CUBIERTAS DE CHAPA DE ZINC

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CUBIERTAS DE CHAPA DE ZINC.

INVITAMOS A NUESTROS LECTORES DISPUESTOS A CONSUMIR UNA CUBIERTA DE ZINC, A QUE ANTES DE DISPONERSE A HACERLA REPASEN ALGUNOS DE NUESTROS ARTÍCULOS RELACIONADOS CON EL COMPORTAMIENTO DE LA CHAPA DE ZINC EN CUBIERTAS, O SE SURTAN DE INFORMACIÓN AL RESPECTO.  (SON MUCHAS, DEMASIADAS LAS CUBIERTAS DE ZINC QUE PRESENTAN RESULTADOS NEGATIVOS QUE SE PUEDEN ATRIBUIR MAYORMENTE A LAXITUD EN LA NECESARIA PLANIFICACIÓN)

El zinc se utiliza  en construcción como material de cubrición desde hace muchos años, si bien en las últimas décadas su empleo ha sido masivo al menos en nuestro país, aunque en la actualidad está mermando su empleo . El zinc de comercio, llamado natural, que se emplea para cubiertas , tiene un color  blanco agrisado con viso azulado y lustre metálico intenso, color que una vez instalado pronto desaparecerá. (ver cambio de color en la chapa de zinc)

pieza de zinc nº 12 (cámara de comercio de Orán) data del siglo XlX

Antaño se empleaba la chapa de zinc para la cubrición de edificios muy singulares y ornamentaciones destacadas, curiosamente se observa más en ciudades portuarias quizá por las facilidades del transporte y la importación de otras culturas.
La instalación antiguamente era muy artesanal, las ornamentaciones eran de serie, estampados idénticos que se repetían  en la mayoría de los ornamentos. Fuera de nuestras fronteras,en diversos países,  se pueden contemplar remates estampados procedentes de una misma fábrica. Diferentes culturas arquitectónicas   han utilizado mucho el zinc en sus edificios emblemáticos, tanto para cubrirlos como para adornarlos con majestuosas cúpulas, linternas  y chapiteles. Podemos contemplar algunas edificaciones muy antiguas cubiertas con “tejas de zinc”  romboidales o de pico,  que en la actualidad están casi  intactas, lo que viene a significar que el zinc es metal fiable.

En España a diferencia de otros países con más cultura en la instalación, el trabajo de colocar el zinc se reservaba a los hojalateros, por aquello de que sabían estañar y contaban en sus talleres con  herramientas con las que podían manufacturar las chapas, generalmente alguna plegadora. El empleo principal dela chapa de zinc era en canalones, bajantes y escasas cubiertas de chapiteles, miradores,   fachadas o algún que otro palco ornamentado en plazas públicas. Todas las instalaciones estaban lejanas de los sistemas que se siguen en la actualidad. Todo lo que nos encontramos de antaño esta realizado con juntas en lo que media una pieza longitudinal de madera de  pinus, se le suele llamar junta belga, también junta de listón. Para darle más ímpetu,nos orientan hacia un listón de forma trapezoidal, curiosamente no hay concordancia en como se instala, unos dicen que apoyado por la base mayor, otros que por la menor, Nuestros antecesores se limitaban a un rastrel cuadrado o rectangular sin más. 

A diferencia de España, En otros países si podemos ver edificios muy antiguos cubiertos totalmente con zinc. Curiosamente aquí , hasta hace unos años  hemos contado con una importante fabrica de zinc, concretamente en Lugones (Asturias) , la que se llamó Asturiana de zinc, allí  se laminaba también zinc para construcción y se servía generalmente  en chapas de 200×100 cm. las que conocíamos para su empleo en cubiertas  se sellaban con los números  10,12 y 14. Ello no ha significado que el zinc se emplease como material principal de cubrición en nuestro geografía, pues le superaban la pizarra y la teja. Más bien se utilizaba para ornamentaciones, cúpulas, chapiteles, algunas cubiertas de edificios muy singulares y en zonas muy determinadas. Si ha tenido una presencia muy activa en todas las  cubriciones de pizarra, toda la rematería se realizaba con chapa de zinc, en contadas ocasiones con plomo y una mínima presencia de cobre; lo mismo sucedía en las cubriciones de teja. Era de tal importancia económica la repercusión de los “forrados metálicos” así se los llamaba, que una cubierta que llevase pocos remates no interesaba, hasta el punto de que cuando se empezó a implantar el zinc como material principal, los precios que suben y los avispados que se dan cuenta , de un acelerón descubren  el aluminio lacado en negro o la chapa lacada que como es negra también y conjuga con la pizarra, ala, el zinc ya no es tan bueno, para hacer cubiertas si, pero para los remates no y eso solo porque el sustituyente es de color negro. (Conscientes del interés de nuestros lectores, de estos cambios interesados de costumbres hablamos en nuestro apartado técnico)

El bum de construcción que hemos vivido trajo consigo el empleo masivo de materiales que apenas antes se empleaban. El Zinc, sin lugar a dudas, se adapta a cualquier tipo de construcción y aunque sea cosa discutible no deja de aportar cierta identidad asociada con la calidad. A la vez que se promocionaba  el empleo de zinc en cubiertas empezaron a aparecer máquinas, herramientas más diferentes para realizar los  trabajos de manufacturación, también diferentes ofertas de acabados y accesorios que los mismos vendedores facilitaban a los espontáneos instaladores.  La falta de oficio y escasa cultura en el conocimiento del comportamiento del metal, no tardo en dejarse notar con resultados muy negativos incluso la ruina de muchas cubiertas.

A la hora de planificar una cubierta de chapa de zinc, es primordial  tener en cuenta algunos factores,  por ejemplo: la ubicación de la edificación, su complejidad y muy importante el soporte, entendiendo este último como elemento sobre el que la chapa va a descansar y a estar en contacto permanente de por vida. Igualmente es importante el definir bien los diversos remates y el modo de resolverlos. Partiremos de la base de que la chapa de zinc tiene muy poco grosor, tiene un coeficiente de dilatación muy alto (2,9 mm. a 100°), La dilatabilidad del zinc cambia a diferentes temperaturas. Se debería tener un escueto conocimiento físico químico  del comportamiento del zinc antes de acometer cualquier trabajo. Comparando con el cobre otro metal muy empleado y para el que se siguen protocolos de instalación similares, el zinc es ligeramente más blando y aunque se trabajan de forma similar  requiere minuciosos cuidados. Su maleabilidad es mucho menor que la del hierro. Se trabaja mejor en caliente, hasta 15°, pero a 200° es más quebradizo que a temperatura ordinaria.  Téngase en cuenta que entre 80 y 90° el zinc se ablanda marcadamente, por encima de 90° se va endureciendo con rapidez, de modo que el metal a 110° se comporta como a 30º.  Fuera de que es más quebradizo, de 110° en adelante el zinc va ablandándose ligeramente al subir la temperatura hasta 200° y probablemente  hasta 250°. Estos factores han de tenerse en cuenta a la hora de perfilar, plegar o golpear la chapa, sobre todo en épocas de frío. Con temperatura muy baja el zinc rompe con mucha facilidad, para evitarlo algunas veces se acude al calentado de la chapa de forma descontrolada y se puede conseguir lo mismo o peor que si se trabajase en frío. Lo mismo sucede cuando se estaña en uniones que requieren de soldadura,( tema del que hablaremos en otro apartado)

