EL PLOMO EN CUBIERTAS

EJECUCIÓN DE TRABAJOS .

Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!
Plancha de plomo destruida
Plancha de plomo destruida

Trabajar el plomo no es cosa fácil, hay quienes se atreven a hacerlo basándose en que al ser tan buen metal lo va soportar todo. La verdad es que sí soporta, eso si se instala adecuadamente, de lo contrario la ruina, más bien inmediata, está asegurada. Lamentablemente  las cubiertas o cubriciones  de plomo que requieren de mantenimiento o se encuentran en estado ruinoso son las realizadas en épocas más recientes, con no más de 20 años.  Sabemos de las cualidades de la plancha de plomo y no debería de requerir mantenimiento, la realidad es bien distinta, en la mayoría de los casos el   mantenimiento significa reparación o sustitución de planchas enteras o incluso la totalidad de la cubierta. El problema añadido es que cuando la cubierta no funciona el soporte también se ve afectado. En la mayoría de los casos se valora el estado de la cubierta a la vista de las humedades interiores o exteriores. Todo ello por una planificación despistada asistida de instalación inadecuada.

Nos ha tocado, en alguna ocasión, desmontar cubriciones de plomo muy antiguas, por documentación nos consta alguna de  1718.  En ella, como en muchas otras,   pudimos estudiar minuciosamente un sinfín de singularísimos detalles. Siendo el destino de la plancha más bien para obras muy singulares en las que no se podían improvisar,  seguramente como en muchos otros casos, los instaladores procedían de Flandes, ellos gozaban de oficio destacado y de aquellos artesanos habrían  podido a penas  aprender algunos de sus asistentes nativos que ellos y sus pupilos se han  ido perdiendo con  el tiempo.

Ya en aquellos entonces, los maestros de obras,  eran muy conscientes de la importancia de las cubiertas, si tiramos de historia, veremos con que materiales se cubrían edificios majestuosos por cualquier parte del mundo, nos vamos a ir encontrando con el plomo, el cobre y la pizarra con diferencia de otros.

Los operarios que trabajen el plomo (plomeros) han de gozar de una nutrida experiencia, práctica y pericia además de conocer algunas de las características del metal. La plancha de plomo requiere de un exquisito cuidado en su instalación, importantísimo es el soporte y la atención a las fijaciones que deben ser de materiales compatibles con el plomo, póngase por ejemplo el cobre. Igualmente hay que tener muy en cuenta los futuros movimientos que va a tener el metal, en esos movimientos no puede haber obstáculos que los frenen, la consecuencia sería la deformación y posterior rotura. Muy importante que la superficie sobre la que se va a poner la plancha de plomo este perfectamente lisa y con garantías de que no se verá degradada por ningún elemento. Siempre que hemos desmontado cubriciones antiguas, nos hemos encontrado con el soporte de madera maciza, incluso yeso. En el caso de la madera, suele estar ligeramente separada y las tablas de poca anchura, con ello se garantiza una pequeña ventilación que evitará minúsculas condensaciones que podría afectar a la madera. En soportes de yeso, siempre hemos visto un elemento separador, generalmente papel común de prensa o de estraza.

El plomo se ha utilizado mucho y aún se utiliza para la coronación de muros, sobre todo en edificios singulares. En estos casos no es muy recomendable acudir a la madera para regularizar las superficies, pues puede llegar a degradarse por la propia humedad de los muros, el yeso tampoco sería efectivo, lo más indicado es acudir a morteros, más bien ricos, posteriormente un fieltro intermedio o simplemente papel de estraza. Nunca se debería poner directamente sobre piedras bastas, pues terminarán  punzonándolo.  En los últimos tiempos, la mayor parte de los trabajos que se acometen con plancha de plomo son de restauración. Siempre nos encontramos el mismo dilema común que es el de los encuentros contra paramentos verticales. Es aquí donde intervienen los elementos sintéticos que van a durar desde luego menos que el plomo. Estos encuentros pueden parecer delicados de resolver, pero en realidad son más sencillos de lo que algunos lo pintan si tenemos en cuenta que el plomo es un excelente sellador. Se pueden preparar amalgamas a base de aceites vegetales y productos químicos que son tremendamente efectivos y ya utilizados en las primeras aplicaciones de plomo. En este tipo de remates, la chapa que ha de ir pegada contra la pared ha de ser independiente de la principal, esta última en ningún caso ira clavada directamente.

Las uniones entre chapas en encuentros o quiebros se pueden resolver plegando el plomo con sumo cuidado si se  batea  ya que puede disminuir su densidad, Estas operaciones de plegados se han de hacer bajo temperatura adecuada, incluso se puede calentar ligeramente la plancha para que resulte más maleable. Si los pliegues ofrecen dudas se debe de acudir a la amalgama antes mencionada que se intermediará entre las chapa. La amalgama tienen la propiedad de ser elástica y perfectamente impermeable. El último recurso es el  estañado, quien lleve a cabo esta labor debe de tener practica suficiente y trabajar con aleaciones de estaño plomo adecuadas. Pocas veces se tiene en cuenta que el plomo en el aire húmedo pronto pierde su brillo y se recubre de una capa de suboxido, este proceso permite que se manifiesten chorretones desagradables por donde discurre el agua que previamente paso por la plancha de plomo, esto se puede evitar con la aplicación de una mano de producto vegetal.

Para el resumen de este trabajo, hemos estudiado  directamente en diversas obras tales como: Cuartel General del Aire ( Madrid), Monasterio del Escorial, Catedral de León, Catedral de Astorga, Casa de Botines (León) Catedral de Valladolid, Catedral de Palencia, Monasterio del Paular (Rascafría), Jardines y edificios en la Granja de S. Ildefonso, Iglesia de S. Sebastián ( Salamanca) Iglesia de S. Ildefonso ( Toledo) Palacio de Carlos V (granada)   Catedral de Ávila, y Diputación Foral de Navarra.

algunas imágenes

Manuel Álvarez