DISFUNCIÓN EN LAS CUBIERTAS
Multitud de cubiertas están dando serios problemas. Se conoce la causa. ¿a qué se debe que se siga prescribiendo la misma metodología de montaje que las lleva a la ruina?
Mantengo que el principal de las cubiertas de zinc, cobre o plomo son los soportes. No se entiende cómo en la actualidad se siguen instalando cubiertas con la extendida formula de soporte con tableros prefabricados,láminas, a pesar de conocerse multitud de casos de ruina y haber sentencias firmes que se pronuncian en el sentido de que ciertos tipos de soportes pueden avocar una cubierta a su disfunción total.
la cubierta o tejado como vulgarmente se la llama, es una las partes más significativas e importantes para preservar la vida del edificio ya que lo cobija, por eso, ha de estar de perpetuo a pleno rendimiento. Técnicos, promotores, propietarios, ponen su máximo empeño en proteger las obras sin escatimar. Los fabricantes no dejan de innovar sus materiales minuciosamente para destacar en novedades, lo que hace creíbles sus portentosas campañas de marketing para ponerlos en el mercado. Me atrevo a decir que se destinan más recursos en estudiar minuciosamente las campañas de promoción o marketing, que a comprobar cómo se utilizan los materiales y a cómo van respondiendo en el tiempo una vez puestos en servicio. Ellos, los fabricantes, son quienes deben de conocer a fondo las prestaciones de lo que fabrican y si por causas ajenas no responden como deben, ponerlo en conocimiento de quien proceda e informar de como se deben utilizar sus materiales para que presten el servicio que promulgan en sus informaciones.
Se suele decir; se retiró la cubierta a x años, 5, 10,15. Se da por hecho que duró esos años y no es cierto. Las alteraciones comienzan mucho antes de que se concluya que hay que recogerla, generalmente cierto tipo de patologías comienzan durante los dos o tres primeros años. Precisando, se puede decir que algunas reacciones empiezan a la vez que se hace instalación , el comienzo de algunos fenómenos patológicos es siempre es muy lento e invisible para el lego, el forense si lo ve. Una vez que el fenómeno ruinógeno es visible avanza a ritmo agigantado, de ahí nuestra recomendación de auditar las cubiertas durante su instalación, quede no hacerlo, no deberían de pasar más de de los 3 o 5 primeros años . Tomemos conciencia de que si la cubierta nace con cierto tipo de vicios, su reparación resultará imposible.
En ocasiones, ya se instalan los metales contaminados, debido a incidencia de fenómenos meteorológicos por proteger los metales indebidamente, o simplemente si el metal se sirve en bobinas almacenarlas en sitios húmedos, manipulaciones improcedentes, acopiados indebidos. En el caso del zinc, que es el más vulnerable, hay que seguir unas serie de requisitos indispensables tanto en su manufacturación como en su almacenaje, si por cualquier causa se contamina, el avance será imparable. Lo principal a tener en cuenta es no protegerlo de la lluvia o de la humedad con plásticos y menos dejar que las chapas entren en contacto con él ya que lo pueden fulminar en muy breve espacio de tiempo.
Es inconcebible, que los metales zinc, cobre plomo, siendo de máxima calidad, a los pocos años exijan de reparaciones por roturas, corrosiones, o se desplacen de sus asientos, o que se pudran los soportes ( soportes son los tableros u otros elementos sobre los que van asentados) Es muy difícil darse cuenta de la ruina hasta el momento en que está tan extendida que la mayor parte de las veces ya no tiene remedio. Muy fácil de entender, si el metal, por lo que sea permite filtraciones de agua , suele haber una lámina o incluso dos por debajo que va a evitar a priori que la humedad sea visible a menos que se produzca en zonas concretas con vía directa a puntos de visión. Además otros elementos que conforman el soporte van incluso absorber pequeñas cantidades de agua, de ahí que aunque haya permeabilidad nadie se entere..
Es cierto que algo extraordinario está pasando con las cubiertas . Exige de debate , pero nadie se atreve a sacar a la luz el innumerable número de ellas que presentan patologías ruinosas, ¿porqué?. ¿qué ocurre para que tantas cubiertas de cobre, de zinc, de plomo presenten estado ruinoso o salgan desplazadas? la respuesta es muy simple, están mal hechas, aunque se hayan hecho a dictado de “autorizados”.