Kalischer

 Kalischer encontró que la densidad del zinc a 0° era  7,1812 ascendiendo después de calentar a 320 hasta 330° a 7,1841. otros investigadores tales como Kuhlbaum, Rot, y siedler encontraron otras densidades para el zinc en diferentes estados, textos al alcance sitúan la densidad en 7,14. Es de potencial negativo (-0,76) con respecto al hidrógeno, por tanto tendente a ceder electrones y quedando a la postre con carga positiva, por otra parte  su coeficiente de dilatación lineal por el calor es muy alto  0,00002905  y el cúbico entre 0 y 100° 0,000089. Por calefacción es el material más dilatable algo más que el plomo y dos veces y media más que el hierro forjado.

Se debe atender especialmente a procurar que las chapas de zinc en su instalación gocen de libertad para moverse y su soporte sea compatible. A diferencia de lo que se suele recomendar como una cámara de ventilación efectiva, si tenemos en cuenta algunos resultados, la cámara de ventilación es de dudosa necesidad o al menos utilizando materiales compatibles, no la consideramos estrictamente necesaria. Volvemos a insistir que es más importante que el soporte no ofrezca dudas. También se debe huir de hacer chapas demasiado largas, más recomendable es hacerlas cortas, no más allá de los 5 metros  cuidándose de que las fijaciones garanticen la movilidad. Por supuesto, los encuentros y remates, si no se pueden garantizar con pliegues hay que utilizar estaño al 50%, huir de emplear estaño al 30% y  jamás  resolver con masillas o siliconas. A ser posible, la estructura ha de tener suficiente pendiente para que al menos no haya posibilidad de que quede agua estancada, pues en las zonas de estancamiento se suelen acumular residuos sólidos, estos pueden portar ácidos orgánicos, a la vez que terminan siendo altamente higroscópicos y pueden provocar corrosiones en la chapa. En cubiertas que por necesidad tengan poca pendiente se debe procurar alguna limpieza máxime si hay vegetación arbórea cercana.

La chapa de zinc, en la actualidad, se sirve mayormente en bobinas de diferentes tonelajes, también de diferentes grosores y acabados. Con esto tenemos suficiente para proyectar el tipo de cubierta de que se nos antoje. Importante tener en cuenta que los diferentes acabados son solo  superficiales de la chapa que en teoría se van a ir degradando en el tiempo, si bien ofrecen, a priori,  una acabado  diferente. Si tomamos como base la chapa de zinc de acabado natural, nos referimos a metal de color plateado muy brillante, que se va a ir transformando en su parte vista. Ya lo dictamino W.H. Seamón que el zinc mismo resulta protegido por la capa que el se forma por la acción del aire, él mismo decía que parecía ser que dicha capa hace al zinc muy resistente aún para el agua que contenga 0,5 gr, de anhídrido sulfuroso o de anhídrido carbónico por litro. A consecuencia de la combinación con el  aire húmedo de la atmósfera renovada va a ir creando una capa de carbonato básico e hidróxido, lo que tradicionalmente se llama pátina, ella va  a proteger la chapa, su color termina en un gris mate, entendiéndolo como oscuro y sombrío.

Si tenemos en cuenta que la reacción del zinc  estando a la intemperie es inevitable y a la vez necesaria, pues el recubrimiento de la capa de carbonato va a ser homogénea protegiendo toda la superficie y así  a evitar las posibles agresiones atmosféricas u otras. Es de entender que la degradación de las chapas que se sirven provistas de diversos acabados a la hora de irse degradando tales acabados, las degradaciones no van a ser ni excesivas ni homogéneas, entendiendo que más bien van a ser puntuales, por tanto nos sería fácil deducir que en aquellos puntos en los que vaya quedando el zinc sin la previa  capa, se van a producir la típica reacción soltando a la vez hidróxido, pero el punto que reacciona no se va a ver favorecido por otras aportaciones próximas, lo que significa que se va a ir perdiendo materia sin compensación y ello podría provocar alguna picadura, aunque esto no esté científicamente comprobado, si vemos que  los pre-patinados son más proclives a reacciones dudosas.

 SOPORTE PARA CUBIERTA DE CHAPA DE ZINC

Mención destacada merece este apartado. El soporte, más allá de los cuidados a tener en cuenta en el momento de la instalación,  tiene una importancia vital para la ulterior vida del zinc, se vienen manteniendo una serie de teorías respecto al comportamiento interior de la chapa de zinc y se da como solución más fiable la de procurar una mal llamada cámara de ventilación, se suele aconsejar una lámina alveolar, la mal llamada lámina de ventilación. Entenderíamos mejor si precisásemos diciendo por ejemplo que es una lámina de polietileno de nódulos intercalados ( erosiones) elementos que permiten cierta circulación de aire entre la lámina y la chapa. No todas llevan como componente único el polietileno, Eso si, el nombre comercial en muy importante, pues parece ser que no todas las láminas tienen las mismas prestaciones . Ha surgido un gran dilema de  si unas son mejores que otras, todo a consecuencia de que se están manifestando corrosiones importantes en las hojas de zinc,  no falta algún alquimista que atribuye a las corrosiones como causa algunas marcas de la dichosa lámina, si bien tienen la solución  recomendando otras como majestuosas que para darle más ímpetu y credibilidad las etiquetan con unos precios desorbitados. El caso que los vendedores les atribuyen resultados magistrales a cada cual venden. Cuando surge  este tipo de debates se llega a la conclusión de que algo de turbio hay,  ¿ si unas son mejores que otras y de ellas puede depender en cierto modo la durabilidad del zinc, Si entendemos la cubierta de zinc como duradera, que pasa con las que ya tienen puesta  esa lámina “mala ” o no tan buena? . Los diversos estudios, las numerosas pruebas y ensayos, la numerosa información que llevo contrastando me van haciendo llegar a ciertas conclusiones que en otros textos voy desgranando,  como avance puedo decir que igual los que hablan de la lámina como posible elemento causante de las corrosiones, sin tener en cuenta lo que se entiende como corrosión polimérica, carecen de razón, aunque sí, algo puede tener que ver la lámina, pero no tanto como los ayunos creen. Si desgranamos teniendo  en cuenta diversos factores químicos y físicos muy complicados, que no son desconocidos,  puede que encontremos alguna reacción entre la lámina y el zinc, pero vamos a ser claros y decir que la verdadera misión  de la lámina es separar el zinc del soporte y eso es lo que debe mantener, mantenerse inalterable para conseguir en el tiempo un perpetuo  aislamiento entre los elementos madera, tableros u otros incompatibles y zinc.    En el contraste de información me he encontrado algunas empresas se atreven a promulgar que la cámara de ventilación es imprescindible sin dar el más mínimo  razonamiento, aportando como aval  científico el de la auto alabanza de decir que se llevan “x” años el sector. No tengo ningún reparo en decir que en un principio he aconsejado lo de que la cámara de ventilación era absolutamente necesaria, como igualmente era  absolutamente profano en el conocimiento del zinc, seguía las indicaciones de vendedores de reconocidas firmas alentado a la vez  por  providencia divina, bien es cierto que siempre realice, inconscientemente, cubiertas sobre maderas que al final me he dado cuenta que son compatibles, eso sí, sin tener idea. Después de diversos estudios, prácticas y años de investigación, se llega a la conclusión de que los que aconsejaban no tenían ni puñetera idea y si la tenía la ocultaban. Era más importante adornar el producto zinc,, del que la madre Marketing cada poco  paria una novedad más novedosa, asistiéndole de las infalibles herramientas, las máquinas y los adyacentes homologados, todo homologado y con ello se conseguiría una cubierta inigualable, Permítase una expresión  muy utilizada en las redes sociales, ” ja,ja y muchos jas” ¿ y cuando el zinc se corroe  que?, nadie se atreve a difundir conclusiones mínimamente concretas, puede que la lámina, agentes atmosféricos instalaciones deficientes o algún espíritu toca narices sean los causantes. 

