JARDINERAS CORONADAS CON PIZARRA

Para el remate de los muros de jardineras exteriores  se opto por la pizarra, se trata de pizarra de primera calidad en piezas de 30 mm. de grosor que se han ido aserrando en anchos según las exigencias de los muros.

La textura y color de la pizarra completan el encanto de las singulares jardineras que adornan el exterior de un majestuoso hotel en plena Sierra. Tendrá que soportar la climatología extrema que reina en la zona a la que pocos materiales hacen frente permaneciendo inalterables en consecutivas temporadas. La experiencia nos permite la confianza de que la pizarra permanecerá casi intacta largos años, floreciendo en ella, año tras año la belleza que la caracteriza.

El Zinc en cubiertas

En España, no es reciente el empleo de zinc en cubiertas, data de muchos años atrás, podemos ver edificios con partes cubiertas de zinc, mayormente en ciudades portuarias. Destaca también el zinc en ornamentos de edificios históricos o relevantes.

El zinc, es metal de aspecto único y singular. Es generoso, se deja adaptar a cualquier superficie. Los facultativos que apuesten por el zinc para sus proyectos puede dar rienda suelta a su imaginación, el material no pone ningún impedimento a la hora de dejarse adaptar a cualquier superficie que un proyectista se pueda imaginar. Cuando hablamos de zinc para cubiertas , nos referimos a una chapa totalmente lisa de un grosor y longitud determinada, que hay que darle forma para que resulte funcional y a la vez atractiva. Generalmente, cuando el proyectista piensa en cubrir sus obras con zinc, no solo lo hace por la durabilidad que ya conoce del material la, busca también darle resultado singular y único a su obra.

Campo de Polo. LA GRANJA DE S. ILDEFONSO
Campo de Polo. LA GRANJA DE S. ILDEFONSO

El zinc, como material, sin más, no serviría para su empleo en una cubierta, va a sufrir una serie de transformaciones una vez instalado que contribuirán necesariamente para su durabilidad. Tengamos en cuenta que en mayoría se emplea chapa de 0,65 mm. Si no se produjesen esas transformaciones químicas, en breve tiempo terminaría siendo inservible. Por tanto, el material a priori reúne todos los requisitos para su empleo.

Imprescindible la mano del hombre para su instalación, que requiere de un conocimiento amplio del material, buen oficio y destreza para que una cubierta termine dando el resultado esperado.

Asistimos cada vez con más frecuencia a la valoración de cubiertas con resultados lamentables, en mayoría ruinosas a causa del comportamiento del metal tales como rotura por fatiga y putrefacción del zinc. En primer caso los obstáculos para que el zinc se mueva en las dilataciones es la causa. El segundo es más complicado de descomponer.

El zinc, necesita de materiales adyacentes para su instalación y no todos ellos son compatibles. Muchas veces se acude a complementos que por desconocimiento van a traer fatales consecuencias. Bien estamos mentalizados de que el zinc necesita de una cámara de ventilación interior pero con ello no tenemos todo conseguido.
Cada cubierta necesita de un estudio previo y se han de tener en cuenta factores prioritarios como son zona de ubicación del edificio, (por la ulterior exposición a agentes externos contaminantes) Complejidad de la cubierta, (de ello dependerán los diferentes remates que habrá que estudiar minuciosamente) , longitud y pendientes de los faldones (análisis exhaustivo de la longitud de las chapas y forma de resolver los encuentros trasversales. Teniendo todo esto en cuenta podemos relajarnos en la confianza absoluta.

Conviene tener en cuenta, que cuando el zinc es atacado por alguna contaminación interior o exterior o sufre roturas por fatiga, las perforaciones o roturas son prácticamente invisibles pero sin duda están transmitiendo humedad, por ello en el momento que se haga visibles cualquier humedad debe de revisarse minuciosamente la cubierta para ponerle remedio inmediato procurando actuar como si se empezase de nuevo y no acudiendo a complementos tales como siliconas, masillas u otros que al momento de hacer la instalación no se entendieron como funcionales ya que, si no servían antes, mal pueden resultar después. Es muy recomendable exigir a quien proceda a efectuar una reparación que informe debidamente de la causa, como se soluciona y que garantías ofrece.

