EL PROBLEMA DE LAS VENTANAS EN LAS CUBIERTAS

Sin duda que pasa desapercibido.  las ventanas situadas en las cubiertas o mansardas, sin singularizar en  identidades comerciales, pueden terminar dando algún susto tal como el tener que sustituirlas  por inservibles. Fue un magnifico invento,  permite dotar cualquier habitáculo bajo cubierta de lo más preciado, luz natural, prestando el mismo servicio que  una ventana tradicional.

Se presentaron en el mercado como eficaces y  poco a poco fueron naciendo diversos y sofisticados complementos necesarios para hacerlas más eficaces,  acoplados proveen a las ventanas de todas las prestaciones cortinillas interiores, exteriores, automáticas, se pueden abrir y cerrar a distancia, varios sistemas de apertura, sistema de minúscula apertura para favorecer entrada y salida de aire con protección de filtrado que evita la entrada de insectos (para algunos iluminados vendedores hasta filtran el aire de impurezas) y muchas prestaciones que  dejan  poco margen de duda a su ulterior resultado.  La realidad es bien distinta. No olvidemos que estas ventanas hacen frente a todas las inclemencias por si solas., En su mayoría están instaladas en las zonas más expuestas y desprotegidas de la edificación tales como son las cubiertas o mansardas (paramentos inclinados), lo que conlleva un escaso o  nulo mantenimiento exterior, no olvidemos que muchas de ellas solo pueden ser practicables con mando a distancia. Para colmo,  muchas de las zonas de la ventana que de perpetuo tienen que ser estancas, van protegidas con elementos que por su naturaleza terminan degradándose, algunos fabricantes dan una vida útil de 10 años para sus complementos y   recomienda su revisión periódica.  Cualquier  elemento que vaya fallando puede ir dejando paso a ínfimas humedades que aún manifestándose pasan  inadvertidas ya que no las asociamos. Terminamos dándonos cuenta cuando vemos claramente la humedad que nos resistimos a creer que  la causante es  la propia ventana y le atribuimos la culpa al material de cubierta. Lo grave es que en muchos casos la madera está totalmente podrida por tanto La mejor manera de saber si la madera que  conforma la ventana está recibiendo humedad es ir comprobando si el color original cambia hacia el negro, cuando está húmeda se aprecia claramente tocándola,  al olfato notaremos fuerte olor a humedad descompuesta, si está seco y pasamos los dedos se mancharan con un residuo negruzco, esto es señal evidente que el proceso está muy avanzado. Suele manifestarse la humedad en los puntos cercanos a los ángulos que forman la ventana y más en los inferiores.  La humedad puede provenir de muchos puntos, tanto de la cubierta como de la propia ventana. La ventana que en origen funciona a la perfección,  es normal que sufra alteraciones en el tiempo de las que el vendedor muchas veces  no nos disuade a tiempo  y ahí está uno de los problemas. En las últimas revisiones que venimos realizando, más del 90% de las ventanas que hemos observado de una edad de servicio en torno a los 10 años, tienen problemas serios de humedad y ellos consecuencia de la propia ventana y atribuibles a un déficit de mantenimiento. En nuestro departamento técnico detallamos minuciosamente los puntos críticos comunes a la mayoría de las ventanas.

 

 

Cumalsa, s.l.