Jacques Dony Daniel
Jacques Dony Daniel

Lo de que el zinc es un material apto para cubiertas jamás lo vamos a poner en duda, ni vamos a entrar en este apartado en el organismo del mismo para destripar todos sus componentes,  aburrirían sabiendo que estamos ante un metal de calidad y eso encierra suficiente como para fiarse de él. Claro, si se ven resultados negativos hay que averiguar el porqué y dignamente informar, pese lo que pese y a quien le pese.  Igual si los fabricantes se dedicasen a vender zinc informando debidamente y dejarse de aconsejar hasta casi imponer complementos mágicos sin contrastar en el tiempo, quien sabe, posiblemente los resultados podían ser otros.   Ya desde 1805  en que JeanJacques Dony Daniel, estableció el sistema belga de producción,  investigadores de prestigio dan como óptima la hoja de zinc para su empleo en cubiertas advirtiendo que no debía  sujetarse con clavos a las maderas pues resultaría pronto corroído por los ácidos de esta última. si bien daban como buenas las pináceas. Aquellos de la época no  eran muy claros a la hora de dar detalles, sabido es cómo se lleva esto de las investigaciones y cómo actúa cada investigador a la hora de dar a conocer sus tesis,  pero no estaban  ayunos de razón ya que es verídica la repercusión negativa de algunas maderas hacia el zinc. Por otra parte, podemos asegurar que lo de ser imprescindible la cámara de ventilación en sentido genérico es  rigurosamente falso, pues tenemos datos de cubierta sometida a humedad constante durante años suficientes para poder asegurar que no a tenido la más mínima repercusión negativa, Igualmente tenemos datos de cubiertas realizadas hace más de 30 años estando el zinc instalado sobre cartón sin ninguna cámara de aire intermedia,  sin embargo si tenemos datos que con la majestuosa cámara de ventilación en corto periodo de tiempo el zinc terminó corroído en diversas zonas.  y otros de igual o peor resultado en zinc instalado directamente sobre láminas lisas.    Por el simple hecho de dotar la parte interior de esta lámina parece ser que queda todo resuelto, pero la realidad es en muchos casos bien distinta, pues vamos encontrando cubiertas con corrosiones importantes y en su mayoría están dotadas de este sistema de lámina intermedia. Nuestra opinión es que estas láminas sirven únicamente para separar la chapa del soporte que generalmente suele ser tablero aglomerado. Pues es bien sabido que la mayoría de los tableros portan un PH muy alto en acidez por debajo de 5 y ello termina repercutiendo en la chapa si hay algún tipo de comunicación acuosa, pues ella terminará haciendo de electrolito y se formara una pila entre el tablero y la chapa, cediendo electrones el zinc y quedando con carga positiva, a la postre corrosión garantizada.  Si atendemos a las indicaciones de antiguos investigadores, no hay conclusión definitiva si de no existir solución acuosa puede incluso repercutir la negatividad.

Nuestras recomendación es procurar un soporte a base de tablas de madera de pino, sabido es, por estar así demostrado, que la madera de pino está con un PH entre 5 y 7, por ello es perfectamente compatible y se puede poner el zinc directamente sobre ella, si conviene que la tabla  este un poco separada para favorecer el paso de aire. Se está observando que aunque se produzcan condensaciones no afectan negativamente al zinc. Sin duda que el soporte de tabla puede resultar un poco más costoso que el tablero, pero el resultado justifica con creces la diferencia de precio que pueda haber. La formula más recomendable es instalar rastreles de madera en el mimo sentido de las pendientes, estos rastreles de 40 x 30 mm.  fijados al soporte estructural, bien sea hormigón, o incluso tableros tipo sándwich, llevarán una separación entre 35 y 50 cm. Posteriormente y en sentido perpendicular se realizará el entablado con tablas de no más de 15 cm. de ancho por 22 mm. de grueso, clavadas convenientemente de tal forma que las cabezas de las puntas queden incrustadas  y separadas las tablas entre si  no más de 20 mm. De esta forma quedara garantida una cámara de aire. Se debe de tener en cuenta, que el zinc no debe de estar en contacto con otros metales, ejemplo el hierro y a ser posible se debe de evitar que reciba aguas procedentes de otros metales, pues ellas pueden transportar iones y repercutir negativamente en la chapa.

LA INSTALACIÓN

Elegiremos un grosor de chapa no exagerado, pero si abundante, se suele comercializar en muchos espesores, podemos citar  0,5, 0,65, 0,7, 0,8, 1 mm. …. 0,7 mm. puede servirnos. De aquí podemos calcular el peso por m/2 que se despejara multiplicando el espesor por la densidad. A ello le añadiremos un porcentaje dependiendo de la complejidad de la  cubierta, generalmente se viene aplicando un 25%. Si es junta de listón se puede incrementar un 5%..La chapa de zinc para cubiertas viene regularizada, pueden conducirnos a engaño algunos añadidos tales como “aleado al cobre titanio”. Lo que muchos dan en llamarlo zinc titanio, la realidad es que estos aportes en la fundición son ínfimos y lo vemos más como una cuestión de marketing. Si nos hemos percatado que no todos los fabricantes presentan la chapa con la misma textura de la misma forma que el comportamiento a la hora de irse creando la pátina no es igual en todos. Aunque en términos generales podríamos confiar en que el zinc que está en el mercado es   perfectamente apto.