Hasta se puede llegar a entender que algunas fórmulas que se hayan dado como buenas resulten fallidas, todo está sometido a experimentación . Lo temerario, imprudente , aberrante o como se le quiera llamar, es que se sigan haciendo las cosas siguiendo las mismas formulas que verazmente se sabe que no funcionan, cuando hay otras que ya están experimentadas y si funcionan. Si se utilizan métodos que demostradamente no funcionan , sencillamente hay que retirarlos y no seguirlos recomendando como si nada pasara.
A qué responde ese empeño de seguir recomendado u ocultar, que a la postre es lo mismo, que determinados métodos de instalación son ineficaces. Me toca diagnosticar tajantemente la retirada de cubiertas, pero aún falta la primera que haya puesto en duda el material principal, recomiendo que se vuelvan a realizar con el mismo metal, eso sí, algo hay que modificar ya que de lo contrario se cometerá el mismo error.
Una pregunta que se me hace a menudo, ¿porqué los fabricantes siguen recomendando sistemas que el experto dice que no funcionan?. Se me ocurre que tendrían que asumir el alguna responsabilidad y el paso del tiempo juega a favor. Si surge alguna reclamación siempre queda el recurso de endosarle responsabilidad al instalador.
Más allá que los equipos de estudio en fábrica, es el experto quien conoce la verdadera respuesta de los materiales, ya que él los observa, está al tanto de su comportamiento a través de los años, necesita de estudio, de observaciones, de infinidad de circunstancias para llegar a conclusiones certeras. Hay que visitar muchas cubiertas, subirse a ellas, trabajar en ellas para poder predecir con autoridad o ponerle nombre a las patologías que tanto abundan. Pero aún así, sigue pudiendo más el catálogo partidista que la voz del experto aunque nadie manifestándose la ponga en duda.
Sin dejar de lado otros como incuria o instalaciones mal planificadas, son en mayoría los “paquetes” de soporte los que están arruinando muchas cubiertas, bien abocándolas a la corrosión, bien destruyéndose ellos mismos dejando libre el material que se fija a ellos, ahí juegan un papel determinante las láminas esas que llaman de ventilación ¿qué tendrán para ser tan aconsejables? para generar terror si no se ponen.
Resulta que hay varios tipos de láminas en el mercado de esas que promocionan los fabricantes, vienen cargadas de literatura técnica, tienen unos nombres muy raros que los facultativos e instaladores bien conocen, pero si son tan buenas y necesarias ya que las recomienda el fabricante, ¿ cómo sus fieles instaladores se la juegan instalando otros tipos de lámina tradicionales como son la tal llamada drenante, esa que se utiliza en muros de contención o suelos, precisamente para drenar ? Tiene una respuesta, puede ser que de más beneficio económico, más baratas sí que es y si se cobra lo mismo hay más margen ¿o no?
Se dice que la lámina es para ventilar el zinc por su cara interior, además es impermeable y aún con todo eso, hay ocasiones en las que se añade otra lámina más a la que se la llama barrera de vapor, es decir, que con tanta lámina ya puede perforarse el metal o desaparecer que no se entera ni dios. De hecho, muchas veces el metal sale a trozos y queda la lámina supliéndolo hasta que se pudre la lámina o el soporte sólido.
Se suelen dar varios casos, primero que al poco de entregarse la cubierta se manifieste alguna humedad, segundo que esas humedades sigan manifestándose después de haberse reparado, tercero que por alguna circunstancia casual se vea el material corroído, en ocasiones pueden aparecer pequeños trozos de zinc por los suelos, cuarto hay casos más críticos en los que la cubierta presenta perfecto estado y por serendipia se ve, no que corre riesgo, sino que va a salir desplazada, no solo la cubierta incluso la estructura cuando se trata de tableros portantes.
Ante los casos mencionados ¿cómo se reacciona? Al primero y segundo; se suele llamar al que instaló la cubierta, este acude y pone algún remedio que casi siempre al cabo de poco tiempo deja de funcionar y la gotera continua, se vuelve a llamar e igual vuelve a actuar sobre lo hecho con apósitos que se irán sucediendo hasta que llega la desesperación y es cuando se llama al experto que casi siempre termina diagnosticado la retirada.
