal vez aún más antiguo de origen tercio, está formado por zinc impuro.

Marco Polo, en la descripción de sus viajes publicada en 1298 aunque no menciona el zinc, si habla de la fabricación de Pompholyx (óxido de zinc) lo describe en Persia, como los persas preparaban tutia, solución de vitrolo de zinc para curación de los ojos.

Marco Polo

En el siglo XV, vuelve a hablar del zinc el alquimista Basilio Valentino y más adelante conoció Paracelso algunas propiedades importantes del metal. Precisamente a este últimos se le atribuye haberle dado nombre al zinc llamándolo zincum.

Durante mucho tiempo se confundió al zinc con otros metales tales como el bronce.

Henquel, manifestó en 1721 que se podía obtener zinc de la calamina por el flogisto, pero mantuvo en secreto el proceso. Sin embargo Swad en 1742 y Marggraf en 1746 obtuvieron el zinc por reducción de la calamina.

Hasta finales del siglo XVIII, la mayor parte del zinc empleado en Europa procedía de la India.

Se describe la producción del zinc metálico en el libro hindú Rasarnava. Posiblemente escrito hacía el 1200 de nuestra era y de autor desconocido.En Zawar (asentamiento ubicado en el distrito de Udaipur Rajasthan) municipio creado por la empresa minera Hindustan Zinc Limited, para la extracción de zinc y plomo, aquí existe una de las minas de zinc más antiguas del mundo . En esta zona grandes réplicas dan testimonio de la abundante producción de zinc desde el siglo XII al XVI. 

Los chinos también aprendieron en algún momento sobre la producción de zinc, seguramente allá por el 1600.

El conocimiento de la fundición de zinc deliberada de una  retorta fue adquirida por un ingles en una visita a China antes de 1740. Un procedimiento de retorta vertical, fue desarrollado por willian Champon ( 1709-1789).

En 1730 Isaac Lawson, fundó la primera fábrica de zinc en Inglaterra, para obtenerlo a gran escala en crisoles.

En 1743. J. Champion obtuvo una patente para la destilación y en 1745 fundó en Bristol una fábrica para la destilación por descensum. Que debía producir unas 200 Ton de zinc a partir de la blenda.

El método para llevar a la práctica el principio en que se funda el moderno procedimiento de obtención del zinc fue descubierto por el año 1798 el Silesia. Ruberg construyo hornos de mufla en wessola ( Silesia). En 1805 Jeam-Jacques Dony Daniel, estableció el sistema belga. En 1810 se desarrollo una planta más grande. Concretamente el precursor de la Societe de la Vieille Montagne  convirtiéndose unos años más tarde en la mayor empresa productora de zinc del mundo.

La excelente resistencia del zinc hacia la corrosión atmosférica, invitó a la producción de la hoja de zinc. Así en 1812. Se construye el primer tren de laminado en Bélgica. Los molinos se construyeron en Silesia a partir de 1821.

El galvanizado por inmersión en caliente, que es el proceso más antiguo, se introdujo en Francia allá por el 1836.

Muchas fueron las contribuciones de científicos a la industria del zinc, pero se reconoce como pionero a Sylvester Y Hobson,que dictamino que a 100° el zinc es quebradizo.

En 1833, Krieger dio a conocer que el metal zinc podía emplearse para la obtención de toda suerte de objetos huecos, pronto se extendió la fabricación de estos elementos desde Berlín a toda Alemania.

DIVERSOS ENSAYOS 

Aparato de March

El zinc ordinario del comercio nunca es puro, así que siempre contiene mayor o menor proporción de plomo, cadmio, hierro, arsénico y a veces también azufre, carbono y fósforo.  Los metales extraños especialmente el plomo y el cadmio, quedan de residuo, como masa negra esponjosa, cuando se disuelve el zinc en pequeños fragmentos en ácido sulfúrico diluido y se tiene cuidado de que quede sin disolver un pedacito de zinc metálico. Conduciendo el gas hidrógeno sulfurado que se desprende eventualmente en esta operación a una solución de acetato de plomo, no debe ennegrecerse ésta por formarse en ella sulfuro de plomo. (azufre) El reconocimiento del arsénico y del antimonio puede efectuarse mediante el aparato de March. El Fósforo se reconoce por la coloración verde de la llama del hidrógeno. La solución obtenida disolviendo por completo zinc casi puro en ácido clorhídrico no ha de precipitar so solo débilmente, saturándola con Sulfhídrico ( plomo, cadmio,cobre).

Cantidades muy pequeñas de plomo y cadmio pueden reconocerse en el zinc mezclando la solución clorhídrica del mismo con acetato sódico y añadiendo un poco de agua sulfhídrica. Dejando sedimentar el precipitado que se forma se da a conocer la presencia de estos metales extraños por la coloración del mismo. El liquido separado por filtración de estos precipitados, adicionado de amoniaco y agua sulfhídrica, deben dar un precipitado blanco, en caso de existir hierro tendría un color verde sucio.

La presencia de hierro en el zinc puede reconocerse también fácilmente en la solución clorhídrica, después de hervirlo con una pequeña cantidad de clorato potásico, por la coloración roja que toma el líquido frio añadiéndole solución de sulfuro potásico.

USOS DEL ZINC

El zinc metálico tiene muchas aplicaciones a causa de alterarse poco, en las condiciones ordinarias  por la acción del aire y el agua así como por su fácil fusibilidad para obtener objetos de fundición. Para cubiertas, canalones, bajantes, vasijas, en los buques y  un largo etc.