 

entrando en perfiladorajunta alzada

Los sistemas de instalación se mueven entra la junta alzada o la junta de listón. En raras y especiales ocasiones se utiliza también la junta plana.  Ofrece cada una de ellas un aspecto muy diferenciado. Tengamos en cuenta que la junta de listón va a presentar un volumen de unos 6 cm. aproximadamente y la junta alzada  2. La junta plana se     eleva 1 cm. por la anchura que se le quiera dar.

La junta alzada, es la más extendida, la chapa se manufactura en   máquinas  especiales que por un sistema de rodillos la van moldeando a ambos lados de tal forma que posteriormente se pueden ir uniendo unas chapas con otras para terminar  “engatillandolas” las fijaciones se hacen con grapas que pueden ser fijas o móviles, las móviles permiten el movimiento de las chapas. Este tipo de instalación es mucho más cómoda rápida, a la vez conlleva menos material que la otra citada. Se debe tener especial cuidado a la hora de perfilar, la máquina debe de estar bien ajustada para que la chapa no sufra al irse doblando a la vez también hay que procurar que haya una temperatura más bien elevada , el mismo cuidado, en cuanto a la temperatura habrá que tener cuando se trabaje la instalación y sobre todo cuando nos dispongamos a hacer los engatillados, una temperatura baja puede facilitar la rotura del zinc. El factor temperatura, se debe de tener en cuenta sea cual sea el tipo de instalación. En épocas de invierno, cuando es necesario hacer pliegues, se suele ir calentando previamente la chapa.

La junta plana se suele utilizar para cubriciones muy especificas, de muros, aleros, techos  u otras en las que no conlleven mucho o ningún  riesgo, pues no son tan seguras como cualquiera de las otras.junta plana

Ni que decir tiene que en cualquier tipo de instalación que dispongamos hacer, se debe   procurar que las chapas gocen de plena libertad para moverse, no han de estar en contacto con otros elementos metálicos o propios de construcción, se debe  aportar algún separador.  Laminas de zinc, aplicadas directamente sobe ladrillos  que contengan al menos 1,4% de sales solubles en tiempo húmedo  inmediatamente se corroen.  

Los remates han de resolverse   mediante pliegues, engafetados u  otros que garanticen la estanqueidad y por supuesto no ofrezcan riesgo de resquebrajarse. Ante la duda se puede acudir al estañado de uniones. Nunca se acudirá a resolver uniones mediante remaches, masillas o siliconas. Cualquier oficial ha de gozar de destreza y habilidad suficiente para resolver los remates debidamente con el propio material, para ello hay herramientas especiales que permiten hacer cualquier tipo de trabajo complicado con las máximas garantías.

LOS CANALONES

Especial importancia tienen los canalones en una cubierta. Creemos que por motivos estéticos, se tiende a proyectar canalones interiores,   lo que lleva implícito  asumir un importante riesgo, pues cualquier fuga va a repercutir directamente en el interior y se termina sabiendo cuando el agua se hace visible y a traspasado todo el soporte, muchas veces las fugas son ínfimas y cuando se ve la humedad ya ocasionado el gran desastre en el soporte,. Por eso hay que poner especial empeño a la hora de instalar canalones máxime  si son interiores o de pesebre como vulgarmente se les suele llamar.

El soporte del canalón ha de ser exactamente igual al que lleve el resto de la cubierta y a poder ser dotarlo de algún  elemento aislante, pues se suelen producir fuertes condensaciones. La base debería de ser semicircular y siempre con pendientes suficientes hacia las bajantes. Las bajantes que han de calcularse con respecto a la superficie de cubierta, entre ellas hay que hacer juntas de dilatación, si puede ser no más lejanas de 6 metros. Por comodidad, se han empleado y aún se emplean juntas de dilatación de neoprenIMG_2286o, que consisten en una banda que embebe a ambos lados una chapa de zinc que posteriormente se suelda a las chapas de canalón, esta banda permite los movimientos de las chapas, pero hemos comprobado que no son eficaces, pues terminan rompiéndose, de modo que lo mejor es acudir al sistema tradicional que consiste en: soldar los cabezales de la chapa de canalón, dejarlos separados y cubrirlos con una posterior capota, para esto ha de haber pendiente suficiente para que el agua no se estanque. Pero de poco sirve todo esto si no atendemos a dejar holgura suficiente para que se pueda mover la chapa y a la vez no fijamos debidamente de tal forma que las chapas puedan moverse con absoluta libertad. No es raro ver canalones clavados  en vez de estañados, remachados en las uniones y con una capa de silicona.

Las uniones han de estañarse siempre con estaño al 50%.. Solemos recomendar que se hagan unos aliviaderos, que servirán para en caso de obstrucción de las bajantes el agua pueda salir libremente al exterior, pues de lo contrario entraría hacia el interior.

CANALONES COLGADOS

Respecto a los canalones colgados, pueden ser de sección redonda o cuadrada de desarrollo variables, no deberíande exceder de 35 cm. Generalmente son más estables los de sección redonda, pues no acusan tanto las deformaciones y conducen mejor el agua hasta las bajantes.

Se suelen servir en piezas de 2 y tres metros que se irán uniendo con estaño, aunque no es raro verlos unidos con silicona, lo cual nunca se debería hacer. Hay que procurar suficientes  juntas de dilatación, que se distribuirán entre bajantes . Las juntas de deben resolver de la misma forma descrita  para los canalones de pesebre. los canalones colgados  van soportados por unas palomillas que describen la misma figura del canalón y van fijadas al alero, han de ser suficiente rígidas y no quedar demasiado distanciadas, 50 cm. sería lo ideal. En algunos casos, dependiendo de la zona geográfica se suelen reforzar con tirantes superiores para que aguanten las sobrecargas.  Para resolver las esquinas, juntas de dilatación, y bajantes, existen piezas normalizadas que evitan las soldaduras en obra permitiendo así mayor agilidad en la instalación, respecto a las conexiones de bajantes, igualmente existen embocaduras especiales que evitan tener que soldar los tubos directamente contra el canalón a la vez de que permiten una mejor evacuación.

BAJANTES

Las bajantes vienen normalizadas de fábrica, de sección redonda o cuadrada, se sirven en piezas de dos o tres metros , unidas longitudinalmente mediante engatillado o electrosoldadura, son  diferentes secciones, las más empleadas son de 80 o 100 mm. han de ir acordes con la sección del canalón que empleemos. Es recomendable en la parte más cercana al canalón poner una cazoleta que a parte de ser un elemento decorativo, sirve mayormente para que en caso de atascamiento el agua se despeje por ella. En la instalación, las bajantes se embocan unas en otras y se fijan fijar a los paramentos verticales mediante abrazaderas. Es conveniente no apretarlas demasiado para que puedan moverse en caso de dilataciones.