Al tercero caso la reacción es más confusa por desesperante, se llama a un especialista de catálogo y ahí llega el de los productos milagrosos. láminas impermeables, pinturas o lo que se le ocurra, que van a aplicar sobre lo primitivo. Lo que era una cubierta de calidad pasa a ser un vulgar parcheado a base de láminas impermeables, pinturas o lo que se le ocurra al alquimista.
En cuarto caso, la reacción es compleja por difícil de entender lo que ocurre, acarrea elevados costes, además de precisos estudios de ingeniería para entender lo que sucede y la búsqueda de solución efectiva. la solución efectiva es la que se debió adoptar cuando se hizo la cubierta . Muchas veces toca rehacer ya no solo la cubierta, sino que lleva pareja la propia estructura.
El paquete de cubierta se suele prescribir más o menos así: chapa x instalada por el sistema x puesta sobre tablero x con una lámina de nódulos de polietileno de alta densidad tipo x para favorecer la ventilación interior de la chapa x . Esto sería lo básico. La clave está en el tablero y la lámina.
En ocasiones se trabaja con tableros tipo Sándwich, en este caso el sándwich ya porta el tablero, se suele prescribir una lámina o barrera de vapor que va directamente sobre el tablero y sobre ella la lámina de nódulos. ( me he encontrado casos que se coloca la chapa directamente sobre la primera lámina) La clave vuelve a estar en el tablero y la lámina.
Otra fórmula puede ser: rastreles de madera, aislamiento entre los rastreles y la lámina, los rastreles se ponen a propósito de fijar a ellos la chapa. la clave vuelve a estar en la lámina.
En cualquiera de los casos mencionados siempre está presente la lámina, no falla. Y eso a propósito de que la chapa goce de “ventilación interior” . Hay muchos casos en que se pasa por alto lo de la cámara de ventilación y se pone una lámina x lisa, el caso es que la lleve. ¿no se asevera que la chapa de zinc por ejemplo tiene que tener cámara de ventilación?. ¿porqué no se la puso una lámina que la genere?
La imagen anterior es ejemplo de una urbanización que se hizo toda ella con este mismo sistema.
Las láminas sirven principalmente para separar los metales de los elementos incompatibles como pueden ser los tableros, para eso sirven, en el caso de láminas lisas, por sus componentes van a fulminar sobre todo al zinc, incluso al plomo.
En el caso del zinc, que puede considerarse el más reactivo, aún llevando lámina separadora, no podemos olvidar que va a ir fijado mediante grapas al tablero base. los tableros, por sus componentes, tienen una acidez muy alta y basta que se humecten las grapas para que se forme un electrolito y ya está el lío montado.
Hemos de considerar que las láminas, sean las que sean, son impermeables y van a impedir cualquier la salida de concentración de gas, vapor o aire húmedo que se concentre entre ellas y el tablero y eso trae como consecuencia la degradación de los tableros u otros elementos de fijación como pueden ser rastreles. la degradación del soporte, no solo desestabiliza la planimetría de la cubierta, a su vez la deja suelta pudiendo ser arrancada o incluso deslizarse. Es tal la degradación en algunos casos que llegan a desintegrarse por completo los tableros incluso sus herrajes cuando se trata de tableros tipo Sándwich.
Puedo abundar mucho más en explicaciones, aunque ante lo ya dicho se puede entender perfectamente cual es la causa principal de la disfunción de las cubiertas. Pero, ¿qué otras fórmulas existen que no avoquen a problemas ? Hay una, la más económica, que además la avalan años y años y da gusto ver un entablado homogéneo, casi invita a dejarlo sin cubrir, Tan simple como un entablado de madera de pino y ni láminas ni “farrapos de gaita” la chapa se coloca sobre la tabla y listo.
Si por cualquier causa se produce una gotera, que no tiene porque haberla, se verá enseguida, se repara y asunto concluido.
Hay ocasiones que conviene poner un separador entre las chapas y el soporte por motivos que no vienen aquí al caso ya que merecen de explicación muy detallada. Ante situaciones en las que se necesite separar la chapa del soporte la formula más recomendable es simple papel de estraza de no haber cartón embreado, útil, económico y eficaz.
Manuel Álvarez
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