FUNCIONAMIENTO DE LA CUBIERTA DE ZINC

Con frecuencia venimos publicando artículos   sobre los diferentes comportamientos de la chapa de zinc instalada en cubiertas  y de la necesidad de tener en cuenta una serie factores que creemos indispensables para su  durabilidad. Diversas fuentes señalan que para asegurar el buen funcionamiento de la chapa de zinc  es  primordial    procurar una cámara de ventilación entre la chapa de zinc y el soporte, otros van más lejos y  aseveran que es imprescindible para el zinc una cámara de ventilación interior.  Para esos menesteres se dan   soluciones variopintas que pasan por instalar láminas generalmente erosionadas y así entienden segura la cámara de ventilación. Otros incluso se conforman con la lámina lisa, sin erosiones. El caso es que la lleve la tan recomendada lámina, de la que algunos aseguran ser imprescindible  ¿y si no funciona el zinc? … Pues nada, si no funciona queda la lámina delta, alveolar, vapo zinc  o como narices se la quiera llamar. Ateniéndonos a una mínima reflexión,  al final, el zinc es más que nada decorativo que si no funciona no pasa nada, la lámina lo resuelve todo hasta que se descaraja como ocurre, cuando eso del descarajamiento sucede nadie quiere saber nada y ahí es donde se encuentran instalador, dirección facultativa y contratista principal, finalmente se le termina endosando casi siempre la culpa al instalador que en realidad es quien la tiene.

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Lo curioso es que por más que buscamos y consultamos , no encontramos quien razone  debidamente  esa imperiosa necesidad de que el zinc tiene que estar ventilado por su cara interior. ¿ y si no está ventilado cuales son las consecuencias? Evidentemente, la cámara de aire se entiende no para que el zinc este más fresquito, se asimila que ventilando se van a anular las condensaciones y si se producen, como la mágica lámina es impermeable, pues no pasa nada. Pero, seguidas escrupulosamente las advertencias de los presumiblemente entendidos ¿Por qué se corroe la chapa? Cuál es la causa de que el zinc instalado sobre una lámina tipo “delta” con “lagrimero” perforado, “cumbrera ventilada”, muchos respiraderos y toda esa parafernalia de adyacentes que terminan costando una pasta, en muchos casos  termine descomponiéndose por corrosión.  Hablamos de corrosiones provenientes  del interior,  de momento no culpamos al zinc, aunque tampoco descartamos que zinc utilizado hace algunos años que en la actualidad acusa esas exageradas patologías no fuese tan inmaculado como nos lo presentaron y portase algún elemento desensayado susceptible de ulteriores  alteraciones.  De momento, por ser tan evidente, seguimos  culpando  directamente a algunos soportes.
Hasta tal punto llega el engaño de la necesidad de láminas intermedias que algunos hasta la utilizan sobre soportes de madera separada, siendo esta última compatible con el zinc, lo que demuestra el absoluto desconocimiento a cerca del comportamiento de la hoja de zinc. es decir, que por una parte se mantiene la necesidad de la ventilación y por otra se le anula. ¿cómo se consigue una mayor cámara de aire, con un entablado separado o con una simple lámina? Es que lo de la lámina da mucho juego y además es impermeable. No hace falta disponer de conocimientos científicos, la simple lógica nos lo dice, o miremos para atrás y veremos los soportes que utilizaban los que nos precedieron y que sabían infinitamente más que nosotros. 

Dos ejemplos y cada cual que juzgue a su manera.

 

Cuando nos hemos decidido a investigar el fenómeno de las corrosiones o funcionamiento del zinc en cubiertas, no ha sido inducidos por un caso puntual, que va, son muchos los casos que por muy diversas razones se presentan   no solo en nuestra geografía. Asociaciones de techadores de otros países se están tomando muy en serio esto de la destrucción de la chapa de zinc. 

Y si ahora dijésemos que para el buen funcionamiento de la chapa no es estrictamente necesaria la cámara de ventilación o mejor dicho la cámara de aire, ¿y si encima nos atrevemos a razonarlo cientificamente?. Tenemos datos de muchas cubiertas y podemos defender razonadamente  lo que aconsejamos, lo triste es que para obtener  datos tenemos que ver cubiertas en estado lamentable, la mayoría de las veces inservibles, de las que sus dueños se niegan a creer que algo tan empleado y con precedentes que confirman durabilidad en breve tiempo necesite de su retirada acompañado de un desembolso económico muy importante. Para más abunde, nadie se atreve a dar explicaciones de porqué ocurren ciertos fenómenos y muchos de las que las dan no se las creen ni ellos mismos. 

Es llamativo que por parte de algún fabricante se hagan recomendaciones para el almacenamiento de las chapas diciendo que: “por su naturaleza química, el zinc ha de estar aislado materiales como cemento, cal , yeso o productos derivados de estos incluso tableros de partículas,  pues las emanaciones y el polvo pueden afectar al zinc”. Claro, por lo visto una vez que sale del almacén ya no hay peligro. Curiosamente vemos que en las recomendaciones ya se menciona aislar la chapa de zinc de los tableros de partículas. Por otro lado y ya para  el exterior no pasa nada con el tablero, eso sí, se recomienda poner una lámina alveolar intermedia, no tiene pies ni cabeza.