REPARACIONES

 ¿Cuál es la causa que obliga a las reparaciones?

En teoría, una cubierta de zinc no tendría que acusar  ningún problema y por tanto no requerir de reparaciones, pero   la realidad es bien distinta. Nadie se supone a priori, que una cubierta de chapa de zinc llegue a permitir  filtraciones de agua suponiéndola como funcional en el tiempo.

Concebimos el material como de larga  durabilidad, que además da un aspecto singular y de carácter a cualquier edificación. Por otra parte,  hay una variada oferta de acabados que,  se amoldan a las necesidades estéticas más exigentes imaginables por cualquier facultativo de la construcción que quiera dar una nota añadida de singularidad a sus obras. ¿ pero, que está ocurriendo?.

Con el paso del tiempo,  vamos asistiendo a ritmos cada vez más agigantados a la vista de cubiertas que están dando serios problemas mayormente presentan agrietamientos y corrosiones, ello requiere de un análisis en profundidad para averiguar las principales causas y así poder llegar a remedios eficaces. Lamentablemente muchas veces se llega tarde y la solución conlleva únicamente al desmontaje integral de la cubierta y a la vez su soporte.

El zinc laminado está perfectamente concebido para su utilización como material de cubrición y así lo demuestran infinidad de obras realizadas por todo el mundo. Son conocidas cubiertas muy longevas y sin acusar más defectos que los típicos de cualquier cubierta de semejante calidad, quizá que por falta de mantenimiento haya engroses de elementos sólidos sobre la cubierta o en los canalones, algún ínfimo fallo en remates complicados o incluso podría manifestarse alguna rotura causa de fatiga en remates o pliegues excesivamente complicados. 

Tenemos que diferenciar esos resultados negativos provenientes de causas típicas de otros más preocupantes como pueden ser las corrosiones, que manifiestan de interior a exterior. Sin duda que algo muy  negativo tiene que suceder en esa  parte oculta para que sucedan tales ruinas.

Aún en la actualidad, durante la instalación,  se están resolviendo algunos remates con siliconas o masillas , sabido es que eso no funciona en el tiempo. Los remates han de hacerse con plegados o soldándolos con estaño al  50%, atendiendo siempre a las posibles dilataciones, realizándolos oficio experimentado garante de pericia y si cabe moralidad, pues para este oficio de instalador de cubiertas de zinc que a su vez en ocasiones le tocará reparar, no vale con que el operador se suponga poseedor de arte y ciencia competente. no, ha de demostrarla. sería menester exigir del operario que se dedique al oficio una formación especial, de carácter marcadamente centrado en la materia.

 

2-union-rasgada
canalón unido con silicona, véase como esta rasgada
retirada-de-silicona-y-limpieza
Se ha limpiado la silicona para poder soldar con estaño
soldadura-rematada
Finalmente se soldó la unión con estaño como se debió hacer en un principio

Vemos con frecuencia Canalones unidos con elementos sintéticos como los que representamos en las imágenes anteriores,  al igual que juntas de dilatación resueltas con materiales de caucho o neopreno. Estos, por lo que hemos visto en algunas zonas tienen una vida limitada no más allá de los 6 años, parecido ocurre con las juntas resueltas con sellados. Aunque también nos encontramos con soldaduras de estaño reventadas. En el primer caso, ya sabemos que las soluciones con elementos sintéticos no son las óptimas ni van acordes con la durabilidad de la chapa de zinc. En el segundo caso, cuando el estaño revienta es causa de déficit en la aplicación.

Cuando se acomete una reparación de esos elementos que no funcionan hay que recurrir a tratarlos como si fuese de origen, es decir, eliminar   los elementos que no funcionan o se sabe que causan el daño,  sanear las zonas afectadas y empezar de nuevo con plegados o estañados   cueste lo que cueste. Lo que nunca se debería de hacer es parchear sobre lo hecho, pues así lo único que conseguimos es agravar el problema. Pongamos un ejemplo acompañado de imágenes. Si en un canalón no funcionan las juntas selladas, eliminamos los sellados, limpiamos y soldamos debidamente y así tendremos el problema resuelto. No se debe acudir a otros elementos y claro que si se puede estañar, de no poder hacerlo se sustituye la parte afectada y se hace de nuevo. Lo mismo ocurre con los agrietamientos en las chapas. Hartos estamos de ver como se cubren con telas o pinturas, no estamos en desacuerdo con estos materiales, pero sirven para lo que sirven, no para solucionar definitivamente problemas sobre la superficie de la chapa de zinc.

corrosión que se producen en la cara interior de la chapa
corrosiones que se producen en la cara interior de la chapa
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corrosiones que se visualizan en la superficie de la chapa

 

Mención muy distinta merecen las corrosiones de la chapa. Este asunto nos trae de cabeza, pues para entendernos, se trata de que la chapa de zinc se va descomponiendo. No vemos que muchos se atrevan a hablar de este fenómeno tan   frecuente. Asistimos  en diferentes puntos de nuestra geografía a demasiadas cubiertas que acusan esta patología.  La corrosión de la chapa de zinc es el principal problema de ruina de muchas cubiertas. Ya lo hemos comentado al principio, la chapa de zinc no debería dar ni el más mínimo problema, eso sí, hay que trabajarla en    condiciones determinadas.

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Corrosiones en la chapa ( vistas al microscopio )
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corrosiones en la chapa

Cuando ocurre este fenómeno, ya demasiado extendido, nadie se pone de acuerdo en cual es la causa, pero la hay, claro que la hay. Lo llamativo es que la mayoría de las corrosiones, al menos las que nosotros hemos observado, son de interior a exterior. lo queramos asumir o no, si la corrosión se produce en el interior la causa es de un soporte inadecuado.  Esto no debería  suceder cuando multitud de instaladores han seguido a pies juntos las recomendaciones de vendedores directos de fafricantes, los que auguraban que con unas láminas no se iniciaría la corrosión. Claro que sí, intermediando una lámina magistral entre tableros y chapa no habría problemas, pero el resultado es exageradamente distinto y eso se ve. ¿Cual es pues la causa? Y por otro lado ¿cabe solución a estos problemas?. La causa podría ser ya sobradamente conocida, soluciones desgraciadamente no las encontramos en todos los casos que se nos presentan, la mayoría de las veces llegamos demasiado tarde y no podemos recomendar más allá de lo que menos nos gusta hacer que es desmontar la cubierta.  

Nota: todos los artículos y publicaciones que se hacen en la Página Web de Cumalsa, S.l. proceden de sus propias investigaciones tanto de campo como de informaciones recopiladas de diferentes textos asociados con la materia. Por lo que están amparadas por derechos de autor.  Se prohíbe  el copiado o la difusión por otro cualquier medio sin permiso por escrito del autor.

Manuel Álvarez.