Respecto a sus muchos otros usos, la mayor parte se emplea en la obtención de aleaciones y en el cincado o galvanización.

Merece citarse que el hierro en presencia de humedad, puede preservarse de la oxidación por medio del zinc , fuertemente electropositivo, poniéndolo en contacto con este metal, porque del par hierro-zinc formado se desprende hidrógeno. En este caso es preciso que el agua contenga bastante cantidad de electrolitos, para que sea pequeña la resistencia opuesta al paso de la corriente eléctrica.

Según investigadores de D.Phillips, para que el zinc surta efecto sobre los materiales que ha de proteger, el contacto entre él y el metal a proteger ha de ser continuo.

Desde mediados del siglo XIX, se emplearon bandas de zinc para proteger los cascos de los barcos por la acción del agua de mar.

M.Müller observo corrosión en tubos de zinc por donde escurría el agua de lluvia de un techo de cobre, a causa  de este último metal disuelto por el amoniaco atmosférico contenido en el agua. Las láminas de zinc aplicadas directamente sobre ladrillos que contenían 1,4 % de sales solubles en tiempo húmedo fueron pronto corroídas, mientras que poniendo entre las dos materias una capa de fieltro o cualquier otro separador compatible, el zinc no era atacado.

Según W.H Seamon, el zinc mismo resulta protegido por la capa que él se forma por la acción del aire. Parece que esta capa hace al zinc más resistente aún para el agua que contenga 0,5 gr. De anhídrido carbónico por litro. Las cantidades de azufre, carbono, arsénico, antimonio, cadmio, estaño y cobre que ordinariamente contiene el zinc no lo perjudican en su empleo. Si tiene más de 0,13% de hierro, el zinc es quebradizo. Hasta el 1% de plomo favorece al zinc, pero más de 1,5% es perjudicial. Se asevera que  La lámina de zinc no debe sujetarse con clavos de hierro a la madera, pues resultará pronto corroída por los ácidos de esta última.

Respecto a las conducciones de agua  para las que se empleen tubos de zinc solo, según las investigaciones hechas por Nichols y Boarman, las cantidades de zinc que pasan de los tubos al agua son tan pequeñas que no pueden ser nocivas para la salud. Sin embargo Schwarz y Drosk, consideran que el empleo de tubos zincados pueden tener sus inconvenientes, sobre todo cuando el agua que circula por ellos contiene anhídrido carbónico libre y oxigeno.

Según Roman y Delluc, los recipientes de zinc o de hierro galvanizado no son apropiados para conservar o transportar  alcohol, pues el alcohol puede disolverse hasta 0,4 miligramos por litro de zinc del hierro galvanizado.  Esto es de temer a que los alcoholes metílico y etílico rectificados del comercio a menudo tienen reacción ligeramente ácida. Según Heinzeleman, este peligro solo existe cuando se trata de alcohol desnaturalizado de 90% en volumen., pero no respecto al alcohol puro o desnaturalizado de 95 a 96% en volumen.

Para el mosto de cerveza el zinc parece ser un veneno enérgico. Por el contrario J. Brand dice que la cerveza que se pone en contacto con la lámina de zinc permanece limpia. Desmonta así la teoría de que no se deben fabricar filtros para la clarificación de cerveza , se decía de estos que la enturbiaban, sobre todo a las cervezas jóvenes.

Si se considera que se perjudica el vino y el vinagre. Para la conservación de estos líquidos, los recipientes de zinc no son apropiados.

Si parecen recomendables los recipientes de zinc para destinarlos a los aceites refinados. Las grasas para cuero actúan según J.Paesslr, sobre el zinc, porque durante su conservación se forman en ellos ácidos grasos.

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cúpula cubierta con chapa de zinc

 

Se trata de un edificio singular situado en pleno centro de Manzanares ( provincia de Ciudad Real).  Representativo en la zona de la arquitectura del siglo XVIII. CUMALSA, S.L. intervino en la restauración del cupulín que corona el minarete. En su origen, la estructura era íntegramente de madera y la cubierta de chapa de zinc.

Se trata de una cubierta de escasos 28 m/2, pero como una diminuta joya de sumo interés para el pueblo. El edificio se encuentra situado  en el centro de la admirable villa , justo en la Plaza de la Constitución codeándose, en singularidad,  con la majestuosa Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y el edificio del Ayuntamiento. Imposible de pasar desapercibido a propios y visitantes.

La cubierta del minarete de planta octogonal, a pesar de su escasa superficie, destaca por su particular y exclusivo  diseño que se  podría calificar de  único. La chapa de zinc, de aspecto natural y 0.8 mm. de espesor,  ha sido trabajada de forma totalmente artesanal , con un estilo de instalación  creado a propósito para esta obra, tratando de no desvirtuar y seguir lo más fielmente posible el diseño original. Se siguió el sistema más tradicional, el que dio vida durante tantos años al original. Las chapas de zinc, todas ellas independientes, se apoyan directamente sobre la tabla de madera de pino y están fijadas con grapas que permiten la libre dilatación sin el más mínimo obstáculo. El zinc es de aspecto natural, ello permitirá ir observando ´las secuencias de típicas del  envejecimiento ofreciendo así una visión más atractiva, obligando a contemplarlo a menudo y disfrutar de su singularidad.

Manuel Álvarez