Así se comporta el zinc sobre le tablero con lámina intermedia

Si nos fijamos en la imagen veremos los tirafondos de fijación oxidados con descompuesto del propio tablero, vemos la grapa cargada de hidróxido. La explicación a esto es muy sencilla, el tablero está descompuesto a causa de humedad de condensación, la humedad destruye los tirafondos y a la vez está actuando de electrolito con la chapa de zinc. En el mismo sentido llegamos a entender ya no solo la descomposición del tablero, también la destrucción de la chapa de zinc y a la vez la absoluta libertad de chapa, pues la fijación deja de funcionar con lo que la chapa quedará suelta. Se puede pensar que hemos buscado la imagen para adornar con maldad este artículo, pero no, esta misma patología se repite en la misma cubierta en innumerables puntos lo que obligó a su retirada.  

Pasamos por alto el soporte y merece mucha atención, pues de él pueden derivar muchas causas negativas.  Las láminas, no todas, sirven más como elementos separadores que como cámaras de ventilación, bien sabemos que muchos soportes son incompatibles con la chapa de zinc y no pueden estar en contacto directo, por ello hay que procurar de elemento que garantice la separación que ha de ser perenne. Antes de disponernos a utilizar un soporte deberíamos  asegurarnos de si este es compatible o no con la chapa de zinc y de no serlo evitarlo sea cual sea el tipo de elemento intermedio que pudiésemos utilizar. El la imagen siguiente podemos ver como se inicia la corrosión. Vemos el zinc instalado sobre una lámina tipo “delta”, si nos fijamos en las grapas veremos que están oxidadas, ellas comunican el zinc con el tablero a través de los tirafondos.

lo que se ve bajo el zinc es una lámina, los puntitos blancos son inicio de corrosiones.

El elemento separador tiene que cumplir perpetuamente al 100%, de no hacerlo el riesgo de contacto es alto, pero aún separada , siempre va a tener múltiple puntos de contacto puesto que los enganches van directamente al soporte.

Podríamos evitarnos toda la complejidad si procurásemos un soporte adecuado, Nosotros aconsejamos la tabla de pino, es tan sencillo como sobre el elemento estructural final poner un enrrastrelado separado y perpendicularmente a el un entablado de madera de pino. El rastrel nos va a separar del plano inferior unos 3 cm. Yendo la tabla mínimamente separada tenemos garantizada esa cámara de aire que tanto se aconseja y que evidentemente va a contribuir a la estabilidad del zinc, evitará puntuales bolsas de gas y no descompensara los movimientos típicos del zinc en los momentos de excesivo calor, a su vez, la tabla es perfectamente compatible con la chapa de zinc, se considera un PH de entre 5 y 7, reúne garantía suficiente para que el zinc pueda instalarse directamente sobre ella y de producirse alguna condensación, lo acuoso no llegará a actuar como electrolito a consecuencia de la neutralidad de la madera.

Principalmente son tres los fenómenos que pueden terminar acusando las cubiertas de zinc,  corrosión, resquebrajamiento y rotura por fatiga. Los tres pueden ser igual de ruinosos. Analizados minuciosamente el más complicado en su análisis es la corrosión. No se conocen estudios encaminados a evitar la corrosión tanto exterior como interior en el zinc. En nuestro departamento técnico nos vamos valiendo de los datos que obtenemos en el día a día.

Desde las primeras cubiertas que hemos realizado, observamos  el comportamiento del zinc periódicamente y tratamos de analizar   cualquier deficiencia que nos encontramos, ello nos permite no seguir cayendo en el error o errores que causaron las deficiencias.  Todos los materiales se fabrican bajo un severo control, el zinc sin dudas nos consta que así es, pero ¿Por qué se pudre el zinc, por qué se resquebraja o se rompe, cual es la causa, que fenómenos le atacan hasta el punto de que en breve tiempo una cubierta (por zonas de la misma) este inservible, se pudo prever esto a la hora de instalar el zinc ?  Son muchas preguntas que sí tienen respuesta razonada. Iremos dándolas siempre según nuestro criterio que no es otro que el proveniente de irle dando forma a los datos veraces que tenemos, quizás erremos en alguna explicación científica, pero el dato no es fruto de nuestra imaginación, es la pura realidad que tan de cabeza trae a muchos propietarios que han confiado en el zinc y se ven con el nefasto resultado.
Por otra parte, de una cubierta de zinc bien planificada, bien ejecutada , se obtienen magníficos resultados.

Nota: El contenido de este artículo procede de nuestras propias fuentes de información e investigación, se prohíbe el copiado o la difusión por cualquier medio sin el permiso expreso del autor

Manuel Álvarez