EL ZINC, SU FASCINANTE HISTORIA

 

UN POCO DE HISTORIA

Por Manuel Álvarez

El zinc metálico tiene muchas aplicaciones a causa de alterarse poco en las condiciones ordinarias  por la acción del aire y el agua, así como por su fácil fusibilidad para obtener objetos de fundición. Para cubiertas, canalones, bajantes, vasijas, en los buques y  un largo etc.

¡¡ ENHORABUENA,VA A LEER UNO DE LOS  ARTÍCULOS MÁS CONCURRIDOS , A DIARIO, DE NUESTRA PÁGINA!!


Independientemente de otras muchas aplicaciones,  el zinc es uno de los metales laminados más empleados en cubiertas singulares. Una serie de circunstancias me  han invitado a estudiar e investigar  el  comportamiento de este metal, quise empezar desde el principio y así tuve que escudriñar en la historia, pude encontrar datos fascinantes,  muy interesantes. En los estudios a través de multitud de textos, de diferentes autores, se palpa un gran interés por el zinc ya desde los primeros tiempos,  por parte de los descubridores que fueron encontrando fórmulas, poniéndolas en práctica y así llegar a la actualidad.

Todo este trabajo se va articulando, amén de mis ivestigaciones, también  desde la extracción de   datos de numerosos artículos incluso de textos antiguos, que no ha sido nada fácil encadenarlos, pues hay relativas contradicciones entre los diferentes autores. Definitivamente el conjunto hace llegar a una redacción obligadamente engorrosa pero creo que amena,  la que quiero compartir con los visitantes de nuestra WEB

   Un excéntrico suizo contemporáneo de Copérnico y que se hacía llamar   Paracelso, que significa mejor que Celso, aquel médico romano cuya obra había sido traducida causando gran impacto en la época.   Su nombre completo era Phillipus Aureolus Theophrastus bombastes von Hohenheim (1493-1554). Su capacidad de beber  y su vocación al abuso en todo eran eran realmente pantagruélicas. En su carácter había una zona mística y oculta; aunque tenía la gran virtud científica de preferir la observación de primera mano a la autoridad de los antiguos escritores, virtud que demostró quemando las obras de Galeno y de Avicena ante las mismas narices de sus médicos discípulos. Paracelso era la cabeza de los iatroquímicos, lo cuales creían que el objeto principal de la química debía ser la preparación de drogas medicinales. A costa de envenenar  a algún que otro paciente. Paracelso era  médico y alquimista,  profesor de medicina en la universidad de Basilea, quien conoció algunas propiedades del zinc, a él se le atribuye haberle dado nombre al zinc llamándolo zincum.

Paracelso
Paracelso

A pesar de que respecto a sus obras no esta aún bien definido cuales son ciertas y cuales no.

Modernos investigadores concluyen que la palabra zinc deriva de persa Seng, que significa piedra o mineral, los antiguos lo denominan como espianter, deriva según unos de la antigua India y según otros de la voz árabe sbiadar, nombre del estaño, esta última palabra sería el sepidrui  (seprido) arabizada, que significa de aspecto blanco brillante. También serían de origen indio o árabe las denominaciones para el zinc, yukena (relacionado con tutia, que es el óxido de zinc) y de calaem.

En Europa llega a confundirse con el estaño en una época que los metales llegaban a ella desde la India y no podían distinguirse bien el uno del otro.

El zinc metálico fue conocido en Europa algo más tarde que otros metales que se le asemejan, como el bismuto y el antimonio, en cambio los indios y los chinos lo conocieron desde tiempos muy lejanos.

Estrabón

Parece que los griegos ya tuvieron conocimiento del zinc muy pronto en la historia. Cuenta el geógrafo y escritor griego Estrabón (nacido allá por el 63 o 64 aC, aunque en algunos textos se afirma no conocer la fecha de su nacimiento, a su muerte se le sitúa hacia el año 20 de nuestra era) que en la comarca de Andeira y de Troas se encontraba una piedra que quemada se convertía en hierro (adquiría un aspecto semejante al hierro) fundiéndola con una piedra especial, tal vez sería carbón, goteaba de ella una suerte de plata.Aunque se le atribuye a Estrabón lo de que algunas descripciones sean poco exactas y que acoja ideas inverosímiles, defecto que en verdad no sólo imputable a Estabrón, porque en el incurrían todos los escritores de la época, sin embargo la geografía de Estrabón es una de las obras de consulta más útil para el conocimiento de la antigüedad.

Un ídolo procedente de la época de Estrabón o tal vez aún más antiguo de origen tercio, está formado por zinc impuro.

Marco Polo, en la descripción de sus viajes publicada en 1298 aunque no menciona el zinc, si habla de la fabricación de Pompholyx (óxido de zinc) lo describe en Persia, como los persas preparaban tutia, solución de vitrolo de zinc para curación de los ojos.

Marco Polo

En el siglo XV, vuelve a hablar del zinc el alquimista Basilio Valentino y más adelante conoció Paracelso algunas propiedades importantes del metal. Precisamente a este últimos se le atribuye haberle dado nombre al zinc llamándolo zincum.

Durante mucho tiempo se confundió al zinc con otros metales tales como el bronce.

Henquel, manifestó en 1721 que se podía obtener zinc de la calamina por el flogisto, pero mantuvo en secreto el proceso. Sin embargo Swad en 1742 y Marggraf en 1746 obtuvieron el zinc por reducción de la calamina.

Hasta finales del siglo XVIII, la mayor parte del zinc empleado en Europa procedía de la India.

Se describe la producción del zinc metálico en el libro hindú Rasarnava. Posiblemente escrito hacía el 1200 de nuestra era y de autor desconocido.En Zawar (asentamiento ubicado en el distrito de Udaipur Rajasthan) municipio creado por la empresa minera Hindustan Zinc Limited, para la extracción de zinc y plomo, aquí existe una de las minas de zinc más antiguas del mundo . En esta zona grandes réplicas dan testimonio de la abundante producción de zinc desde el siglo XII al XVI. 

Los chinos también aprendieron en algún momento sobre la producción de zinc, seguramente allá por el 1600.

El conocimiento de la fundición de zinc deliberada de una  retorta fue adquirida por un ingles en una visita a China antes de 1740. Un procedimiento de retorta vertical, fue desarrollado por willian Champon ( 1709-1789).

En 1730 Isaac Lawson, fundó la primera fábrica de zinc en Inglaterra, para obtenerlo a gran escala en crisoles.

En 1743. J. Champion obtuvo una patente para la destilación y en 1745 fundó en Bristol una fábrica para la destilación por descensum. Que debía producir unas 200 Ton de zinc a partir de la blenda.

El método para llevar a la práctica el principio en que se funda el moderno procedimiento de obtención del zinc fue descubierto por el año 1798 el Silesia. Ruberg construyo hornos de mufla en wessola ( Silesia). En 1805 Jeam-Jacques Dony Daniel, estableció el sistema belga. En 1810 se desarrollo una planta más grande. Concretamente el precursor de la Societe de la Vieille Montagne  convirtiéndose unos años más tarde en la mayor empresa productora de zinc del mundo.