Analizamos detalladamente cualquier anomalía que nos encontramos buscando la causa origen basándonos en el comportamiento físico y químico del material. Desgranar científicamente punto a punto el apartado anterior significaría el empleo de mucha literatura. Por eso preferimos dar datos en medida que al lector le puedan interesar. Sí quiere ampliar la información, solo tiene que ponerse en contacto con nosotros planteándonos su necesidad.

EL PROBLEMA DE LAS VENTANAS EN LAS CUBIERTAS

Sin duda que pasa desapercibido.  las ventanas situadas en las cubiertas o mansardas, sin singularizar en  identidades comerciales, pueden terminar dando algún susto tal como el tener que sustituirlas  por inservibles. Fue un magnifico invento,  permite dotar cualquier habitáculo bajo cubierta de lo más preciado, luz natural, prestando el mismo servicio que  una ventana tradicional.

Se presentaron en el mercado como eficaces y  poco a poco fueron naciendo diversos y sofisticados complementos necesarios para hacerlas más eficaces,  acoplados proveen a las ventanas de todas las prestaciones cortinillas interiores, exteriores, automáticas, se pueden abrir y cerrar a distancia, varios sistemas de apertura, sistema de minúscula apertura para favorecer entrada y salida de aire con protección de filtrado que evita la entrada de insectos (para algunos iluminados vendedores hasta filtran el aire de impurezas) y muchas prestaciones que  dejan  poco margen de duda a su ulterior resultado.  La realidad es bien distinta. No olvidemos que estas ventanas hacen frente a todas las inclemencias por si solas., En su mayoría están instaladas en las zonas más expuestas y desprotegidas de la edificación tales como son las cubiertas o mansardas (paramentos inclinados), lo que conlleva un escaso o  nulo mantenimiento exterior, no olvidemos que muchas de ellas solo pueden ser practicables con mando a distancia. Para colmo,  muchas de las zonas de la ventana que de perpetuo tienen que ser estancas, van protegidas con elementos que por su naturaleza terminan degradándose, algunos fabricantes dan una vida útil de 10 años para sus complementos y   recomienda su revisión periódica.  Cualquier  elemento que vaya fallando puede ir dejando paso a ínfimas humedades que aún manifestándose pasan  inadvertidas ya que no las asociamos. Terminamos dándonos cuenta cuando vemos claramente la humedad que nos resistimos a creer que  la causante es  la propia ventana y le atribuimos la culpa al material de cubierta. Lo grave es que en muchos casos la madera está totalmente podrida por tanto La mejor manera de saber si la madera que  conforma la ventana está recibiendo humedad es ir comprobando si el color original cambia hacia el negro, cuando está húmeda se aprecia claramente tocándola,  al olfato notaremos fuerte olor a humedad descompuesta, si está seco y pasamos los dedos se mancharan con un residuo negruzco, esto es señal evidente que el proceso está muy avanzado. Suele manifestarse la humedad en los puntos cercanos a los ángulos que forman la ventana y más en los inferiores.  La humedad puede provenir de muchos puntos, tanto de la cubierta como de la propia ventana. La ventana que en origen funciona a la perfección,  es normal que sufra alteraciones en el tiempo de las que el vendedor muchas veces  no nos disuade a tiempo  y ahí está uno de los problemas. En las últimas revisiones que venimos realizando, más del 90% de las ventanas que hemos observado de una edad de servicio en torno a los 10 años, tienen problemas serios de humedad y ellos consecuencia de la propia ventana y atribuibles a un déficit de mantenimiento. En nuestro departamento técnico detallamos minuciosamente los puntos críticos comunes a la mayoría de las ventanas.

 

 

Cumalsa, s.l.