La excelente resistencia del zinc hacia la corrosión atmosférica, invitó a la producción de la hoja de zinc. Así en 1812. Se construye el primer tren de laminado en Bélgica. Los molinos se construyeron en Silesia a partir de 1821.

El galvanizado por inmersión en caliente, que es el proceso más antiguo, se introdujo en Francia allá por el 1836.

Muchas fueron las contribuciones de científicos a la industria del zinc, pero se reconoce como pionero a Sylvester Y Hobson,que dictamino que a 100° el zinc es quebradizo.

En 1833, Krieger dio a conocer que el metal zinc podía emplearse para la obtención de toda suerte de objetos huecos, pronto se extendió la fabricación de estos elementos desde Berlín a toda Alemania.

DIVERSOS ENSAYOS 

Aparato de March

El zinc ordinario del comercio nunca es puro, así que siempre contiene mayor o menor proporción de plomo, cadmio, hierro, arsénico y a veces también azufre, carbono y fósforo.  Los metales extraños especialmente el plomo y el cadmio, quedan de residuo, como masa negra esponjosa, cuando se disuelve el zinc en pequeños fragmentos en ácido sulfúrico diluido y se tiene cuidado de que quede sin disolver un pedacito de zinc metálico. Conduciendo el gas hidrógeno sulfurado que se desprende eventualmente en esta operación a una solución de acetato de plomo, no debe ennegrecerse ésta por formarse en ella sulfuro de plomo. (azufre) El reconocimiento del arsénico y del antimonio puede efectuarse mediante el aparato de March. El Fósforo se reconoce por la coloración verde de la llama del hidrógeno. La solución obtenida disolviendo por completo zinc casi puro en ácido clorhídrico no ha de precipitar so solo débilmente, saturándola con Sulfhídrico ( plomo, cadmio,cobre).

Cantidades muy pequeñas de plomo y cadmio pueden reconocerse en el zinc mezclando la solución clorhídrica del mismo con acetato sódico y añadiendo un poco de agua sulfhídrica. Dejando sedimentar el precipitado que se forma se da a conocer la presencia de estos metales extraños por la coloración del mismo. El liquido separado por filtración de estos precipitados, adicionado de amoniaco y agua sulfhídrica, deben dar un precipitado blanco, en caso de existir hierro tendría un color verde sucio.

La presencia de hierro en el zinc puede reconocerse también fácilmente en la solución clorhídrica, después de hervirlo con una pequeña cantidad de clorato potásico, por la coloración roja que toma el líquido frio añadiéndole solución de sulfuro potásico.

USOS DEL ZINC

El zinc metálico tiene muchas aplicaciones a causa de alterarse poco, en las condiciones ordinarias  por la acción del aire y el agua así como por su fácil fusibilidad para obtener objetos de fundición. Para cubiertas, canalones, bajantes, vasijas, en los buques y  un largo etc.

Respecto a sus muchos otros usos, la mayor parte se emplea en la obtención de aleaciones y en el cincado o galvanización.

Merece citarse que el hierro en presencia de humedad, puede preservarse de la oxidación por medio del zinc , fuertemente electropositivo, poniéndolo en contacto con este metal, porque del par hierro-zinc formado se desprende hidrógeno. En este caso es preciso que el agua contenga bastante cantidad de electrolitos, para que sea pequeña la resistencia opuesta al paso de la corriente eléctrica.

Según investigadores de D.Phillips, para que el zinc surta efecto sobre los materiales que ha de proteger, el contacto entre él y el metal a proteger ha de ser continuo.

Desde mediados del siglo XIX, se emplearon bandas de zinc para proteger los cascos de los barcos por la acción del agua de mar.

M.Müller observo corrosión en tubos de zinc por donde escurría el agua de lluvia de un techo de cobre, a causa  de este último metal disuelto por el amoniaco atmosférico contenido en el agua. Las láminas de zinc aplicadas directamente sobre ladrillos que contenían 1,4 % de sales solubles en tiempo húmedo fueron pronto corroídas, mientras que poniendo entre las dos materias una capa de fieltro o cualquier otro separador compatible, el zinc no era atacado.

Según W.H Seamon, el zinc mismo resulta protegido por la capa que él se forma por la acción del aire. Parece que esta capa hace al zinc más resistente aún para el agua que contenga 0,5 gr. De anhídrido carbónico por litro. Las cantidades de azufre, carbono, arsénico, antimonio, cadmio, estaño y cobre que ordinariamente contiene el zinc no lo perjudican en su empleo. Si tiene más de 0,13% de hierro, el zinc es quebradizo. Hasta el 1% de plomo favorece al zinc, pero más de 1,5% es perjudicial. Se asevera que  La lámina de zinc no debe sujetarse con clavos de hierro a la madera, pues resultará pronto corroída por los ácidos de esta última.

Respecto a las conducciones de agua  para las que se empleen tubos de zinc solo, según las investigaciones hechas por Nichols y Boarman, las cantidades de zinc que pasan de los tubos al agua son tan pequeñas que no pueden ser nocivas para la salud. Sin embargo Schwarz y Drosk, consideran que el empleo de tubos zincados pueden tener sus inconvenientes, sobre todo cuando el agua que circula por ellos contiene anhídrido carbónico libre y oxigeno.

Según Roman y Delluc, los recipientes de zinc o de hierro galvanizado no son apropiados para conservar o transportar  alcohol, pues el alcohol puede disolverse hasta 0,4 miligramos por litro de zinc del hierro galvanizado.  Esto es de temer a que los alcoholes metílico y etílico rectificados del comercio a menudo tienen reacción ligeramente ácida. Según Heinzeleman, este peligro solo existe cuando se trata de alcohol desnaturalizado de 90% en volumen., pero no respecto al alcohol puro o desnaturalizado de 95 a 96% en volumen.

Para el mosto de cerveza el zinc parece ser un veneno enérgico. Por el contrario J. Brand dice que la cerveza que se pone en contacto con la lámina de zinc permanece limpia. Desmonta así la teoría de que no se deben fabricar filtros para la clarificación de cerveza , se decía de estos que la enturbiaban, sobre todo a las cervezas jóvenes.

Si se considera que se perjudica el vino y el vinagre. Para la conservación de estos líquidos, los recipientes de zinc no son apropiados.

Si parecen recomendables los recipientes de zinc para destinarlos a los aceites refinados. Las grasas para cuero actúan según J.Paesslr, sobre el zinc, porque durante su conservación se forman en ellos ácidos grasos.

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CAMBIO DE COLOR EN LA CHAPA DE ZINC NATURAL

CAMBIOS DE TONALIDAD EN LA CHAPA DE ZINC NATURAL

Pregunta común cuando nos disponemos a instalar una cubierta con chapa de zinc natural. ¿cuanto tiempo va a tardar en perder el color? Antes de nada conviene entender ese término de “natural”.  El zinc que actualmente se comercializa en el mercado  para cubiertas, se produce en las fabricas bajo unos parámetros de calidad  similares conforme a unas normas específicas si bien, por lo que hemos podido ver, los procesos de fundición y laminado difieren bastante   de unas fábricas a otras. Nuestra última visita la hemos realizado a Asturiana de Laminados (“ELZINC”), en donde pudimos ver un proceso fundición y laminación de vanguardia, lo que sin duda repercute en las características finales de la plancha de zinc.  Cuando decimos zinc natural, nos estamos refiriendo a una calidad de sin más aditivos “hasta donde conocemos ” que aquellos precisos para que el metal preste su mejor servicio. Generalmente, los aportes de otros metales a la fundición, que aquí nos importan,  suelen ser pequeñas porciones de cobre y titanio. Una vez fundido el zinc, se lamina hasta conseguir el grosor y anchura  deseado, obteniendo  así   bandas embobinadas de gran tonelaje de color en superficie  parecido al de la plata pulida, se identifica como blanco agrisado con viso azulado y lustre metálico intenso, este es el zinc natural, si bien algunos dan en llamarle zinc titanio, zinc al titanio, titan zinc  etc,   poco se menciona el cobre y nada se dice zinc al cobre, será por el poco atractivo de la expresión o ¿porqué será?. No podemos dejar de mencionar que últimamente estamos viendo demasiados resultados negativos, las últimas investigaciones nos empiezan a despertar dudas sobre algunas calidades de  zinc. 

Conviene saber, que una vez terminado el proceso de laminación y el zinc esta en condiciones de comercio pudiendo ser utilizado en obra, es cuando , en fábrica, puede surtirse de diferentes   acabados, siempre superficiales, y de ahí  las ya cada vez más ofertas de  tonalidades. De estos procesos de cambios de tonalidad, sus formulas secretas están muy bien guardadas por los fabricantes, nosotros solo pudimos ver la majestuosa maquinaria, en la fabrica ya citada,  y como entra el metal de un color y sale de otro, la explicación que nos han dado, “secreto profesional” nada más. Estos acabados, que se van a presentar en infinitas tonalidades, hasta el punto que si se hace en etapas distintas, “algunos fabricantes” no garantizan la misma tonalidad.   Los pre-patinados o más bien pigmentados,    evitan  la belleza de la transición del color natural que irá tornando en un  gris mate que es el verdadero color y por el que se identifica a primera vista, incluso de profano . Todo lo demás es un surtido de colores que no dejan de ser interesantes para quienes quieren en  sus cubiertas la calidad del zinc sin excusas; pero viéndolo del color que le apetece.  En el fondo, lo importante es que es zinc y terminará buscando su tonalidad natural. Se puede comprobar como algunas cubiertas de color negro se van tornando al color gris claro a base de suma de desagradables chorretones  , terminando por casi  ni distinguirse de un zinc natural.

HE AQUÍ LA RESPUESTA A COMO SE PRODUCE EL CAMBIO DE COLOR EN LA CHAPA DE ZINC NATURAL 

En contacto con el aire seco el zinc conserva su color brillo a la temperatura ordinaria; en el aire húmedo se cubre de una película gris que preserva a las capas inferiores de ulterior oxidación. Esta película está formada por una mezcla de hidróxido y metal; al cavo de algún tiempo toma  color blanco por la acción del ácido carbónico, formándose carbonato bárico hidratado, este se adhiere bien pero es soluble en el agua que contenga anhídrido carbónico y amoniaco. La oxidación del zinc es tanto mayor cuanto  más grosera   es su estructura cristalina.

cubiertas-de-zinc
color del zinc natural
Cubierta de zinc natural después de 15 días instalada

Como producto secundario se forma peróxido de hidrógeno. El aire en movimiento oxida más el zinc que el aire en reposo. Según la proporción de gas carbónico que contenga, el aire húmedo actúa con distinta intensidad; la acción es más enérgica en presencia de gas sulfuroso.

Podemos asegurar que el proceso de cambio de color es relativamente corto. Aunque la perdida del color inicial comienza desde el mismo momento que se instala , en algunas zonas geográficas el cambio de tonalidad visible se puede producir en un par de días siempre que se coincida con la atmósfera que lo obligue. En cualquier caso, el zinc va a dejar su brillo en tiempo muy breve, irá pasando a una tonalidad más gris y opaca, no deja de ser atractiva esta progresiva transición la que nos permite ir contemplando la belleza del cambio que terminara finalmente en una estabilidad perpetua. Antes de instalar la chapa de zinc es conveniente asesorarse bien sobre los cambios de tonalidad que va a sufrir el metal, siempre tener muy presente que la chapa de zinc al momento de instalarla va a ofrecernos un color muy brillante, a veces escandaloso, la mayoría de las veces la combinación de brillos y sombras, nos puede hacer creer que la chapa esta toda arrugada ( sin planimetría ), aunque esto de la falta de planimetría hay que verlo con más calma, la mayoría de las veces se debe más a los efectos reflejos que a deficiencias en la instalación que no hay que descartar. En ocasiones, ese dato de ver la cubierta con el inesperado brillo sugiere, a  la mente de algunos, acelerar o provocar el cambio de color ¡ OJO CON LO QUE SE HACE ! Hay fórmulas para eliminar el brillo de forma instantánea,  pero ha de ser un profesional con buenos conocimientos de química el que de las instrucciones para acometer tal trabajo. Se trata de trabajar con productos ácidos mordientes para el zinc, por eso no es aconsejable aventurarse ni ensayar sobre la propia chapa.  

En origen, la chapa era totalmente negra

Para evitar este proceso visual de cambio de tonalidad se suele acudir a la elección de chapa pre-patinada de nombres comerciales conocidos, que a priori no tienen más que eso, un color diferente desde el inicio a parte del precio  sustancialmente  mayor, color similar que la chapa de color natural va a terminar adquiriendo.

En la   imagen podemos ver dos tonalidades en la misma chapa, se trata de zinc de nombre comercial conocido (según sus etiquetas)   .  En principio las dos caras tenían el mismo color totalmente negro, pasados unos años, la parte interior siguió casi conservando el color mientras que la parte exterior se aproxima al color final del zinc natural, es decir que perdió su tonalidad negra como se puede observar.

Nota: todos los artículos y publicaciones que se hacen en la Página Web de Cumalsa, S.l. proceden de sus propias investigaciones tanto de campo como de informaciones recopiladas de diferentes textos asociados con la materia. Por lo que están amparadas por derechos de autor.  Se prohíbe  el copiado o la difusión por otro cualquier medio sin permiso por escrito del  del autor. 

M. Álvarez